EUPHØRIA

TAEHYUNG

Te veré pronto Kookie. Te podré abrazar como antes lo hacía. Podremos reírnos de nuestras estupideces sin que a nadie le importe. Te miraré a los ojos y sabré que me cuidas.
Eso era lo que pensaba en el momento que la pistola de el chico estaba colocada en mi cabeza. Es más, estaba ansioso. Ansioso de que presionara el gatillo. Quería irme. Olvidarme del mundo y encontrarme con mi mejor amigo en el otro. Que reencarnáramos juntos...
Pero si estoy diciendo esto, es porque no pasó. Todo fue tan rápido pero en cámara lenta.

- Dispara - dijo Yoongi sin titubear.

Escuché sus palabras y mis ojos involuntariamente se cerraron. Estoy listo, pensé. Pero la verdad al segundo de escuchar el gatillo, no quería morir. Y me di cuenta, de que si lo hacía Jungkook nunca me perdonaría. Recordé sus últimas palabras en ese mili segundo antes de morir. 'Sálvala, cuida a Hoseok'. Ahí me percaté de que si me dejaba matar en ese momento, solo sería odiado. Pero... estaba cansado. Ya no quería estar aquí por más egoísta que sonara.
Mi cerebro recopilaba todos los recuerdos que tuve con el chico que cambiaba su color de pelo cada vez que pasaba algo o cada vez que sus sentimientos eran interrumpidos. y me preguntaba porque? Porqué ahora?

Y al instante, mi cuerpo reaccionó. Antes de que el gatillo fuera presionado completamente. Mis manos agarradas hacia atrás, hicieron todas sus fuerzas para romperse. Me volteé para mirar al enemigo que con cara de sorprendido me miraba y el mismo halo de su propio gatillo. Cayó en seco. El disparo había sido en su cabeza, todos me miraban sorprendidos. Tome el arma y apunte rápidamente a Yoongi. El chico rió.

Mire hacia el secuaz de este, su cerebro parecía haber explotado en mis manos. Pero esta vez no me sentía asustado, no como la vez cuando asesine a Namjoon. Lo siento, fue lo unció que pude susurrarle al chico que acaba, de matar, el chico de seguro tenía una madre, una familia que lo esperaba en casa pero Yoongi lo obligaba a hacer cosas como estas.

Mire hacia donde estaban los chicos. Halley se tapaba la boca con sorpresa, Hoseok me miraba estupefacto y Jimin solo miraba serio. Al parpadear pude verlo. Era como un reflejo. Estruje mis ojos y aún estaba ahí.
- Kookie - sonreí y mis ojo se cristalizaron. Solo pude ver como asentía y una sonrisa apareció en sus labio para luego desvanecerse en el aire. Mi corazón palpitaba más rápido de lo común, quería llorar, tirarme en el piso, verlo de nuevo. Pero este no era el momento.

Camine hacia ellos intentando olvidar el rostro de Jungkook sonriéndome hace unos segundos.
- Nos dirás que haces aquí o quieres morir también? - escupí enojado. El había asesinado a mi mejor amigo. Por su culpa estaba donde estaba, por su culpa ya no soy quien era en ese entonces. El chico levantó sus manos en forma de resignación.

- Taehyung - hablo ronco. Tragó duro y pasó su mano hacia atrás para sacar su arma y apuntar. Pero rápidamente Hoseok levantó la suya. Eran dos contra uno en ese momento. Y Yoongi lo pensó varias veces. Se le veía en la cara como se arrepentía de haber entrado aquí solo con un secuaz y una sola arma. Fue la lógica más estupida que pudo haber hecho.
- Solo... vine a decir algo - mintio. Era su única opción en este momento. Miró a Hoseok, firme. Seguro de que era lo que quería.
- Tu hermana dejó una carta - habló sin quitar su mirada. - Era para ti pero Namjoon la tomó - agregó rápido viendo como mi rostro se enfurecía. - No te la entregó porque somos amigos y quiero que seamos amigos -
- Es mas te odio - sus ojos se veían cristalinos. Seguro pensaba en su amigo muerto ya que me miró por un pequeño Segundo.
- Ahi explica todo lo que pasó- sacó un sobre de su chaqueta negra y levantó sus manos para enseñar que solo quería eso. Mire hacia el piso aún apuntándole y el tiro la carta.

- Déjalo ir - hablo Hoseok bajando su arma. Siempre había sido un mamita. No más que yo lo era pero en estos momentos si.
- No dejes que te vea solo - amenazo a mi amigo sin quitarle la mirada. - No planeo perdonarlos a ninguno - agregó caminando hacia detrás para acercarse a la puerta.
- Cuando mueran será por mis manos... especialmente tú Hoseok - estaba a un segundo de la puerta. Quería presionarlo. Mi dedo tan cerca del gatillo. Quería asesinarlo. Matarlo y revivirlo veinte veces para que la bala atravesara su cerebro todas esas veces. Que sintiera como murió Jungkook. Hoseok colocó su mano en mi hombro y lentamente baje el arma.

- Espero que cuando nos encontremos, seas capaz de matarme... antes que yo - sus palabras me causaron escalofríos. Hoseok nunca había hablado de esa manera y en su rostro mostraba verdad. Sinceridad pura. Yoongi rio y salió por la puerta sin pensarlo dos veces, era su única oportunidad de sobrevivir.

~
Varios meses después...

Taehyung, ahora llamado V. No vivía con sus amigos. Decidió seguir el carril que llevaba Jungkook. No solo eso, era el lider de la banda en el cual su mejor amigo estaba. Se sentaba, daba órdenes, contaba el dinero robado y bebía alcohol con un cigarrillo en su mano. Había cortado su cabello, ahora podía peinarse hacia atrás sin que su cabello descansara en su frente, su pelo aún estaba rojo feroz. Había decidió nunca cambiárselo. Y en sus pensamientos siempre estaba Jungkook, Kookie, Kook. Nunca olvidaría como sostuvo a su mejor amigos cuando fue disparado y lo mal que lo pasó al enterarse de que ya no podría seguir con vida. Y aveces sentía enojo. Decía que Jungkook pudo haber peleado con la muerte, pudo haberse quedado aún más tiempo. Pero intentaba evitar esos pensamientos.

- Señor - hablo uno de los novatos que había contratado para hacer su trabajo. El chico tragaba duro y ya V sabía a que venía. Levantó su cabeza y lo miraba fijo.
- He perdido la mitad del dinero y... - sus manos temblaban. V tenía la reputación de matar a cualquiera que le jodia su trabajo. Ya no era como antes y nunca lo sería. Ya no le tenía miedo a asesinar humanos, el era el mismo diablo...
- Tranquilo - habló y una media sonrisa apareció en sus labios. El chico respiro hondo. La verdad V no estaba por pelear en estos momentos.
- Lo siento señor, no volverá a pasar - hablo firme el chico sintiéndose aliviado de que no lo matarían.
- La próxima vez no te tendré piedad - le amenazó serio quitando la sonrisa de seguridad que le había dado.
- Si señor! - el chico asintió nuevamente y esperó que le diera la señal para que se fuera.  V rió cuando cuando vio al chico salir. La verdad nunca había asesinado uno de los suyos y nunca lo haría, no era ese tipo de persona por más personas que asesine.

'Solo a los enemigos' era su frase favorita.

Miró hacia al techo y suspiro. No se había contactado con ninguno de los chicos y decidió que era mejor por un tiempo. Luego después lo haría, cuando su rencor allá desvanecido, cuando su tristeza se haya apagado. Así no preocuparía a los demás. Tenía mucho sin saber del viejo Jin también. Después del suceso con Yoongi solo lo vio varias veces antes de irse. Y a un chico con el nombre de un número el cual nunca le dio importancia. Sonrió al pensar de que por lo menos todos estaban bien y que Jungkook se sentaba a su lado en su corazón.

- Nunca te dejaré solo Tae - el chico apretó sus ojos al escuchar ese murmuro cerca de él. Sintió una brisa fuerte a pesar de estar cerrado en un cuarto y sin ventanas. Una lágrima cayó de sus ojos. Y asintió para limpiarla.
- Lo sé, Kook -