C A P I T U L O 7

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EDITADO

CAPITULO 7:

Dani POV

¿Qué he hecho?, ¿Por qué quería besarte?

Esta vez, aunque te impresione sí que tengo respuesta.

Me gustas.

Decir que me gustas es decir poco para lo que siento respecto a ti.

Me enteré hace un par de semanas, no quería admitírmelo a mí mismo, aunque sabía que sentía algo por ti. Fui demasiado tonto para no darme cuenta antes, justo terminé de asimilarlo cuando sabia que es posible que me saliera competencia. Solo hace falta ver como Dajan te mira y eso que solo te ha visto en esta fiesta.

Todavía recuerdo la primera vez que te vi, eras nueva en el colegio, estabas de pie en la entrada y recuerdo la camiseta azul que llevabas puesta, no hablabas con nadie, y tuve la estupenda idea de pegarte un balonazo para entablar una conversación. Afortunadamente mi loca idea funciono. Poco a poco supe más de ti, me contabas que tus padres se habían divorciado y que tu abuela más allegada había muerto. Siempre estabas muy triste, y yo intentaba sacarte siempre una sonrisa, nos pasábamos la tarde en el jardín de tu casa, jugábamos a muchísimos juegos, algunos incluso nos los inventábamos.

También sabías de mi situación, casi siempre estaba con las niñeras que contrataban mis padres. Ellos estaban siempre fuera por el trabajo, no tenía padres. Cuando llegaban a casa, dormían y no me prestaban la más mínima atención, Eras mi única familia y apoyo, siempre me consolabas cuando lloraba. Y como bien dicen, los hombres también lloran, y no me avergüenzo por ello.

Al igual que tu, yo siempre he estado solo, ningún niño quería jugar conmigo y me llamaban huérfano. Gracias a ese tipo de comentarios entré en depresión, me tenía que tomar pastillas, dependía de psicólogos y solo hablaba contigo. Después de esa amarga temporada en mi vida crecí, y empezaba a tener relaciones con chicas, aunque solo me duraban un par de semanas. A los quince años tuve mi primera borrachera, nadie lo sabe, ni siquiera tu, pero te acabas de enterar, y desde entonces no he parado de tenerlas cada fin de semana.

A día de hoy me queda poco para cumplir dieciocho años, y mis malas costumbres no han cesado, aunque lo intento por ti. Para ser mejor, aunque es difícil siquiera igualar a una persona tan maravilloso como tú, Ale. Pero seguiré intentándolo.

No sé cómo decirte que me gustas, lo gritaría a los cuatro vientos, pero no es nada fácil, se que supondría un problema para ti, y romperías una parte más de mi si me rechazas. No sé cómo decirte que me encantaría cogerte de la mano y caminar junto a ti, evitando así que tropieces una y otra vez, y si es inevitable tropezar que caigamos y nos levantemos juntos. Sueno muy cursi escribiendo estas palabras, pero soy así, tú me haces ser así.

Con la última chica que tuve una aventura gemí tu nombre, esa chica se parece mucho a ti físicamente y no me pude contenerme, esa chica salió corriendo y me quedé pensando. No es muy habitual en mí pensar en otras personas mientras que estoy un tanto ocupado. Esta declaración se acaba de volver más vergonzosa aún, pero quiero que sepas con todo detalle cómo me haces sentir. Y eso en definitiva sabía que significaba algo, algo más que atracción. Contigo podría hacer el amor, no solo tener sexo. Y hacer el amor solo se puede hacer con las personas que se tienen vínculos aparte de una simple atracción. Nunca he hecho el amor con nadie, y me pregunto qué se siente, todo fuera de las relaciones sexuales, ¿Qué se sentiría coger tu mano?, ¿Cómo se sentiría llevarte al cine o cualquier lugar romántico?, ¿Por qué solo no puedo besarte y dejarte claro todos mis sentimientos?

No puedo, simplemente no puedo. Besarte solo me hundiría más aún, sabría que lo haces por pena, no sería correspondido. Pero creo que aún así te besaría, lo haría como despedida, despedida a mi poca cordura.

Voy a dejar de abrirme en canal mediante una maldita carta que nunca verás, nunca me atreveré a darte.

Y nunca olvides que siempre estaré para ti.

Mil y un besos, Tu Dani.

-Perfecto, ya he escrito la maldita carta, ahora tendré que esconderla- Me decía para mi mismo- Nunca pensé que escribiría una carta contándole mis sentimientos a nadie, pero a veces hacemos cosas que nos asombran.

Me adentre al baño con el fino papel relleno de tinta, creo que lo guardaré en el botiquín, nadie lo usa y nadie suele entrar.

Estaba a punto de guardar mi ridícula declaración, cuando me topé con el bikini aún húmedo de Ale. No sé ni cómo ni cuándo se lo daré, después de lo de hace unas horas sé que Necesita tiempo para asimilar todo lo que ha pasado. Verla llorar por las palabras de ese idiota me encogía el corazón. Se lo devolveré este viernes

SIMPLE, ME GUSTAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora