SIMPLE, ME GUSTAS

C A P I T U L O 31

EDITADO

CAPÍTULO 31:

Frío

Una sala blanca, con banquetas antiguas y gente entrando y saliendo por todos los lados. Nervios recorrían todo mi cuerpo de una manera constante. Ya estaba acostumbrada a ir a consulta, siempre era el mismo diagnostico, me decían lo mismo "No ha mejorado" "Te derivaremos al psiquiatra" "Te subiremos la medicación".

Jugueteaba con mis manos y mi pelo, mi pulso ascendía más y más, numerosos recuerdos aparecían en mi mente.

Me imaginé en escenarios que no recuerdo haber visto nunca.

Un bosque un tanto extraño, con luces diáfanas iluminándonos. No sé con quién estaba ni sobre que estábamos hablando. Frases sueltas aparecían por mi mente.

"Dave, ¿siempre estarás conmigo?" "Sí, aunque estemos alejados, siempre estaré para lo que necesites" "Te quiero" "Te quiero"

Lágrimas inundaron mis ojos tras tener ese recuerdo, el corazón me palpitaba a mil por hora.

"Solo, ten cuidado, él quiere hacerte daño, no te fíes ni te creas las mentiras que pueda llegar a decirte, él es el culpable de que nos separemos, Izzy "

"Yo no la maté, me crees, ¿cierto?"

No podía respirar, me faltaba el aire, no podía pedir ayuda, todo era demasiado, esta situación, era demasiado. Esto prometía absorberme y acabar conmigo. No sabía qué hacer, parecía ser invisible allí.

-¡Ayuda!- grite como puede para que me hiciesen caso.

Una enfermera salió, y me vio rendida sin apenas poder hablar ni respirar.

Me tomó del brazo y me llevó a una habitación a parte. Donde me estuvo ayudando e intentaba tranquilizarme mientras me ayudaba a volver recobrar la respiración poco a poco.

No sabía porque me ocurrían estas cosas, no sabía por qué Dave aparecía en mi cabeza cada dos por tres, no lograba entenderlo y me agobiaba por ello.

Odio estar así, solo quiero ser una persona normal, con sus virtudes y defectos, con sus ralladuras de cabeza como una adolescente normal.

No con un trauma que me lleva atormentando años y no me deja ser yo misma

¿Quién soy?

¿Qué me pasa?

Ojalá, fuese una persona corriente, con la que puedes compartir momentos, estar hasta las tantas de la madrugada hablando, preocuparse por los exámenes y estar deseando irse de fiesta con sus amigos, compartir aventuras y hacer locuras.

Pero nunca podré hacerlo, no podré llevar una vida así, porque mi mente no me lo permite, y yo misma tampoco me lo permito.

Solo quiero estar con Dani, con mi madre, con Liam, incluso con mi padre y Logan.

La enfermera, me tendió un vaso de agua tibia, y como pude fui pegando sorbos poco a poco hasta recuperar del todo la compostura.

-El doctor llegará ahora mismo.- me avisó

Asentí con la cabeza y me recoloqué en la camilla sobre la que estaba acostada, la luz del techo, me cegaba, en las paredes había varios posters que los médicos solían poner.

Me levanté y fui viendo cada uno poco a poco.

Ansiedad, depresión, estrés, amnesia...

Y un montón de trastornos más podían observarse.

De la nada escuché un sonido, y detrás de mí, apareció el doctor. Le conozco desde la primera vez que pisé este hospital cuando era pequeña, tengo su número personal, por si en algún momento tenía una recaída, pero nunca le he llamado, a pesar de que algunas veces me hubiera hecho falta.

-Bueno, Alexandra, ¿qué tal te encuentras?

-Mejor.

-Me ha dicho la enfermera de que no te encontrabas muy bien hace unos momentos. ¿Qué te ha pasado?

-Si le soy sincera, no sé con total certeza lo que me ha podido pasar.

-Toma asiento, y me vas contando- dijo haciendo un ademán hacia las sillas que tenía al lado.

-Bien, he llegado esta mañana, no muy bien, para que mentirle. Me encontraba rara y más nerviosa de lo habitual.

-Ajá, sígueme contando.

-No sé que me ha pasado, qué en un pequeño lapsus de tiempo, mi mente me ha llevado a un sitio completamente diferente, uno en el que no recuerdo haber estado nunca.

-Podrías describirle.

-Era un bosque, muy oscuro, estaba Dave conmigo, me decía que él no la había matado, que me quería, pero nos teníamos que separar por su culpa y... me llamó Izzy

-¿Izzy? ¿Estás segura de que te llamó Izzy?

-Sí, eso me pareció, ¿por qué?

-Es un gran paso Alexandra, te vas acordando de las lagunas que te generó tu trastorno de personalidad múltiple.

-No sé qué decirle doctor, ¿cada vez que me acuerde de algo, va a ocurrir lo que me ha pasado ahora?

-Puede que sí, o puede que no. Yo si fuera tú, trataría de contarles a tus amigos más cercanos tu situación, para así poder ayudarte y poder sentirte más cómoda.

-Doctor, sabe qué opino de eso, no quiero que todo el mundo lo sepa, ni preocuparlos con mi trastorno. No quiero que me dejen de tratar como me tratan por tener esto.

-De acuerdo, yo me pondré en contacto con la policía ahora mismo.

-Perfecto, por cierto, ¿qué tal mis analíticas?

-De momento, van bastante bien, solo recuerda lo de siempre, tomarte le medicación y cuidarte. Además, deberás de venir a consulta cuando te ocurra lo que te ha pasado hoy, para ir cogiendo pruebas.

-De acuerdo- dije mientras me levantaba de la silla y me dirigía hacia la salida.

Volví a casa como un rallo, hoy ha sido un día rarísimo, no lo voy a negar.

Al entrar a mi casa, el ambiente estaba muy calmado, algo muy extraño la verdad.

-Hola hija

-Hola mamá

-¿Qué tal hoy en la consulta?

-He empezado a recordar momentos sobre mis lagunas.

-Eso está muy bien hija, es un gran avance. Por cierto, ha llegado una carta para ti.

-¿Una carta?- pregunte más nerviosa de lo que estaba antes.

-Sí- dijo tendiéndome un sobre.

Le abrí con delicadeza y del interior salieron dos entradas para un concierto. Un concierto que curiosamente era del grupo de Dajan

Recuerdo la última vez lo que me pasó en uno de sus conciertos.

Y no me gustaría volver a experimentarlo.

----------Holaa<3----------

¿Qué tal están?

Antes de decir nada, perdonad mi ausencia durante estos meses, tuve un parón y no pude seguir escribiendo, intentaré ir actualizando según vaya pudiendo. Perdón por si este parón no habéis podido continuar la historia.

Pero he vuelto, y todavía nos queda Alexandra (o Izzy) para rato