C9: Nominación al Oscar

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Capítulo dedicado para: NathySalazar2000

Besoooooooossss y millones de abrazos para ti hasta Ecuador.

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—¿Estás escuchándome?—cuestionó Leah aferrándose a su teléfono.

—Si. Pero estoy ofendida—proclamó Alanis poniendo los ojos en blanco.—¿Cómo es que te casaste y ni siquiera me habías dicho? ¡Eres la peor mejor amiga en la historia de las peores amigas! ¡La peor!—replicó la muchacha del otro lado de la línea telefónica.

—Tal parece que no escuchaste nada de lo que te dije—reclamó la pelinegra observando a un par de niños de los cuales ya no recordaba su nombre jugar con un balón de basquetbol.—Te acabo de decir que fue en una borrachera—hizo una pausa—En Las Vegas y todo lo que se te ocurre hacer es reclamarme por eso—replicó ofendida.

—¿Y? Se supone que eres mi mejor amiga—sentenció entre dientes—Tu deber de mejor amiga es decirme hasta cuando un jodido mosquito pasa frente a ti ¿Cómo demonios no me vas a contar algo así?—chilló poniéndose sus ojos en blanco a pesar de que Leah no podía verla.

—Lo lamento ¿sí? ¿Estás contenta ahora?—masculló Leah de mal humor.

—No, debería aplicarle la ley del hielo pero veamos...repítemelo de nuevo—susurró.

—Que creo que estoy embarazada, Alanis—anunció apretando los labios.

—¡Sí! ¡Voy a ser tía!—chilló totalmente llena de emoción.

—¡No! No es bueno—demandó ente dientes.

—Escúchame bien, Leah Nashira Mirabile...sí se te ocurre la estúpida idea de querer deshacerte de tu hijo te prometo que voy a hacer que te excomulguen—anunció la muchacha.—Por favor dime que en realidad no estás pensando eso...

—Eso no es lo que estoy pensando—musitó en voz baja—El hecho de que crea que esto es malo no significa que sería capaz de hacerle daño a mi bebé en caso de que de verdad esté embarazada...de verdad te necesito acá conmigo, Al—agregó en medio de un pequeño suspiro.

La puerta se abrió de golpe y el corazón de Leah dejó de latir en el momento en el que Sebastiàn Yatra entró en la habitación.—Leah...—se quedó en silencio cuándo se dio cuenta que la muchacha tenía el celular pegado a su oído. Ella le ofreció una nerviosa sonrisa rogándole mentalmente a Dios que él no hubiese escuchado ni una sola de sus palabras. Lo menos que necesitaba ahora era a Sebastián siendo consciente de ese pequeño hecho.—lo lamento, no tenía ni idea de que estabas en medio de una llamada telefónica—murmuró.

—Dame un momento, Alanis—pidió a su amiga y luego observó a su esposo con media sonrisa—¿Qué es lo que pasa?—preguntó lentamente y Sebastiàn sonrió un poco.

—Lo que pasa es que estoy hablando por teléfono con Esteban...todos los años viene al campamento familiar y bueno...quería preguntarte si no quieres que te traiga algo de la ciudad...—farfulló lentamente sin apartar sus ojos de la chica.

—¿Puede ser yo lo que yo quiera?—cuestionó ella mirándole.

—Claro. Tú sólo pide—sentenció el muchacho con una encantadora sonrisa.

—¿Puede ser a mi amiga Alanis?—agregó presionando el celular contra el mullido colchón tratando de que su amiga no la escuchase.—Es que...no quiero que te ofendas o algo parecido pero ver a tantas personas que tú conoces y el hecho de que yo soy una extraña por aquí...me abruma—Sebastián rio en voz baja.

Lo que pasa en Las Vegas...|S.Y.|Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora