Camino entre la multitud de la mano de Emma -que a su vez va de la mano de Manu- para no perderla de vista. ¿Cómo demonios consiguieron mis amigas convencerme de esto tan fácilmente? Habíamos perdido a Brisa nada más llegar, ahora mismo estaría demasiado ocupada intentando saludar a toda la gente que había venido, que era, prácticamente, medio Madrid. El club en el que estábamos se hallaba tan, pero que tan lleno, que juro que como entre una sola persona más, explotará, y no es un club precisamente pequeño.
Entre tanta gente, la poca luz, la música a todo volumen, y mi claustrofobia, realmente no se cuanto tiempo sería capaz de aguantar antes de que me de un ataque se ansiedad, y ojalá estar exagerando.
Miro a mi alrededor una vez Emma se para cerca de unos sofás, me doy cuenta de que soy un poco antisocial cuando no reconozco ninguna cara de las que hay a mi alrededor, quitando a Emma y a Manu.
—¡Aquí estás!—exclama la rubia abriendo los brazos para abrazarse a un chico, a quien reconozco como Theo Hernández, después de haberlo visto dándose un saludo con Manu, quien se hallaba ahora mismo saludando a los acompañantes del francés, y también porque mi primo Dani me dio la vara con el y el Real Madrid todo el verano—. Ah, esta es Miriam—dijo señalándome—. Mi mejor amiga, ¡M&M para los amigos!
—Llámame Miriam, por favor—supliqué mientras me acercaba para darle dos besos—. Encantada de conocerte.
—Igualmente.
Vi como Manu saludaba a un último chico y como luego se dirigía hacia nosotras dos, que estábamos paradas mirando a los chicos, a los cuales no conocía personalmente pero ya me iban sonando sus caras.
—Esta guapa de aquí es mi novia Emma—dijo mientras le pasaba el brazo por los hombros y la acercaba a el—. Y esta chica con aires misteriosos es Miriam, mejor amiga de Emma y mía—me hacía gracia el hecho de que me presentase como chica misteriosa, me llevaba llamando así desde que empezó su relación con Emma hacía prácticamente un año, yo era bastante tímida -lo sigo siendo, a menos medida- y siempre evitaba estar en la habitación cuando Emma tenía citas con Manu. Y no penséis mal, por favor, no evitaba estar en la habitación por ese sentido, sino porque por aquel entonces prácticamente no conocía a Emma, y no sé, me daba vergüenza, supongo, así que simplemente andaba a mi aire por ahí.
—Vale chicas, estos son...—se gira dispuesto a señalarlos—... Nacho, Lucas, Borja y... ¿dónde demonios se metió Asensio?—mierda, no, no, Asensio no por favor, o sea sí, pero no, ay Dios me estoy poniendo nerviosa.
—¿Qué te pasa?—me pregunta Emma al darse cuenta de la fuerza con la que le estoy apretando la mano. Mierda tío, estoy nerviosa, muy nerviosa, ¿qué la pasa?
—No... nada, perdón... ya sabes—balbuceo—. La claustrofobia.
—¿Quieres que salgamos a fuera?
—Que va, no, no hace falta... estoy bien—susurro.
Después de la veloz conversación con Emma a causa de mi ataque de nervios causado por un chico -madre mía- nos acercamos a los chicos para darle dos besos como mujeres educadas que somos.
—Ahí estás —Manu se ocupa de romper el silencio que nos rodeaba en ese instante—. ¿Dónde te habías metido? En fin, esta es Emma, mi novia, y esta de aquí —dijo señalándome—. Miriam.
Miriam, tranquila, no pasa nada, solo es fucking Marco Asensio. Todo en orden. No hagas el ridículo por favor. Madre mía cuando Dani se entere.
—Encantada —digo a medida que me acerco para darle dos besos. Justo en ese instante hay un momento de confusión en el que los dos nos ladeamos hacia el mismo lado y en fin, que casi nos damos un beso en la boca, bravo Miriam.
—Igualmente —me sonríe Marco.
Madre mía, si este chico ya era muy guapo en fotos, en persona no te digo nada. Parece una especie de... dios griego, o algo así.
Los chicos nos invitan a sentarnos allí con ellos, a lo que Emma rápidamente dice un 'sí' que, de no ser por el sonido de la música, se hubiese oído en todo el local. Yo tomo asiento al lado de Emma y me mantengo callada de no ser por alguna monosílaba cuando los chicos me hacen alguna pregunta, todos menos Marco que parece que está más en la Luna que en cualquier otro sitio. Sí, de vez en cuando me quedaba un rato observando sus facciones y gestos, pero nada de lo que alarmarse.
De repente empezó a sonar Despacito Remix ft. Justin Bieber, y sabía que Emma no se resistiría a bailar una canción como esta.
— Miriam... —me miró poniendo ojitos—.¿Te vienes? —negué con la cabeza—. Por favor —suplicó.
—Está bien, pero solo porque es la versión de Justin, que lo sepas —aclaré —. Anda, vamos—le cogí la mano dispuesta y me encamine hacia la pista de baile mientras mi amiga soltaba un chillido de emoción—.¡No nos echéis mucho en falta! —me dirigí a los chicos, lo cuál no sabía muy bien el por qué lo había hecho, pero bueno.
Tras desmelenarnos durante un rato en la pista de baile, el dolor de pies causado por las sandalias tan preciosas que Emma me había obligado a llevar, decidió que era hora de que Manu me relevase. Habían pasado ya varias canciones desde que sonó Despacito, por lo que ya había durado más de lo esperado. Mientras Emma movía las caderas bastante pegada al rubio que tenía como novio, maldije en voz baja al darme cuenta de que dos de las personas que conocía en todo el local estaban bastante ocupados moviéndose al ritmo de Reggeaton Lento, y la tercera conocida estaría vete tú a saber dónde.
Después de dudar durante unos segundos, decidí probar suerte con Theo y los chicos, ya que eran lo que más se acercaba a unos amigos en ese instante, así que... allá vamos.
***
(N/A): ¿sorpresa de domingo?
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Besa la verdad | Marco Asensio
FanfictionNunca se iría de mi mente. Creo que parte de mi lo supo desde la primera vez que le vi, aunque evitase pensar en el. Sabía que las posibilidades de que algo así acabase sucediendo eran nulas, algo así como menos de una entre un billón, pero a toda c...