Ron
Desperté 30 minutos antes de que sonara el despertador.
La cabeza de Cath estaba apoyada en mi pecho y estábamos abrazados. Los brazos de ella estaban rodeándome la cintura y los míos estaban en su espalda atrayéndola a mi. Teníamos las piernas entrelazadas. Sentí como la sangre me subía al rostro.
Noté que Catherine se movía entre mis brazos. Me deshice de nuestro abrazo y le acaricié la cara.-Cath, despierta. -susurré para no despertar a nadie. Poco a poco fue abriendo los ojos, y sonriendo bostezó.
-Buenos días. -en ese momento supe que quería despertarme así todas las mañanas. Ella miró el reloj y se sobresaltó- Tengo que irme antes de que se despierten.
Se levantó y me dio un beso en la mejilla.
-Muchísimas gracias, Ron.
Salió de la habitación silenciosamente.
Me recordaba muchísimo a no-se-quien. Esos ojos verdes...Me tenía loco.--------------------------------------------
Cath
Volví a mi habitación intentando no hacer ruido. Todavía estaban durmiendo.
Me quité la sudadera de Ron (que pr cierto seguía oliendo a él) y la puse a buen recaudo dentro de mi armario. Me puse el uniforme y encima la túnica de Gryffindor y desordené mi cama para que parezca que he pasado la noche aquí.
Mientras ordenaba mis cosas para el primer día no pude dejar de pensar en Ron. Si no llega a ser por él a saber lo que me hubiera hecho Draco.
Me encantaba Ron: su sonrisa, su forma de hablar, sus pecas... Definitivamente me gustaba Ron.
Cuando se despertaron las demás, bajamos a desayunar.
Al llegar al Gran Comedor nos encontramos con los chicos. Ron y yo nos miramos y él me sonrió.
Seguía mirándole cuando noté una mano en la cintura.-Te vas a enterar esta noche, -Draco Malfoy me susurró al oído- voy a hacerte gritar mi nombre tan fuerte que te van a oir en todo Hogwarts. -noté como se me tensaba el cuerpo recordando las cosas parecidas que me decía Malfoy padre.
Ron se puso a mi lado en un abrir y cerrar de ojos.
-Suéltala -la rabia era audible en su voz. A mi me estaban temblando las piernas.-Vaya, vaya. Parece que nuestro pelirrojito está enamorado -Draco me soltó. El pecoso tenía los puños apretados-, ¿ya te la has llevado a la cama?
-Ron, por favor. -le puse una mano en el brazo.
No merece la pena, Ron.Le voy a arrancar la cabeza como vuelva a decirte algo parecido.
Le agarré la mano y me lo llevé a la mesa de desayuno.
-¿Qué ha sido eso? -Harry parecía confundido.
-Malfoy -gruñimos como respuesta.
-Olvídate de él, Cath. Sólo lo hace para llamar la atención -Ginny me sonrió.
-Toca hora doble de Pociones -Hermione cambió de tema, cosa que le agradezco- ¿listos para sufrir?
Sí, Hermione. Desde luego.
Nos dirigimos hacia el aula de Pociones, que estaba situada en las mazmorras. Típico de mi p...de Snape. Hora doble. Con Slytherin.
Entramos en clase y nos sentamos frente a un caldero.
Draco y su pandilla se sentó detrás nuestro. Él me estaba mirando no muy sutilmente.
Ron giraba a cada poco para mirar a los de Slytherin dirigiéndoles miradas fulminantes. Sobre todo a Malfoy.
Me senté con mis amigos. Amigos. Acababa de llamar a Ron, Harry y Hermione amigos. Y en verdad...sí que lo eran. Sonreí. Eran personas en las que podía confiar.
Empecé a sacar mi libro y mis materiales, pero cierto pelirrojo ocupaba la mitad de mis pensamientos sin motivo alguno. Nunca me había ocurrido nada parecido, hacía dos días que nos conocíamos y lo único en lo que podía pensar era en cada momento, cada caricia, cada abrazo, cada roce...
La entrada de Snape me devolvió a la realidad.
Lo odiaba. Odiaba cada partícula de su cuerpo, cada paso que daba. Odiaba su pelo negro y lacio.
Odiaba su existencia.
Él me miró y noté cómo se tensaba. Se sentó en la mesa del profesor. Su mesa. Tosió antes de hablar:
-Buenos días -y tan buenos- . Sacad vuestras cosas. Abrid el libro por la página quince. Hoy prepararemos una poción según estos datos -tosió de nuevo.
Miré a Ron y vi que tenía el ceño fruncido.
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La hija de Snape
RandomVuelta al curso escolar. El trío de oro regresa a Hogwarts tras haber redotado a Voldemort. Al llegar a la escuela de magia, algo fuera de lo común romperá todos los esquemas. Severus Snape, el odiado profesor Slytherin de pociones no es como creíam...