La hija de Snape

Cap.22

Ron
-Bueno, ¿alguien nos va a decir de una santísima vez para qué va a venir Hermione?
Cath está sentada a mi lado en la mesa de la cocina, con la mirada perdida. Harry, de pie con los brazos cruzados, la observa en silencio mientras Fred y George preguntan de nuevo.
Hace unas horas que le enviamos una lechuza a Herms y estamos todos esperando su respuesta. Debería haber llegado ya.
-Cuando llegue la carta os lo explicaré. -sinceramente no se que contestará Hermione. Desde que descubrimos que Catherine y Harry eran hermanos, se ha estado comportando de un modo muy extraño. No sé explicarlo, simplemente está distante.
-Si no ha llegado algo ya, no creo que conteste, -George arrastra la silla y se levanta de la mesa- además es muy poco probable que...
Justo en ese momento oímos golpes en la puerta.
Harry corre a abrir y para cuando el resto llegamos, los rizos de Hermione estaban entre el cuello y el hombro de mi amigo, los brazos de este apretándola.
-He venido en cuanto he podido, siento haberos hecho esperar.
Tras un breve intercambio de abrazos, Cath le trajo una taza de chocolate caliente a Hermione, mientras Fred le quitaba el abrigo mojado por la nieve.

-Bueno. Como suponéis, tenemos un problema. Y ese problema tiene nombre: Lucius Malfoy. -puse la carta de Dumbledore encima de la mesa para que todos la leyesen. Cath giró la cabeza para no mirar.- Tenemos que descubrir qué objeto es ese que posee para destruirle.

-Dumbledore dice en la carta que yo sé a lo que se refiere. Pero la verdad es que no tengo ni idea. Podría ser un giratiempo, pero no es muy probable, ya que Malfoy podría alterar muchas cosas que le influirían negativamente, y no quiere arriesgarse a ello.

- .¿Un hipogrifo? Lo dudo mucho, no sé que haría con él. Puede que haya inventado algo, una poción o algo por el estilo. La cosa es para qué la usará. Ese es nuestro problema de momento: no saber qué es lo que Malfoy va a utilizar en nuestra contra -Herms nos miró a todos, uno por uno-, pero vamos a averiguarlo.

Harry

Las horas siguientes fueron un cúmulo de planes, mapas e ideas tirados en la mesa de la cocina. Cath seguía ausente, su cuerpo estaba sentado a mi lado pero su alma estaba mucho más lejos de aquí. Por la cara que estaba poniendo, juraría que estaba maquinando algo en su cabeza. De vez en cuando levantava la vista y me miraba, o miraba a Ron.

-Ya tenemos listos los planos de la mansión Malfoy, pero no se nos ocurre nada para adentrarnos, coger lo que necesitamos y salir sin cometer ningún error -la frente de Ron estaba perlada por el sudor- . Habíamos pensado en entrar antes de que acaben las vacaciones, por la noche cuando...

- No vamos a conseguir eso -Cath se levantó de golpe y se acercó a la mesa, al lado de Ron- . La mansión Malfoy es una de las casas de magos más protegidas, sin contar que él era un mortífago, por lo que habrá incrementado la seguridad. La última noche del año, Lucius celebra una gran fiesta de máscaras para despedir al año viejo y dar la bienvenida al nuevo. Lo que haremos será entrar por la puerta como si fuéramos invitados y cuando esté despistado, entrar a su despacho y buscar pistas. -Cath señaló en el mapa la habitación en la que está el despacho del padre del hurón.

-Vale, pero ¿cómo haremos para que no se dé cuenta de que hay alguien husmeando en sus cosas? -Ron se cruzó de brazos mientras observaba el plano. Cath lo miró con una sonrisa triste.

-Ahí es donde entro yo: la distracción. Os olvidáis de que Lucius me veía como su juguete personal, lo que voy a hac...