Cap. 2

854 27 0
                                    

Cap.2

Era finalmente sábado, habían pasado tres días desde que lo conocí, su imagen había estado plasmada en mi mente durante estos, por un momento llegue a pensar y creer en el amor a primera vista.

-Baaah… quizá ni se acuerde de la cita, o quizá simplemente me jugo una mala broma- dije para mí misma.

Llegando las 1:30 pm, me duche, y posteriormente me coloque una blusa blanca de manga corta y plasmado tenía la frase “Infinite”  con la cara de un lobo en celo, unos jeans negros y ajustados, zapatillas negras y un saco ya que hacia frio, intente peinarme pero fue un fracaso, me puse brillo en los labios, me senté y comencé a leer “distancia entre pantallas” esperando que el reloj marcara las 3:30.

El tiempo pasó volando, ya eran las 3:35 cuando me fije y de repente mi madre grito entusiasmada.

-¡Vaioleth te necesitan a la puerta!

-En seguida bajo.

Baje las escaleras y ahí estaba, no había sido un broma él estaba ahí en realidad, usaba una camisa azul zapatos negros que hacia resaltar sus pectorales, pantalones vaqueros,  su cabello aun despeinado, y claro me miraba de arriba abajo.

-Señorita Goulding  luce usted muy hermosa.- Sonríe

-Oh vaya déjame informarle señor Parker, tanta cordialidad y coqueteo no funciona con migo.

-Debí ser menos formal.

-Tenlo por seguro.

Ambos reímos.

-Pues bueno... Hora de partir, la película no esperara por nosotros.-Dijo sonriendo

-Tienes razón, en marcha.

Tomamos un taxi y hablamos de camino un sinfín de temas, entonces pregunte.

-¿Por qué quieres que sea tu novia?- Dije con gran curiosidad.

-No lo sé, mis piernas actuaron y ya estaba frente a ti, las palabras salieron solas y ya te lo estaba proponiendo- sonrió- creo que es lo que se conoce como amor a primera vista.

¿Amor a primera vista? Entonces pensó lo mismo que yo ya había pensado, no lo podía creer, él lo experimento conmigo y yo estaba empezando a creer lo mismo.

-Oh, eres impulsivo por lo que veo.

-Exactamente Vaioleth, exactamente.

Cuando llegamos al cine, compramos las entradas, palomitas, refrescos y nos dirigimos a la sala que nos correspondía. Era una película de miedo y suspenso, entonces pensé: Ok, estoy con un “desconocido” en cual creo me gusta,  viendo una película que  me tiene los pelos  de punta, y se acabó la comida, perfecto Vaioleth perfecto.

-Tengo miedo.- susurre sin darme cuenta.

-Yo también lo tengo.- respondió lo suficientemente bajo como para solo yo oírlo- Deberíamos abrazarnos para romper la tensión.

Me sonroje, no dije nada al respecto, entonces sentí como sus brazos cálidos me rodeaban y apretaban suavemente en su pecho.

-Ahora no hay porque temer.- Dijo mientras me miraba fijamente.

-Gra… Gracias.- respondí tartamudeando.

Cuando salimos de cine observamos parejas cogidas de la mano y abrazándose, porque mierdas todos tienen que exhibir su amor frente al público, y no amarse, besarse y abrazarse a solas.

-¿Cuál es tu mayor sueño Parker?- pegunte estableciendo un conversación, antes de que intentara hacer lo mismo que esas parejas cursis.

-Bueno... Veras… uhmm… Yo siempre eh soñado con la idea de escapar.

-Interesante- Dije sonriendo.

-¿Alguna vez has deseado desaparecer Vaioleth?  ¿Escapar de este mundo... De esta realidad?

-Todo el tiempo Sebastián, todo el tiempo.

Como era posible, este chico se sentía quizá tan vacío y solo como yo,  sin embargo sonreía, era gracioso, cómico y amigable.

-Eres interesante… es interesante.- dije con cierto cariño en mi tono de vos.

-¿Qué?- pregunto con intriga.

-La forma peculiar en la que engañas a todos a tu alrededor con una sonrisa y un “estoy bien”

-Exacto, ese es el secreto Goulding, la sonrisa.-Dijo de inmediato- sonríe sin importar cual destrozada estés y aun sin saber cuál es la causa de ese dolor, porque querida no sabes cuando alguien se pueda enamorar de esta.

-Nos hemos visto tan solo dos veces, y Parker, eres como una caja de pandora.

-¿Lo debería tomar como un alago?-Sonrió.

-Tal vez. Reímos.

Pasamos toda la tarde hablando, caminando, comiendo y  riendo, No sé cómo, ni de donde sacábamos tantos temas para establecer un conversación,  yo por lo general no era buena para esto, pero con él era diferente, el quizá era mi complemento, aquello que me faltaba, el me entendía y yo lo entendía a él, aunque teníamos gustos diferentes, yo prefería el pop y él, el rock. Seguramente era un ejemplo claro del dicho “entre opuestos se atraen” qué  sé yo.

-Yo soy el rompe cabezas y tú eres la pieza que faltaba Vaioleth.- Dijo sonriendo y sonrojado.

-Empiezo a creerlo Parker.- sonreí.

Mire al reloj y marcaba las 7:42 pm.

-¡Sebastián ya es tarde! –Grite.

-Oh Dios, no sentí el pasar del tiempo, lo siento Goulding. Asintió.

-No te preocupes Parker, supongo que yo tampoco me percate de ello.

-Te acompaño a tu casa Vaioleth.

-Te lo agradecería.

Tomamos de nuevo un taxi de retorno a casa, e intercambiamos números telefónicos, afirmo que me llamaría, que tendríamos muchas citas más, y finalmente yo, aceptaría ser su novia, la despedida fue de nuevo un apretón de mano, pero esta vez se selló con un fuerte y cálido abrazo.

Mi madre me pidió detalles de la cita los cuales le di, y a los pocos minutos llamo Stephanie con el mismo propósito, con ambas hable por cerca de 1 hora y media, relatándoles detalladamente todo lo anterior vivido; Stephanie también me dijo que las cosas iban de maravilla con su amigo, se gustaban y quizá pronto se darían una oportunidad. Estaba agotada así que después de hablar con mi amiga, que recosté en la cama sin tiempo de cambiarme o darle las buenas noches a mi madre como de costumbre, quedándome profundamente dormida.

Un buen recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora