Cap. 11

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Cap. 11

Luego de terminar mi colegio finalmente, era libre; por lo menos, mientras encontraba la universidad adecuada, Stephanie quería que estudiáramos juntas, así que finalmente la encontramos, no sabía que era de la vida de mis antiguos compañeros y mucho menos de Sebastián; al contrario, con Ryan quien milagrosamente, entraría junto con Stephanie a estudiar conmigo, claro está, que no estudiaríamos las mismas asignaturas, Stephanie, estudio licenciatura en español, Ryan estudio derecho, y yo por mi parte estudie psicología; Ryan se volvió mi gran amigo y el de Stephanie, salíamos los fines de semana, con compañeros de la universidad.

-Sí que te has tardado Vaioleth, estábamos a punto de empezar sin ti.-Dijo Stephanie, mientras me observaba junto a Ryan llegar apresuradamente.

-Lo siento, las clases se alargaron un poco y no me atreví a dejarlas a medias.

-Procura no llegar tarde, moríamos de hambre.- repuso Ryan.

-Lo prometo, comamos.

Mientras comíamos, llegaban nuestros amigos y llenaban la mesa, Dave, Esteban, Daniela, Matías, Sofía, Valentina y José.

-Chicos, se acerca el festival en la ciudad, que les parece, si vamos en grupo.-Pregunto Sofía, entusiasmada.

Sofía, era una chica bonita, estatura alta, sus ojos negros, de cabello color rojo, y su piel era blanca, con pecas que adornaban su rostro y la gran mayoría de veces, era la chica que planeaba las salidas en nuestro grupo de amigos.

-Tengo muchos trabajos que hacer.- dijo, Ryan agachando la cabeza, como si se disculpase.

-Venga, yo te ayudo con tus trabajos Ryan, vamos.- respondí, mientras despeinaba su cabello con mi mano.

-Espero que sea cierto Vaioleth, acabare contigo.- repuso Ryan, haciendo gestos graciosos.

-Todos te ayudaremos.-Concluyo Dave.

Dave, siempre nos sacaba de apuros, era un tipo alto, llegando a casi los 2 metros de estatura, su cabello era castaño y lacio, sus ojos color miel, y tu piel era morena, pero no excesivamente.

Todos asentimos, le ayudaríamos y así podríamos disfrutar del festival.

La noche del festival llego, todos nos encontrábamos en la casa de valentina, todas las chicas nos dábamos los últimos retoques en el cuarto de nuestra amiga, mientras los chicos esperaban abajo, cuando todas estábamos listas, nos dirigimos al festival caminando, ya que quedaba a pocas cuadras de la casa de Valeria.

-¿Vamos a comer, manzanas acarameladas?-Propuso Stephanie.

-Que se te ocurren cosas buenas.-Dijo Daniela, asintiendo.

-Entonces vamos.

Todo fuimos hacia el puesto de manzanas, luego de comprarlas Ryan me tomo de la mano, y nos dirigimos hacia el lago.

-Ahora mismo empiezan a tirar harina, papeles y frutas podidas.-Dijo Sebastián.-por eso te traje hasta acá, sé que odias ese tipo de cosas.

-Vaya que me conoces.-respondí sonriendo.

Efectivamente de la nada, la gente empezó a tirarse cuantas cosas podían, mis amigos se encontraban en esa banda, entonces se acercaron y Dave se tropezó y me lanzo al lago; de inmediato Ryan se lanzó a por mí rescate, y me saco lo más rápido que pudo.

-¿Te encuentras bien?-Pregunto amablemente, Ryan.

-No tienes de que preocuparte, gracias Ryan, tan solo fue un pequeño y corto baño.-Dije.

Ryan se echó a reír, todos preguntaban si estaba bien, entonces Ryan me presto su abrigo, ya que me encontraba completamente empapada. Dave se acercó eh intentó disculpar, pero le lance mirada asesina, el cual lo hizo retroceder.

-Estoy pensando seriamente, en cómo debería ser tu muerte querido Dave.-Sonreí.

-Pero si sabes que no lo hice a propósito.-Dijo Dave, con el tono nervioso, y preparándose para echar a correr, sabía que todos lo arrojaríamos a el lago.

José, Matías, Ryan y Esteban, se encargaron de sostenerlo, mientras las chicas llenaban su trasero de arena.

-Dave, repite después de mi-.Dijo Stephanie, mientras sonreía maliciosamente-. No vuelvo, por ningún motivo, a arrojar una adorable chica, al lago.

-¡Suéltenme, joder saben que fue sin intensión alguna, chicos, no se atrevan!.-Gritaba Dave, mientras los chicos quien lo sostenían en el aire, lo balanceaban de un lado a otro. Por supuesto que sabíamos que su intención no fue arrojarme al lago, sin embargo queríamos disfrutar la noche, de la mejor manera arrojándolo al agua.

-¡No te oigo repitiéndolo!-Grite, con una mano en mi odio, dando la impresión de que no lo escuchase.

-¡Que me suelten les digo y ustedes mujeres, dejen de rellenar mi trasero con arena, cuando todo acabe, juro que me vengaré!-Seguía gritando, cerca de quedarse sin voz, Dave.

-Vamos chicos arrójenlo ya, después de esto tengo un plan mejor.-Dijo Daniela, era una chica serena, su cabello era castaño, casi llegando al tono rubio, su color de piel morena, y alta, podría decir, que se le ocurrían ideas descabelladas, pero que al final todos terminábamos haciendo y disfrutábamos plenamente de los resultados.

Los chicos arrojaron a Dave, quien como logro salir, nos arrojó arena, y lanzaba patadas a los chicos quien las logró esquivar, luego todos terminamos riendo, y finalmente escuchamos lo que tramada Daniela, el cual consistía en asustar a las personas que pasasen por la calle, a esa hora de la noche, y como antes lo mencione, terminamos cediendo.

-Tendremos que escondernos detrás de los carros, y en los arbustos.-Aporto Sofía.

-Entendido.-Todos respondimos en coro.

Cuando se acercaba una pareja, Ryan salió de su escondite, fingió una voz aún más varonil, y le grito al joven, quien llevaba abrazada a la chica.-¡Quita tus sucias manos de mi hija, acosador!- de inmediato el chico soltó a su damisela de sus brazos y se alejó rápidamente, de inmediato echaron a correr; Reíamos a carcajadas, luego  de recuperar el juicio nos escondimos por segunda vez, esta vez se acercaba una anciana, era mi turno, el de José y el de Sofía, por lo que salíos de entre los arbustos y gritamos.-¡Entréguenos sus cosas de inmediato, no queremos lastimarla!- La anciana quedo unos instantes paralizada, y como la anterior pareja, esta se echó a correr; Pasamos horas asustando ancianos y rompiendo parejas.

Siempre que compartía tiempo con mis amigos, de verdad me divertía, aquella noche, ninguno quiso volver a su casa, así que llamamos a nuestros padres, y quedamos en el hogar de Estiben, quien vivía solo, era bastante independiente según los que nos platicaba, alquilamos películas y preparamos palomitas, luego de ver la cinta, decidimos jugar el estúpido juego “Verdad oh reto”, consistía en lanzar una botella en el suelo, a quien el pico le apuntase, debería responder con nada más que la verdad, una pregunta que otro jugador le hiciese, o aceptar un reto que le plantearan sin quejas o reclamos.

-No pretendo jugar este juego.-me opuse. En el pasaba pase diversas vergüenzas por el mismo, y no pretendía revivir esos ridículos momentos.

-Tampoco jugare esa basura.-Me siguió valentina.

-Vamos chicas, será divertido, todos vamos a participar.-Agrego Matías, quien era el chicos más pacífico del grupo, además quien se asemejaba en lo más posible a un modelo, era alto, su cabello era rubio, y aunque no hacia ejercicio, por alguna extraña razón poseía grandes músculos pesar de ser friki, dejaba tiempo para sus amigos, y olvidaba las computador y videojuegos por un tiempo; todos lo apoyaron, y finalmente tanto valentina como yo aceptamos jugar.

Un buen recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora