Cap. 8

423 14 0
                                    

Cap. 8

Pasadas semanas y meses de mi rompimiento con Sebastián, se acercaba el baile de graduación, para sorpresa Ryan se dispuso a invitarme al baile, argumento que todas las mujeres del colegio, se encontraban comprometidas con su pareja, supongo que era la única soltera disponible, así que no le di gran importancia.

Decidí ir de compras acompañada de Stephanie, visitamos diversos puestos en el centro comercial, nos probamos cientos de vestidos y finalmente tanto Stephanie, como yo, dimos con el vestido correcto; Mi vestido era negro, de boleros y con una pequeña rosa blanca cerca al pecho, el de Stephanie, Color rojo, ajustado al cuerpo.

-Te vez espléndidamente sexy, Vaioleth, tan solo quiero ver el rostro de Sebastián, luego de que te vea llegar, resplandeciente y con el galán de su mejor amigo.

-Exageras todo Stephanie, el todo caso, te queda fenomenal ese vestido.- Le dije a Stephanie, mientras se dibujaba una sonrisa en mi rostro, por lo antes dicho.

 -Ya verás querida, no solo dejaras con la boca abierta a Sebastián, dejaras a todos los hombres choreando la baba.

Sonreímos.

-¿Qué te parece si tomamos un helado y luego compramos los zapatos? –Pregunto Stephanie.

-Estupenda idea, procuremos no demorar.-Respondí.

-Tiempo nos sobra, dramática.-Dijo Stephanie, mientras hacía gestos graciosos.

Mientras tomábamos el helado, escuchamos pronunciar mi nombre y el de mi amiga, al fijarnos venia hacia nosotras Ryan, quien se alejaba de su grupo de amigos por un rato.

-Jamás imagine encontrarlas aquí, ¿Cómo están?- Nos preguntó Ryan, dibujando una sonrisa con sus labios.

-Opino lo mismo, estamos bien. -Respondió Stephanie.

-Déjenme adivinar, ¿Están comprando sus vestidos, para el baile?

-Así es, supongo que haces lo mismo. –Dije, sonriendo.

-Exacto, seguramente te verás hermosa Vaioleth.-Ryan se ruborizo ligeramente, pauso, como cuando te arrepientes de lo que acabas de decir.- Por supuesto tú también, Stephanie.

-Muchas gracias Ryan, ya quiero verte en traje.- Respondió Stephanie, mientras sonreía.

-Ya me veras, adiós, cuídense ¿vale?

-Entendido.

Nos despedimos, ciertamente tan solo  lo hiso Stephanie, por alguna razón, me encontraba completamente roja, ciertamente Ryan era un gran chico, además de guapo, aun no lo conocía por completo, tampoco era como si me interesara, no quería saber nada acerca de hombres y relaciones, por un buen tiempo.

-Vaya que le gustas, se le nota por los poros.-Dijo Stephanie, de la nada.

-Claro que no, soy la ex novia de su mejor amigo, además, tan solo nos llevamos bien, es una amistad, eso es todo.-Dije, intentando cortar la conversación.

-Corrección, por lo que me eh enterado, Sebastián y Ryan, rompieron lazos amistosos desde que ocurrió, aquello.

Abrí los ojos de par en par, Ryan no me había comentado aquello, aun creía que era amigo de Sebastián, por otro lado no cabía en mi cabeza, la idea de que Ryan se fijara en mí, definitivamente era imposible.

-Tan solo fíjate, te mira y detalla, delicadamente, muere por ti.-Continuo Stephanie-Si no le interesaras no te hubiera invitado como su pareja al baile.

-Dices tonterías, tan solo me invito, por ser la única disponible.

-¿La única disponible?, Vaioleth, disponibles avían por montón, la mayor parte, de las chicas de cuarto de secundaria, se encontraban sin pareja.

No lo entendía, Ryan sabía perfectamente, que no me interesaba por el momento ningún chico, sin contar, que era la ex novia, de su ahora ex amigo y teniendo en cuenta, que no hubiera manera de que yo le gustase.

-Cuantas cosas dices.-Respondí.

-Le gustas querida, le gustas.-Stephanie sonreía ligeramente.

-Lo que tú digas.- Concluí.

Cuando finalmente terminamos la absurda conversación y terminamos nuestros helados, emprendimos la búsqueda, tras los zapatos, visitamos aún más puestos, de los que nos tomó encontrar nuestros vestidos, ambas nos encontrábamos exhaustas, así que escogimos, los primeros zapatos que nos parecieron aceptables y que combinasen, con nuestros vestidos.

Al llegar a mi casa, Vaioleth pidió el teléfono para llamar a su madre, pidiéndole que la dejara quedar en mi hogar, mientras mi madre, nos serbia algo de comer.

-¿Qué tal las compras?-Pregunto mi madre.

-Misión, casi imposible.- Respondí.

-Fue completamente agotador.- Dijo Stephanie.

-Debió serlo.

Cuando nos encontrábamos en la cama, Stephanie me comento cuantos problemas tenía con su novio, de un tiempo para acá, se portaba distante, en situaciones la ignoraba y prefería sus amigos y amigas, antes que a ella; en su casa, las cosas no marchaban bien, su padre estuvo a punto de perder su trabajo, y su madre no se encontró muy bien de salud, por un tiempo.

-Vaya Stephanie, creí tener más problemas que cualquiera.

-Todos creemos, ser los únicos en tener problemas.- Sonrió.

-Deja que la música, suene más fuerte que los problemas.-Dije, mientras ponía mis audífonos, en sus oídos.

-Eres estupenda Vaioleth.-Dijo Stephanie, mientras sonreía.

-Tú también lo eres.-Sonreí.

-Gracias, querida.

Un buen recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora