3. Cap

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Cap. 3

El martes alrededor de las 6:00 pm el teléfono sonó así que lo conteste ya que mi madre se encontraba dictando clases en la iglesias a los niños próximos a realizar su primera comunión.

-Buenas tardes, familia Goulding.

-Buenas tardes señorita Vaioleth.

Dios, su vos era tan sexy, dulce y varonil.

-Eres tu Sebastián!- no pude evitar sonreír-No esperaba tu llamada.

-Efectivamente soy yo, ¿Cómo estás?

-Bien y Tu ¿cómo te encuentras?

-Bien, Vaioleth ¿te gustaría conocer a mi familia?-Pregunto emocionado.

-Si me gustaría- tartamudee.

-¡Excelente!, entonces te recojo el jueves a las 5:15 ¿de acuerdo?

-Perfecto, entonces te veo el jueves Parker.

-Así será entonces adiós señorita que tengas un buen día, cuídate.

-Lo mismo para ti, adiós

-¡Espera!

-¡¿Qué paso?- pregunte sorprendida.

-Por poco lo olvido, tu voz es hermosa, te quiero. Corto la llamada.

Dios este tipo me volvía loca, y acababa de decir que me quería. Ahora tan solo tenía que esperar que llegara el jueves.

El jueves llego finalmente, Estaba tan emocionada; luego de bañarme, me coloque un  vestido con tul color azul, y sandalias plateadas, entonces tocaron a la puerta a las 5:30.

-Perdón por llegar tarde Vaioleth, el tráfico era impresionante.

-No te preocupes, suele pasar.

-Luces impresionantemente bella-Dijo con la boca medio abierta y mirándome de arriba abajo.

-Gracias- conteste, y me percate de lo sonrojada que estaba-Tu también luces bien hoy.

-Gracias. Sonrió.

De camino a la casa de sus padres, platicamos de nuestros gustos y nos hacíamos preguntas cómicas y tontas.

-¿Vaioleth, te gustaría casarte?-Pregunto de la nada.

-Veras, si me gustaría casarme, pero tendría que ser única y exclusivamente con la comida, ¡rayos! Es una lástima que no se pueda.- Respondí con tonalidad triste.

-Lo sé Vaioleth, es una lástima.-Reímos.

Cuando llegamos, observe lo grande que era la casa de dos pisos, los pisos eran en madera, las paredes de color blando pastel, muebles de madera y telas finas. Entonces nos saludó una mujer con unos 40 años enzima, su cabello era largo, negro y con canas blancas como la nieve, ojos de color marrón, y estatura baja.

-Hola, eres Vaioleth ¿verdad? –Sonrió- Sebastián no hace más que hablar de ti.

-Mamá, no se lo digas- Respondió Sebastián sonrojado.

-Hola, así es yo soy Vaioleth, es un gusto conocerla.- Respondí sonriéndole a ambos.

-Voy a mostrarle mi cuarto a Vaioleth mamá ¿de acuerdo?

-No hay problema, Pero no te doy más de 15 minutos arriba, ¿entendido?- Dijo la madre de Sebastián, dudosa.

-No pienso violarla, si es lo que crees.- dijo sonriendo.

La habitación se encontraba en la parte de arriba, Las paredes eran blancas, tenían poster de personajes anime, portadas de libros, y símbolos de rock, en todas partes,  su cama era el doble de lo que era la mía, al frente reposaba en una mesa pequeña, un televisor pantalla plata, grande  y al lado de esto había un closet gigantesco.

-Aparte de guapo, es rico.- susurre.

-Dijiste algo-Dijo mientras buscaba algo.

-Na…nada.-Dije

Mi situación era poco creíble, jamás imagine encontrar un hombre como el, en realidad jamás pensé poder sostener un romance o algo similar, me encontraba en el cuarto de un chico, el cual podría tener a cualquier chica que quisiera, y sin embargo me eligió a mí, sorpresas te da la vida pensé.

-¿Qué buscas Parker?

-Nada en especial, supongo que no está aquí.

-Entiendo.

-¡Jovencitos hora de bajar, les tengo galletas con leche!- Grito la madre de Sebastián.

Bajamos de inmediato y efectivamente su madre nos había servido galletas de vainilla y leche fría; nos sentamos en el sofá y disfrutamos las galletas viendo un programa en la  televisión, el cual no logro recordar cómo se llamaba, mientras su madre realizaba la comida.

-¿Dónde está la felicidad Parker?-Pregunte sin darme cuenta.

-La felicidad está en disfrutar galletas con la mujer más hermosa a tu lado, Goulding-Sonrió- Hay esta la felicidad.

-A este paso caeré en tu garras pronto- dije mientras me mandaba una galleta a la boca.

-Entonces lo estoy haciendo bien- Dijo, mientras me miraba fijamente.

-Efectivamente- Sonreí.

Estuvimos hablando de incoherencias como solíamos hacerlo, cenamos y reímos con su madre tocando temas sobre cuando Sebastián era pequeño y las travesuras que este hacía.

-Sabes Vaioleth, cuando Sebastián era pequeño subía a las sillas del comedor y saltaba gritando a todo pulmón que saldría volando.- Dijo la madre de Sebastián mientras reía.

-Vaya que tenías imaginación de pequeño Parker.-Dije mientras sonreía.

-No es… veras… era muy pequeño- Replicaba sonrojado y avergonzado Sebastián.

Todos reímos.

Cuando llego la noche y la hora de marcharme a mi casa me despedí de su madre, la cual fue el único miembro de la familia que pude conocer  ya que todos los demás se encontraban en un paseo semi familiar, Sebastián me acompaño hasta mi residencia y nos despedimos de  beso en la mejilla y un abrazo.

-¿Entonces nos vemos mañana señorita Goulding? –Dijo Sebastián.

-Eso espero, señor Parker.

-Así será, ten una buena noche.

-Lo mismo te deseo.

Al entrar a mi casa, mi  madre me ofreció cena la cual tuve que rechazar ya que estaba completamente llena, entonces nos sentamos en el sofá y le conté todo lo que había hecho esa tarde, y claro esta ella me platicó de igual forma sobre su día.

-Hoy te llamo Stephanie, dejo como recado que no  olvidaras el trabajo de literatura pendiente para el próximo martes.

-Oh cierto… lo había olvidado por completo, supongo que iré a llamarla, gracias mamá.-sonreí y le desee una feliz noche.

Luego de llamar a Stephanie acordamos realizar el trabajo que se nos había dejado  el próximo sábado y hablamos sobre nuestras aventuras amorosas, ninguna podía quejarse, estábamos felices y dichosas por cómo nos trataba el karma últimamente.

Gracias por leer mi libro :’3 se los agradezco de corazhon~ <3

Un buen recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora