Vale. No no es Nash. Pero ¿Ahora que hago?
Porque quien me ha tocado he sido yo misma. La botella me señala a mí.
Miro a Marina en plan: ¿Que hago?
Y entonces ella dice: Deberías tirar otra vez.
Resoplo.
Marina continúa:
-Pero, ya que es tu cumpleaños, te doy la ventaja de que elijas a quien tu quieras.
Le echo una mirada de : ¿En serio? Y en mi cabeza pienso : Vaya mierda de ventaja.
¿Que hago? Porque yo solo quiero que sea Nash, pero por otra parte, puede ser un poco patético, y se puede sentir presionado, no sé.
Pero que c*ño. Lo elijo a él.
¿Cómo se lo digo?
Como está sentado a mi lado, aprovecho, me acerco a él y le susurro: tú.
Todos silban por lo bajo.
Él sonríe y a los dos segundos ya esta de pie. Vaya. Ni se lo ha pensado. Entoces agarro la mano que me está ofreciendo y me levanto yo también.
Entonces Nash me coge delicadamente de la cintura y me guía hasta la puerta.
Entonces llegamos a las escaleras y subo los primeros peldaños mientras Nash cierra la puerta divisoria entre éstas y el sótano.
No lo había pensado, pero una vez así no se ve absolutamente nada. Entonces estiro los brazos para localizar a Nash. Mis manos dan a parar a sus mejillas, entonces él agarra mis muñecas y yo quito las manos de su cara para entrelazarlas con las suyas.
-No voy a besarte. -Dice mientras sube un escalón, acercándose a mi de tal manera que nuestras cabezas están a la misma altura.
Noto su respiración suave pero firme mientras espero que él no note la mía entrecortada.
-Entonces no me provoques.- Digo riendo pero temiendo el por qué.
Nash junta su frente suavemente con la mía y niega un par de veces.
Entonces se separa de mí.
-No... no pienses que no voy a besarte porque no quiera. No lo voy a hacer porque estoy cansado de juegos. Quiero que nuestro primer beso. -Hace una pausa- Bueno... segundo, quiero que sea natural y no por un juego.
-Pero yo te he escogido a tí por algo.
-Y me hubiera dolido más de lo que piensas si no lo hubieras hecho, pero por culpa de una "apuesta" te hice daño y quiero que todo lo que nos pase a partir de ahora sea espontáneo.
-Me parece bien -Le digo, y en realidad, me lo parece pero me encantaría besarle.
Entonces me da un beso en la mejilla. Baja el primer escalón y yo bajo el mio, pero me resbalo y me caigo encima de Nash,aunque él me sujeta y no nos caemos.
Él está de espaldas mí y estoy como montada a caballito,pero una parte de mi camiseta se ha levantado y Nash me sujeta la piel desnuda, haciendo que un escalofrío me recorra el cuerpo y se me ponga la piel de gallina. Nash me suelta poco a poco para que no ma caiga y, sin darse la vuelta, gira su cabeza hacia la derecha, y dice:
-Me gusta saber que tengo ese efecto en tí. Porque tú lo tienes en mí.