6. Farsante?

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Segundos antes.

El chico me hizo señas para que me quitara de la ventana, y así lo hice. Lo vi tomar impulso, comprendí muy tarde lo que él iba a hacer. Lo vi saltar, sus hermanos en la puerta lo habían escuchado. 

-Theo! Maldita sea! Abre la puerta! Theo!

La puerta cedió ante los golpes de los chicos. Grite por la sorpresa, ellos se abalanzaron contra mi, lance la mochila del chico contra uno de ellos, el tipo sólo la golpeo esta cayo por la ventana. 

Trague con dificultad, sonreí para los tipos. Vi que uno de ellos iba a atacarme, lo tome de la muñeca, gire sobre mis talones para quedar sobre su cuerpo, luego use su propia fuerza para lanzarlo por encima de mis hombros, aún sosteniendo la muñeca del anterior, tome la daga que me habían dado y la aseste en el abdomen de otro tipo. Golpee a otro de una patada, y golpee al ultimo con mi puño. Solté la muñeca del primero algo asustada, no sabia de donde había salido eso, nunca había aprendido a pelear. Escuche como uno de ellos se despertó e intento atraparme, corrí a la ventana y salté.

Esperaba en Dios que el chico me atrapara, ya que no quería quedar pegada en la calle.

Sentí como unos brazos fuertes me atrapaban.

-La próxima vez podrías avisar que vas a saltar! ¿Por qué tardaste tanto?

-Vayan por ellos! -dijo uno de los hermanos del tipo.

-Creo que hice enojar a tus hermanos- dije viendo al tipo que se asomaba por la ventana- Me sueltas?

Él se percato que aún me tenía alzada y me bajó.

-Lo siento. Nos vamos?

-A dónde?

-Te parece a tu casa?

-Mi casa? Por qué?

-Ellos no saben donde es -dijo él encogiéndose de hombros.

Lo medite por unos segundos y accedí.  Tomamos un taxi, o más bien nos abalanzamos sobre él, presionamos al taxista para que condujera rápido, al final llegamos rápido.

Bajamos del taxi, y subimos a mi apartamento, estaba lleno de papeles por doquier, había investigado al tipo por tanto tiempo que había olvidado acomodar.

-Vaya! -dijo él viendo mi pizarra con fotos- qué es esto?

-Mi orden para comprender cosas, lo que esta en verde, es algo que ya comprendí, amarillo, algo que sé a medias, y rojo lo que no comprendo por completo.

-Por qué mi foto esta en rojo?

Lo mire algo sorprendida de que no entendiera el por qué él estaba en rojo.

-Creo que es obvio... Eres todo un misterio. No hay nada en ti que tenga lógica. Y no intentes convencerme de que los dioses griegos existen, por que sabes que no es cierto.

Él sonrió de medio lado y dijo:

-Bien, no te convenceré, pronto lo descubrirás.

-Eres imposible -dije- en que clase de culto estas?

Él me miró y añadió:

-No voy a ningún culto, venero a los dioses griegos, no a ese farsante que ustedes llaman "Dios".

-Farsante? -pregunté algo dolida.

-Olvídalo. -dijo él.

-Bien. ¿Cuál es tu verdadero nombre?

-Theo, pero prefiero que me llamen Nathan. -dijo él viendo quitando cosas de mi investigación.

-Hey! Oye! ¿Qué estas haciendo?

-Nada de eso tiene que ver conmigo. No soy un extraterrestre. -dijo él algo indignado viendo y quitando el papel que decía eso.

Me encogí de hombros.

-¿Cuántos años tienes? -proseguí.

-Ya perdí la cuenta... Creo que aparento 30 o más...

-¿Dónde naciste?

-Ya te lo dije y crees que es una mentira- dijo él bruscamente- lo siento.

-Esta bien. -miré el reloj eran las 10 de la noche. -creo que deberíamos dormir, te traeré mantas y una almohada.

Él asintió.

Nathan.

Era increíble la investigación que ella había hecho,  iba tomando lo que era tonto o no tenia sentido. Vi a la chica poner una almohada y varias mantas sobre el sofá.

-Buenas noches -dijo ella.

Asentí y añadí:

-Te recomiendo que descanses... mañana será un día difícil y debemos irnos de aquí pronto.

Ella asintió poco  convencida, seguí viendo la investigación durante varias horas, luego de un rato miré el reloj eran las 3 de la mañana, quería dormir pero realmente no podía hacerlo llevaba alrededor de veinte años de no poder dormir.

Los sueños me atormentaban cada vez que intentaba dormir. Mire la repisa y camine hacia ella, allí había una fotografía de Kara con un hombre, este hombre era Alexander o bien en mi época había sido Alexander ahora posiblemente era ese tal Will.

Vi el amanecer, estaba sentado en el sofá. Luego de un par de horas vi a Kara salir de su habitación con una ropa distinta, ella me observó y dijo:

-Dormiste?

-Si. -dije.

Alce mi vista, pero no dije nada.

-¿Quieres comer algo?

Negué con la cabeza.

-Sabes estuve pensando y... Creo que no voy a acompañarte- dijo ella suavemente.

-Comprendes que si no vas conmigo pueden herirte, cierto?

-Will puede protegerme- dijo ella- Es un policía después de todo.

-Como quieras, es decisión tuya, sólo espero que mis hermanos no descubran donde vives, ya viste que ellos no tienen misericordia, por nada, ni por nadie.

Ella asintió.

-Bien, entonces... Creo que es hora de que me vaya.

Empecé a caminar hacía la entrada, esperaba por algún motivo que ella viniera tras de mi, aunque eso no sucedió.

La Maldición De AresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora