7. ¿Como gato?

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Caminé con la capucha de mi abrigo sobre mi cabeza, con el rostro bajo y caminaba aprisa. No quería ser reconocido, sabía que mis hermanos me estaban buscando.

Sentí la presencia de alguien, así que entré  a un callejón, me escondí tras un contenedor de basura, cuando sentí la presencia más cerca salí y con movimientos rápidos ataqué a la chica que me seguía, la prense contra la pared.

Cuando me tome un segundo para verle el rostro, noté que era ella, era Kara, ella me dio una mirada de odio y se quejó:

-Auch!

-Lo lamento! Pero intenta no volver a seguirme - dije mientras la soltaba.

-No estaría siguiéndote si tuvieras un celular o si no caminaras tan aprisa!

-Lo siento, pero intentaba pasar desapercibido.

-Puedo asegurarte que no lo estas consiguiendo, puedo ayudarte hacer algo para que te sea más sencillo pasar desapercibido.

La observé por unos segundos, luego ella dijo:

-Vamos Nathan! Déjame ayudarte!

Asentí resignado, principalmente al notar que ella traía su propia mochila.

Su idea de pasar desapercibida era con un cambio de imagen al cual me negué rotundamente al ver donde ella me había traído, una barbería.

-No. -dije.

-Por favor! Es lo más simple! Si cambias tu look, ya no te veras como eres. Es sólo un corte y quizá un tinte, creo que rubio te verías bien.

-No! -repetí.

-Pero... Eso es lo que hacen en las películas!

Golpee mi rostro con mi mano al comprender a que se refería ella.

-Si le seguimos la corriente a una película, perderemos tiempo, valioso tiempo. Si perdemos ese valioso tiempo le daremos ventaja a mis hermanos para descubrir donde estamos.

-Okay. -dijo ella resignada.

Luego de eso caminamos en silencio por un largo tiempo. Hasta que me harté y decidí romper el silencio:

-¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Ella lo medito y luego respondió:

-Pensé en lo que dijiste ayer... Quiero conocer quien soy realmente, dices que soy hija de Atenea, quizá sea cierto, no?

Ella me miró expectante, al notar que no dije nada ella continuó.

-Sé que es tonto o atrevido que lo diga, pero... Por alguna extraña razón contigo he sentido que sé quien soy... Generalmente me siento... -ella pensó por unos segundos y luego negó con la cabeza. 

-Te sientes como un pez fuera del agua?

Ella asintió.

-Es normal, yo me sentía así.

Ella sonrió y luego añadí:

-Si me vas a acompañar harás lo que te diga, entrenarás, te enseñare a luchar, no puedes ser una carga.

-Bien. -dijo ella.

Habíamos llegado a la parada de buses, observé los nombres y subí al que quedaba más cerca de mi destino. Me voltee y noté a la chica nerviosa, ella había subido al bus pero observaba todo detenidamente. Tome su mano, mientras la guiaba al asiento, una vez sentados, solté su mano.

Ella sonrió un poco y luego dijo:

-Lo siento, es sólo que la última vez que viaje en un autobús casi nos estrellamos, no puedo subir a uno sin que ese recuerdo venga a mi.

La vi tensarse cuando este arrancó.

-Esta bien, no hay problema. Dime, ¿Cuál es tu nombre?

Ella respiro profundo con los ojos cerrados.

-¿Cuál es tu nombre? -repetí suavemente.

-Katherine... Katherine Daniels, mis amigos más cercanos me dicen Kat. -dijo ella abriendo los ojos.

-Kat? ¿Cómo gato?

Ella rió un poco y asintió.

-Cuéntame algo que nadie sepa... -dije para que ella se relajara.

Ella se quedó en silencio por un tiempo y luego dijo:

-Nunca me he subido a una montaña rusa, tengo miedo que el carrito en el que voy salga volando.

Reí y ella conmigo.

-Sé que es estúpido... Pero ha ocurrido! -dijo ella viéndome.

-Si, es cierto. Realmente no me gustaría ser esa persona. Sin embargo, cuando vas ahí sientes adrenalina, no es el tipo adrenalina que sientes cuando luchas, esta es una placentera.

-Quizá... Aún así creo que preferiría no hacerlo.

-Bien. Sigue diciéndome cosas sobre ti.

Katherine medito y dijo:

-Pretendía llegar virgen al matrimonio, aunque no fue posible.

La miré esperando que ella estuviera sonriendo coqueta, pero estaba seria, con la mirada perdida en el camino.

-¿Qué ocurrió?

Ella me miró y añadió:

-Fui violada hace unos años.

Sentí una ira enorme invadir mi ser, deseaba conocer el nombre del tipo o los tipos, quería liquidarnos yo mismo.

-Lo siento-dije.

-Debí hacer caso a las advertencias, no es bueno que una chica este sola en la calle a altas horas de la noche.

-Eso es estúpido! -dije molesto. -Creo que ninguna persona debe tener miedo a caminar solo o sola.

Ella me observó y dijo:

-Es bueno que alguien piense así, lastimosamente esta es la sociedad en la que vivimos... Las mujeres no valemos nada...

Era algo cruel... que una chica pensara eso y sin embargo, sabía que habían muchas mujeres con ese pensamiento.

-Lamento haber arruinado la diversión que teníamos... -dijo ella.

-Esta bien, al menos hice que olvidaras tu miedo a un accidente.

Katherine sonrió un poco y asintió.

-Es cierto, gracias. -dijo ella tomando mi mano.

Miré nuestras manos unidas, por un segundo pensé en realizar las tareas, tan sólo para estar con ella...

-Espero que puedas solucionar tus problemas pronto, así podré regresar con Will.

Y hasta ahí llegaron mis ganas de enfrentar las tareas, solté su mano y dije:

-Si, yo también lo espero. Lamento haberte involucrado en esto.

-Esta bien... Necesitaba hacer algo diferente para variar mi vida es demasiado monótona.

Así que soy un entretenimiento para ella, pensé.

-No es que este diciendo que eres un entretenimiento, ni nada similar, es sólo que salir de mi vida monótona es mejor, me hace sentir libre, sin ataduras.

Dijo Katherine como si leyera mi mente.

-Eso es parte de vivir placentera y plenamente. Sentir que vives sin ataduras. -dije sonriendo tenuemente.

La Maldición De AresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora