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Se vieron, de cuerpo a cabeza, sin decir nada, un silencio incómodo que duro 10 segundos, pero parecía una eternidad. ¿Que hacían? ¿Se hiban mantener viéndose así porque si? Alguien debía de romper aquel silencio, pero ninguno de los dos se atrevía a hablar. Por error un señor que estaba cargando al hijo en sus hombros, se tropezó con un vaso de plástico que estaba en el suelo, esto hizo, que empujara al peliverde y juntara su pecho con la cabeza del azabache, este se separó inmediatamente mirando hacia al cielo.
- Luffy.. ¿Vamos? - Dijo el mayor, así rompiendo el silencio, ignorando lo apenas sucedido, sin decir nada más, fueron a la rueda rusa, para compar las boletas y subirse.
Mientras caminaban, Zoro no podía evitar ver desde su altura al pequeño azabache, aunque aquel sombrero de paja no lo dejaba divisar bien. Con esto dicho, Roronoa le quitó el sombrero para que colgara desde el cuello de Luffy.
- ¿Qué haces? - Preguntó inmediatamente.
- Esque, tu sombrero no me deja verte - lo dijo con total sinceridad, Luffy se ruborizó al instante. - Eres muy bajito ¿sabes? - apenas dicho, pone su mano en la cabeza de Luffy, acariciandolo como si de un perro se tratase.
¿Qué clase de juego estaba tramando Zoro? De repente se puso completamente amable, cuando antes le daba miedo hablar, ¿Acaso estaba intentando ser sincero? O ¿Simplemente quería incomodar al muguiwara?
Después de un rato llegaron, compraron sus dos boletas y se subieron a la gran rueda rusa, tal como lo había planeado Roronoa. Ya en la cabina de este juego, se sentía otra vez el aire incómodo del principio, no sabían que hacer ni que decir, estaban atemorizados, principalmente Luffy.
- Jaja - se rio el peliverde.
- De que te ríes?
- Lo siento, por haberte traído aquí, es algo raro ¿no? Osea, otra vez juntos, los dos... Como en los viejos tiempos... - su cuerpo se sintió pesado - Solo quiero ser honesto en lo que te voy a decir, sin ataduras ni nada por el estilo....
- ¿Qué quieres decir?....
- Yo... Mira, fue gran... Parte mía, de que nos hayamos separado... Me deje llevar por mis celos... Y rabia, no quería perderte, pero eso fue lo único que hice, te fuistes de mí, eso no lo quería, me senti tan solo, tan abandonado... Luffy... Tú eres mi única vida - agarro las manos del pequeño - Yo te amo y te deseo con toda mi alma y mi corazón, quisiera que volviéramos juntos para irnos lejos de aquí y nunca volver... Se que suena muy repentino lo que estoy diciendo pero es la verdad...
- Zoro... - Luffy ni sabía que decir ante aquella propuesta, que confusión tan grande le acababa de meter el mayor, intento de que se calmara y dijiera las cosas como son. - Espera Zoro... Yo, no se que decir, mi vida a sido totalmente diferente, con lo que pasó con Nami ya no me importa, ella ya no esta... Y no se si seguir sintiendo otra vez aquel dolor contigo.
- ¿Qué?.... - Esto hizo un gran impacto en el corazón de Zoro que hasta Luffy lo sintió, se podría considerar que fue como una pequeña conexión - ¿Porque? ¿Yo no era importante para ti? ¿En serio piensas cambiarme por ese maldito ojeroso tatuado? Siempre me decías que yo era el único en tu vida, que no me cambiarias por nada en este podrido mundo!!! ¿Ya no lo soy?!! ¡¡¡¿EH?!!! - Inclinó su cara hacia al suelo tapándose con sus ridollas para evitar cualquier lágrima que se atreviera a salir.
- Zo... Ro... Mirame... Porfavor...
El peliverde alzó su mirada poco a poco y "wow... Que lindos ojos negros", pensó el mayor, ¿hermosos verdad? Nadie lo podía negar, fue en lo primero que se fijó, suspiro y dejó que su corazón hablase.