Capítulo XI: Pláticas aburridas

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Sin fecha

Ese día fue el último en que salí con él y lo vi, el resto de días simplemente hablamos pero, poco a poco fue poniendose aburrida la conversación ya que se basaba en:

Hola, ¿qué tal?, ¿qué haces?, ¿ qué haces?, hola, etc.

La misma rutina todos los días, soy de responder siempre pero, ya me cansaba siempre de lo mismo hasta que una tarde del 17 de Julio pasó lo siguiente:

16:08 ¿Cómo estás?

16:10 Ahí ¿y tú?

16:13 Todo bien

16:14 Bueno ya me voy, hablamos luego; adios.

16:18 Bueeeeeeno

Ahí lo dejé en visto, me despedí y es mi forma de terminar una conversación, dije que desde allí no quería volver a hablarle.

Yo seguí yendo a El Peruano, ya sea a comer o sólo comprar pero, no me concentraba si él estaba o no, si me veía o no; saludaba al resto de los mesero porque ya me conocían gracias a él, se había terminado mi historia con él, el niño que pensaba que sería mi novio, felizmente no le dije nada a mi madre, hasta la actualidad no sabe de él y prefiero que se quede así. 


Una historia muy hermosa...para ser tan cortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora