Recuerdos

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Tragué en seco antes de tomar una de las fotografías y levantarla frente a mí. Mis manos temblaban, aunque tal vez sería extraño si no fuera así. Mis labios se curvaron en una sonrisa involuntaria al ver lo que retrataba la fotografía que había escogido tomar...

...

La primera vez que había visto a Ash me había sorprendido realmente. Mientras bajábamos esas escaleras el miedo por lo que vería a continuación me había paralizado por completo. Era algo completamente nueva para mí. Un mudno que hasta entonces desconocía. No conseguía entender cómo Skip podía caminar con tanta tranquilidad entre las personas, acostumbrado al panorama.

Cuando el chico moreno se detuvo frente a un joven rubio de ojos verdes no pude ocultar mi sorpresa. Lucía muy diferente a como lo había imaginado; su apariencia contrastaba demasiado con el lugar en el que estábamos, como si fuera una perla entre rocas y musgo. Aunque el aura que lo rodeaba me hizo darme cuenta que no era una persona fácil.

El tono sarcástico en su voz cuando me llamó niño me irritó, haciendo que agregara "infantil" a la imagen que tenía de él. Pero admitía que era difícil creer que era más joven por el modo en que se comportaba. Cada movimiento parecían haber sido planeados y tener una intención particular. Pensé que sólo disfrutaba burlarse de mí por ser completamente nuevo en un lugar como ese, por lo que no le di mucha importancia.

—¿Es eso un arma real? —no pude controlar la pregunta o mi tono curioso cuando vi el arma sobresalir de su bolsillo. Por el cambio de ánimo, pensé que había cometido un error y me estaba preparando para cualquier tipo de burla al que podría llevar mi estúpida pregunta—. Las armas son ilegales en Japón, ¿puedo sostenerla? —Ibe se acercó de inmediato hacia mí, colocando su mano en mi hombro. «No preguntes algo como eso, Ei-chan», me dijo con notorio pavor.

Tal vez tenía razón y yo estaba tomando muy a la ligera la situación. Las personas que estaban frente a mí eran peligrosas, aunque en esos tiempos yo no tenía ni idea de lo que podrían hacer. Pensé en retractarme, ¿pero cómo hacerlo ahora? Imaginé que quizá serían misericordiosos si se daban cuenta de que mi pregunta había sido meramente superflua.

—Está bien.

No me detuve en pensar por qué todos lucían tan asombrados cuando Ash me dio su arma. La toqué con cuidado, y tras balancearla en mis manos la regresé sonriendo por haber saciado mi curiosidad.

—Gracias por confiar en mí —la siguiente pregunta se formuló en mi mente una vez regresé el arma—. ¿Puedo preguntarte algo? Tú... ¿has matado a alguien?

—Lo he hecho —su expresión carecía de toda emoción cuando lo dijo, aunque no se detuvo a meditar la respuesta. Me pareció que había estado esperando esa pregunta por lo mismo—. Eres un bebé.

Me pareció que su actitud había cambiado un poco cuando se dirigió hacia Ibe para responder sus preguntas, aunque no le hice caso. Seguí a Skip hasta una de las mesas donde nos sentamos a hablar un poco. Su «Ash no deja que nadie toque su arma», me hicieron sentir orgulloso por un segundo hasta que el «cuando alguien intentó tocarla él le voló los dedos» hicieron que sintiera mi corazón detenerse. Realmente sentí mi estómago revolverse ante el pensamiento.

—¿Y hasta ahora me lo dices? 

—¡Ve el lado positivo! Parece que Ash te quiere.

Se me hizo extraño que usara la palabra querer hacia una persona a la cual el rubio había decidido cumplir un capricho en lugar de volarle los dedos. En verdad ese mundo era demasiado diferente al mío.

—Ash Lynx es un apodo, significa "gato montés". Nadie puede domarlo, él es totalmente salvaje —la admiración en la voz de Skipper y el modo en que describía su destreza me hicieron imaginar sus palabras con detalle. Una persona indomable, sin miedos, capaz de hacer cualquier cosa.

A happy day for Banana Fish (Banana Fish) (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora