En ese punto había comprendido que no servía de nada sentirme culpable. Había cosas que no podían ser evitadas y lo único que se podía hacer era actuar. Había decidido proteger a Ash del mismo modo en el que él me había protegido y no me iba echar atrás con mi palabra. El plan podría no ser el mejor, pero fue lo que se nos ocurrió en la menor cantidad de tiempo.
Cuando los disparos comenzaron a sonar me preparé como me habían indicado, tras dar la advertencia lo único que tenía que hacer era jalar el gatillo. Acabar con la vida del hombre que tantos problemas nos había dado, aquel que había mantenido a Ash como un juguete y había sido culpable de la muerte de tantas personas... La situación seguía pareciéndome lejana y cuando me di cuenta era tarde para jalar el gatillo. El miedo seguía carcomiéndome, la inseguridad de que no era correcto, a pesar de saber que era la única forma de hacer las cosas.
—¡Eiji! ¡Por aquí!
Entre la lluvia de balas movimos a Ash, quien a pesar de su débil condición seguía siendo capaz de disparar con precisión. «Está a un nivel muy distinto de todos» pensé, aunque desde siempre lo había sabido.
—¿Quedaste ciego? —el subterráneo estaba silencioso aunque no estábamos muy lejos de la superficie.
—Sí, pero es sólo temporal.
Decidí llevarme al rubio lejos de los demás para que pudiera tranquilizarse. Junto a la fogata lucía aún más cansado y decaído, pero estaba bien. Estaba vivo. Su mirada melancólica se perdía sin punto fijo, pero a diferencia de otras ocasiones él no me parecía tan lejano o inalcanzable. Estábamos juntos y podía sentirlo.
—Me salvaste de nuevo, Eiji...
—Vamos, me has salvado en innumerables ocasiones. Estás bien y no perdimos a nadie. Fue trabajo de todos —a pesar de la protección que había él no parecía estar por completo seguro. Podía ver sus ganas de tomar el control y ponerse en marcha a un lugar más lejano. Si estuviera en mejores condiciones tal vez no lo hubiera convencido de tomarse un descanso y relajarse—. Escucha a tu "hermano mayor" por una vez.
Vaciló bastante, pero al final me dio la razón.
—Puede que tengas razón. Siempre espero que suceda lo peor, tal vez porque soy un cobarde —sus palabras sonaban indulgentes. El fuego formaba sombras su rostro y tuve que contenerme de abrazarlo ahí mismo, porque sentía que si lo hacía se rompería en mis brazos.
—No digas eso, no eres un cobarde.
—No, es por eso que sigo vivo. Siempre pensando en el futuro, no puedo calmarme —se encogió de hombros y cerró sus ojos por unos momentos mientras hablaba—. Es por eso que siempre pienso lo peor... —pensé en acercarme, pero pareció anticipar mis palabras pues abrió los ojos y me miró. Quizá lo hacía a través de una bruma, sin ser capaz de distinguir mi rostro de la oscuridad, pero podía sentir que me estaba mirando a mí.
Se mantuvo en silencio unos instantes, sólo viéndome; apreciándome.
Después de unos minutos pareció haberse recuperado un poco. Caminó hacia Sing poniendo las cosas en movimiento. Estaba notoriamente agitado y sus causas eran razonables. Tal vez ya era muy tarde para actuar. Él no quería hacerme cargar con un arma otra vez, pero eso no evitó que me dejara participar. Nos dividimos en grupos y todo era oscuridad, gritos y disparos.
—¡Eiji, vuelve! ¡Vuelve!
Cuando decidí separarme sus gritos parecieron opacarlo todo. Pero no miré hacia atrás y agradecí a Caín que no lo dejara. Ash era su líder y si lo perdíamos todo estaría acabado. Incluso yo entendía que era mejor si moría yo al rubio, y eso estaba bien. Mientras él estuviera bien no me importaba qué me pasara, aunque nunca dejé que ese pensamiento me guiara del todo. En lo profundo de mi mente sabía que sólo actuaba para que cuando todo terminara pudiéramos estar juntos otra vez.
———
Max no imaginó que simples recuerdos pudieran descontrolar tanto a Ash. Aunque en primer lugar no eran tan simples. Había escuchado las cosas por las que habían pasado últimamente, pero lo único que importaba era que todos estaban bien. Ibe continuamente estaba ansioso por Eiji, por lo que aprovechó la oportunidad de trabajar junto al rubio cuando éste apareció. Había perdido una gran noticia, pero al menos todo había salido bien. Incluso si no hacían caer a Dino Golzine con los datos del Banana Fish, ya encontrarían otra forma de hacerlo.
Una vez estuvieron en un lugar lejano fue más fácil para él entender todo por lo que había pasado Ash.
Toda su vida enfrentando una cruel realidad sin escapatoria, y a pesar de vivir bajo esos recuerdos él se seguía mostrando fuerte. Hace tiempo había concluído lo importante que era Eiji para el rubio, pero se sentía como si hubiera subestimado esa tranquilidad que le expresaba al otro el asiático. Para alguien que había vivido en sombras, ese cariño que se le mostraba era la luz de la que siempre había estado huyendo. Una cálida luz que lo complementaba. Sombra y luz. Ash y Eiji. Esos dos parecían tener una unión mucho más profunda que cualquier otra que haya visto antes.
—Lo siento, viejo. Estaba a punto de dispararle.
—No te preocupes —si Griffin aún siguiera con vida Max imaginaba que ocuparía el lugar que él quería ocupar. Preocuparse por Ash como un familiar, viéndolo como el adolescente que era sin pensar en lo que le había pasado o lo que había hecho. Sentía algo de culpa al pensar todavía en su hermano... él pudo ayudarlo, pero lo dejó. Cuidar de Ash era lo único que podía hacer por aquel que había sido su mejor amigo—. Lamento hacerte pasar por esto.
Cuando Charlie declaró lo que pensaba hacer, el rubio intervino con una expresión que parecía desconocida en él.
—Sólo tienes que usar las mías —indicó—. Soy hombre muerto, nada podría avergonzarme.
No era dolor o lástima lo que se reflejaba en su mirada. Max podía asegurar que Ash había aceptado lo que era su vida; su pasado y en lo que se había convertido. Era casi doloroso verlo aceptar su realidad.
—Olvídalo todo —en ese momento el artículo dejó de parecerle importante. Mientras los documentos se quemaban en sus manos quería imaginar que estaba ayudando a borrar la huella de su pasado—. No, olvídalo. Supongo que si pudieras olvidarlo ya lo habrías hecho... —razonó—. Entonces, evita recordar. No dejes que esto te controle nunca más.
Ash parecía sorprendido de su acción, pero no dijo nada.
Antes de despedirse Max estaba seguro de que Griffin podía verlos. En donde sea que estuviese, él estaba mirando a su hermano. Y no sólo era él. Todas las personas que lo habían apoyado y querido «yo me haré cargo de él ahora», pensó, volviendo junto a Charlie al apartamento que rentaba.
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Espero que el capítulo les haya gustado. Quería poner algo de Ibe, pero pensé que dejando lo que Max era suficiente. No se olviden de dejar sus comentarios y nos leemos pronto^-^gracias por leer.
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A happy day for Banana Fish (Banana Fish) (Yaoi)
FanfictionLa primera vez que Eiji vio a Ash no pudo evitar asombrarse ante el aura que desprendía. Dos personas de mundos completamente diferentes. Ambos tenían sus propios pasados difíciles. Y tras conocerse, al fin ambos habían comenzado a crecer. --- Sigue...