15.2 SaMo pt2

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Era prácticamente inevitable que las lágrimas de sana no salgan, la menor el leer eso, volvió a sentir esa presión en el pecho, esas ganar tremendas de morirse, de borrar su imagen, de no ser ella, de asco hacia ella misma, sus manos temblaban mientras trataba de sujetar aquel pedazo de papel.

Decidió salir corriendo de ahí Hasta llegar a un lugar solitario, no quería que nadie la viese, quería huir para siempre.

-Doy asco...-susurró mientras mas lágrimas caían al suelo.

(...)

El rato pasó, sana se había quedado lo que quedaba del día en ese lugar donde nadie iba nunca y había podido terminar de escribir un capítulo de una pequeña historia que quería publicar mas tarde, de alguna manera se sintió tranquila de haber aprovechado el tiempo en eso.

Ya era la hora de salida, momo estaba esperando a  sana.

-L-lo siento...Ya estoy aquí, estaba ordenando mis cosas.-dijo sana llegando a la salida. Nuevamente sus manos sudaban, había mucha gente,la menor había desarrollado una especie de ansiedad social, sentía que todo el mundo la miraba y en parte tenía razón.

-No te preocupes, ¿Vamos?-dijo momo sonriendo.

-Vamos - dijo sana.

Sin darse cuenta, sana estaba acelerando el paso, quería Irse lo más rápido que podía de ahí.

-Oye...esperame - dijo momo tratando de alcanzarla.

Sana se detuvo un poco y espero a momo.

-Ya estamos cerca...tranquila - dijo momo sonriendo.

De alguna manera la voz de momo le dio tranquilidad, su tono de voz al hablarle fue muy suave. La menor asintió sonriendo, por primera vez en el día había logrado formar una sonrisa en su rostro.

(...)

-Llegamos - dijo momo sacando sus llaves.

Sana retiro sus zapatillas y entró a la casa de momo.

-Bien, podemos ordenar algo de comer...-propuso momo.

-N-no...No tengo hambre...Pero puedes pedir algo para ti...

-¿Porque no tienes hambre sana?

Sana bajo la mirada, su apetito estaba muerto, nunca tenía hambre, no quería comer nunca.

-N-no lo sé...

-Entonces yo tampoco comeré Hasta que a ti te De hambre...-dijo momo encogiéndose de hombros.

Las horas pasaban, ambas jóvenes estaban viendo una película, habían estado hablando, sana le contó a momo sobre lo que escribía, sobre los animes que le gustaban, momo no paraba de sonreír al oírla hablar.

(...)

Momo había estado con su teléfono un rato, sana estaba sentada en el sofá, miraba a momo y vio que se le escapó una pequeña risilla....Muchos pensamientos pasaron por su mente.

"¿Que pasa si se está burlando de mi?"
"¿Que pasa si Está viendo una de mis fotos?"

Las manos de sana temblaban, su respiración era agitada, empezó a morder sus uñas, los traumas y la paranoia la estaban matando, las lágrimas amenazaban con salir.

-¿S-sana?...-preguntó momo.

Sana no respondía, muchos recuerdos pasaban por su mente.

-Sana...¿Estas bien?-preguntó momo.

Sana no pudo más y empezó a llorar.

Ellas realmente la habían pasado bien, momo amaba que a sana le guste escribir, la verdad es que para momo sana era una chica muy interesante, pero la menor no podía evitar sentir inseguridades, no podía evitar sentir asco de ella nuevamente y la verdad es que las inseguridades habían estado tardando en llegar.

-Sana...sana...No llores...-dijo momo acercándose a ella.

Sana nuevamente volvió a sentir que la voz de momo era suave y sintió paz al oírla.

-Cariño...No llores...No llores..-dijo momo abrazandola.

Sana sólo se dedicaba a llorar, momo no sabia el porque.

-No llores más....No llores más...Las niñas hermosas no pueden empapar sus ojos con feas lágrimas....¿Verdad?, no llores cariño...Todo está bien...-dijo secando las lágrimas de la más joven.

Sana tenía ganas de morirse, estaba harta de vivir con tantos traumas.

(...)

Momo logró de que sana se calme, logró hacerla sentir mejor, no le dijo que le diga el porque, el único objetivo de momo era que sana deje de llorar. La menor se había ido a casa, ella solo quería llegar para intentar dormir.

Al día siguiente, sana tomaba el camino largo para ir a la escuela, no quería ser vista. Al llegar, momo la esperaba en la puerta, inconsciente mente sana sonrió.

-Hola sana...-dijo momo sonriendo.

-Momo...Hola...-sonrió sana nuevamente.

Se quedaron un rato mirándose, hasta que reaccionaron y se dieron cuenta de que debían entrar. Momo lentamente tomó la mano de sana y juntas entraron a la escuela.

-¡Cómo puedes tomar la mano de esa zorra!-Decía un chico cualquiera.

-¡Todos te vieron!

-¡Momo no caigas en ella!

-¡Qué asco!

Momo ignoraba los comentarios y solo se encargaba de sonreirle a san quien trataba de fingir desinterés y una pequeña sonrisa. No resistió más y sus pequeños ojitos se llenaron de lágrimas, sus manos temblaban nuevamente, su corazón latía acelerado.

-No...No...llores...No llores...-dijo momo preocupada.

Tomó a sana del brazo y se la llevó lejos, sana sólo podía seguirla, total momo tenía más fuerza que ella. Ambas jóvenes llegaron a un pequeño cuarto donde no había nadie, era como un deposito. Sana estaba teniendo un ataque de ansiedad, no podía controlarse.

-Ellos no saben nada de ti....Ellos no saben nada de ti....ellos no tienen idea... -decía momo aguantando las lágrimas.

Sana seguía temblando, seguía llorando, seguía deseando morir.

-Ellos no saben por lo que has tenido que pasar, cariño ellos son mierda y tu....Tu sólo eres una hermosa chica...

Momo sabía todo lo que había hecho sana, momo sabía ¿Le importaba?, pues no, momo sabía quién era sana realmente, sabía la clase de persona que era, sabía lo que nadie sabía.

-Ven acá....-dijo momo

Sana se acercó, lento pues sus piernas temblaban. Momo no lo dudo, tomó a sana de la cintura y lentamente depositó un beso en los labios contrarios.

-Ellos están hablando de una princesa, no de una zorra, ellos están hablando de una hermosa chica no de una cualquiera, nadie sabe por lo que has tenido que pasar mi princesa, mi princesa sólo mía, ellos no tendrán el privilegio de conocerte realmente, te besaré las veces que sea necesario frente a ellos,  no me importa nada mas que tenerte entre mis brazos.

Sana sonrió, aun lloraba, las inseguridades estaban ahí, pero la voz de momo atacaba nuevamente, sana sintió tranquilidad, la menor se acercó tímidamente a los labios de momo y depositó otro beso.

-Te amo...-dijo momo abranzndola.

Fin.


Twice-One Shots. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora