23. Samo

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-Sana...-dijo momo besando la mejilla derecha de la menor.

-M-momo...momo para...olvida esto...-pidió tratando de separarse.

-N-no puedo...No puedo olvidarte...-reclamó.

-Y-yo soy tu tonta sirvienta...N-no puede pasar nada, estas comprometida...-dijo agachando la cabeza.

Momo la tomó por la cintura.

-Eso no me importa...

-¡Momo!-gritó una joven desde la cocina.

Ambas se alejaron.

-¡Y-ya..Ya voy A-amor...!-gritó momo a lo lejos.

Sana bajo la mirada. Ambas jóvenes se dirigieron hacia abajo.

-¿Necesita algo señorita Im?-preguntó Sana.

-Qué te retires sana, muchas gracias.-dijo despectivamente.
Sana agachó la cabeza, le dolía que Nayeon la trate tan mal, le dolía que momo le diga "Amor" a Nayeon.

-No seas así con ella...-dijo momo tratando de ocultar su furia.

-¿Eh?, yo hago lo que deseo, además es la sirvienta no importa si la trato bien o mal, da igual..-dijo alzando los hombros.

Momo estaba enojada, decidió pararse de la mesa y salir de allí.

-¿En serio te vas a poner así por una simple sirvienta momo?-gritó.

Momo no le contestó y siguió caminando.

(....)

Sana y Momo se conocían hace bastante, de niñas las dejaban jugar juntas mientras que la madre de sana trabaja en la casa de Momo, la señora no tenia con quien dejar a su hija, así que la pequeña vivía en casa de los hirai junto a su madre. Tristemente la madre de Sana falleció, la menor no tenia a donde ir y fue amablemente acogida por la familia, los padres de momo decidieron irse a vivir lejos, dejando a amabas jóvenes viviendo solas. Momo había cometido un error, comprometerse.

(...)

-S-sana...-dijo momo entrando a la habitación  de la menor

Sana levantó la mirada.

-¿Q-que sucede Momoring?-preguntó con cariño.

Eso era algo que Momo admiraba de sana, ella siempre estaba alegre, siempre era amable a pesar de todo.

-Dormiré contigo esta noche...¿Si?

Sana se sonrojo.

-Estas rojita...-río momo acercándose a sana.

Una pequeña risilla escapó de los labios de sana.

-¿Y nayeon?-preguntó.

-Salió...-suspiró.

-Ella no te quiere Momo..., ella solo quiere tu dinero...-reclamó la menor.

-lo sé...

Un silencio se hizo presente.

-Momoring...-dijo sana tomando la mano de momo.

La mayor sonrió de inmediato.

Nayeon no llegaba, ya era media noche y la esposa de la señorita Hirai, seguía sin llegar.

-B-bien sana, vamos a dormir - sonrió momo.

Sana estaba feliz, pues no dormía con momo desde que esta se casó con Nayeon.

Ambas jóvenes se acurrucaron en la cama, momo cubrió a ambas con las mantas y sábanas, estaba nerviosa. Para romper el silencio, la mayor abrazó a Sana por la cintura.

-H-hum...-se quejo sana.

La falta de costumbre de que alguien  haga eso con ella.

-T-tranquila...l-lo siento..

-N-no...No pasa nada...

Momo sonrió.

Sana puso sus manos sobre las de momo, poco a poco se iban relajando.

La mayor No pudo resistir más, las manos de sana se sentían increíbles, se sentía calidez.

La mayor volteo, quedando frente a frente con sana, sus rostros estaban cerca.

-M-momo...

Momo estaba concentrada en los labios de sana, se había quedado mirándolos durante un largo rato.

La mayor se acercaba cada vez más a los labios de sana, estaban a nada de unirlos, pero sana movió su cabeza para un lado.

-L-lo siento...Lo l-lamento Sana...-dijo momo apenada.

-No...N-no...No Momoring...

-Perdón.., yo no debí...-dijo.

-Tu...t-tu sigues casada....-dijo sana al borde del llanto.

Momo agachó la mirada.

-N-no pasa nada momo....Todo está bien...-dijo sana tomando una de las manos de momo y volviendo a acomodarse para dormir.
Momo no podía dormir, su mirada se llenaba de deseo, quería a sana, la quería para ella, no soportaba tenerla a su lado sin poder tocarla, besarla y demostrar que era suya y que la amaba.

Momo presionó la cintura de sana con algo de fuerza, la menor abrió los ojos de inmediato.

-¿M-momo?...

La mayor volteó nuevamente, quedando frente al rostro de Sana.

-Que no importe nada ahora más que tú y yo, hermosa...-dijo momo acercándose a los labios de la menor.

Sana sonrió.

(...)

Ambas se encontraban abrazadas en la cama, momo se lo había hecho a Sana con todo el amor del mundo, para hacerle saber que era valiosa y que realmente la amaba.

-Buenos días momoring...-dijo sana mirándola.

-Buenos días pequeña...-dijo mirándola con ternura.

-Y-ya mismo haré el desayuno...-dijo tratando de pararse de la cama, pero momo tomó la muñeca de la menor y no la dejo ir.

-No es necesario...Ya me encargue, te prepare lo que más te gusta Sana-Chan....

Sana sonrió.

-Gracias momoring...-dijo de manera dulce.

Ambas estaban desayunando, hasta que puerta se abrió y por allí entró Nayeon.

-Sana, preparame un maldito café, vengo con la cabeza a punto de reventar...-dijo nayeon quejándose.

Sana se paró de inmediato.

Continuará...

Twice-One Shots. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora