30. JeongMi

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Teacher.

No soportaba tener que venir a esta maldita escuela todos los días, mis padres se habían divorciado y mi madre quien ahora se encuentra en una fuerte depresión en su desesperación decidió irse del país y yo al ser aún menor de edad no pude quedarme sola en Japón y tuve que venir con ella a Corea, deje a todos mis amigos y amigas allí, mis buenas notas, mi oportunidades de acabar el año e ingresar a la mejor universidad de Japón debido a mi alto promedio, todos mis sueño se veían rotos y completamente destruidos.

¿Por que no me quedé con mi padre en Japón?, simple, es un maldito desgraciado, mi madre está deprimida y a punto de volver a caer en las drogas, simplemente no podía dejarla así. Toda mi vida se fue a la mierda en cuestión de segundos, Mi padre engañó a mi padre y tuvo otra familia por otro lado, mi vida se convirtió de una vida perfecta a una basura completa.

(...)

Otro maldito día en ese colegio,donde solo tenia una amiga llamada Sana quien me había ayudado a orientarme un poco y a superar algunos retos, como el idioma, las nuevas materias y tratar de entender a esta nueva gente, cabe resaltar que Sana también es japonesa, pero vive aquí hace ta más de cuatro años.

-Tranquila Minari...te irá muy bien en el examen, química es fácil si te sabes las fórmulas.- dijo Sana al notar los nervios de Mina.

-Ese es el problema, no entiendo nada y no me se ninguna maldita fórmula...-susurró harta.

-¡Buenos días!-gritó la profesora de química.

Una importante e imponente persona llamada Yoo Jeongyeon quien estaba a cargo de dictar el curso de Quimica en la secundaria en donde actualmente estudiaba Myoui Mina. Una mujer hermosa, que imponía más respeto que la misma directora, se veía tan radiante en ese traje negro algo pegado que todos los alumnos quedaba embobados con su belleza, su semblante serio daba una sensación de curiosidad, como si se le quisiera conocer más, es realmente perfecta.

Mina había visto varias veces a la maestra Yoo, le parecía hermosa, la verdad es que a la menor jamás le importo el género para poder fijarse en alguien y en este caso quien le traía la mirada perdida a ratos era una joven mujer, de una impresionante altura y unas deslumbrantes curvas. Mina la miraba a ratos, pero la menor era tímida y respetuosa. Todo aquel pensamiento con respecto a su profesora de química tenía que ser matado de una sola patada para evitar tener alguno que otro pensamiento impuro con respecto a esta.

-Dios, es perfecta...-dijo Sana mirando a la maestra.

-Callate...te puede oír...-susurró Mina algo preocupada.

Sana simplemente siguió observando que la profesora, quien se acercó lentamente mientras hacia sonar sus tacones negros contra el suelo de madera.

-¿Algún problema señoritas?-preguntó sin despegar la mirada de Mina. La menor se puso sumamente nerviosa.

Ambas japonesas negaron rápidamente sintiendo la autoridad que tenía la mujer.

-Saben que están en un examen, no puedo tolerar que hagan ruido ¿Son concientes de ello verdad?- dijo acercándose cada vez más a Mina.

-S-si Profesora Yoo..., lo sentimos...-dijo Sana en tono bajo con algo de terror en sus palabras. 

Jeongyeon nuevamente intercambió miradas con Mina.

-Myoui, espero ese examen aprobado, de no ser así, pensaré en un castigo para ti....-dijo yéndose a su escritorio nuevamente. 

Mina tragó en seco mirando a Sana, la japonesa mayor la miró con culpa. Mina estaba frita.

Twice-One Shots. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora