un pacto con el sucesor del diablo

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UN PACTO CON EL SUCESOR DEL DIABLO
Capitulo 7

Remembranzas del pasado parte II: Yulia Volkova
“Querido Señor Volkova:
Le envío un gran saludo. Puesto que es la primera vez que le escribo desde este nuevo colegio, espero se tome el tiempo de leerla. Me hubiese gustado escribir antes, pero todo el ajetreo no me dio tiempo de hacerlo, de ahora en adelante, al menos una vez por semana, coger un lápiz y hare todo lo posible por mantenerlo informado.
Elena.”
Yulia leyó el final de la carta y la volvió al montón d cartas que guardaba en uno de los cajones de su escritorio.
Flash back------------------------------------------------------------
Yulia leyó la carta y se la entrego a Oleg. Este examino su rostro pero no fue capas de adivinar en que estaba pensando su hija. -¿Qué vas a hacer?- le pregunto.
Yulia se limito a encoger de forma evasiva los hombros que tanto se parecían a los de su madre. Vestía un abrigo negro y unos pantalones listados negros y blancos. La camisa blanca contrastaba mucho con su atuendo y su ahora nuevo color de cabello.
-Usted le dio su palabra. Si voy a heredar sus negocios, respetare todos sus tratos-
Oleg asintió. Por algún motivo se vio invadido por una sensación de paz y se acomodo de nuevo sobre las almohadas. Sin ser conciente, reposo la mano encima de las cartas. Las había leído todas docenas de veces hacia más de 5 años que no veía a la chica y jamás había llegado a conocerla realmente. Pero no obstante se sentía cerca de ella, de un modo que no era capas de explicar. ¿En que momento se había convertido Elena Katina en algo tan importante para el?, ¿Cómo había sucedido algo semejante? Oleg sabia que era debido a las cartas, se descubría una y otra vez leyéndolas, jamás había contestado ni una sola, ya que no habría que contarle. A medida que su enfermedad avanzaba, Oleg había ido encontrando en ellas un rayo de luz para su mórbida existencia.
Tal vez convertir a Yulia en su heredera era un deber. Al menos de ese modo, Lena estaría protegida. Su hija podría despreciar a su padre que había visto 3 o 4 veces en la vida, Pero Yulia era una mujer de palabra. La chica se había ido a graduar en Oxford con las mejores calificaciones. Desde que había alcanzado la mayoría de edad prosperaba en el mundo de los negocios y a pesar que tenia fama de ser despiadada en sus tratos, jamás había dejado de cumplir sus promesas.
-¿Es todo?- Aquellos ojos azules y fríos se encontraron con los de Oleg.
A pesar que Oleg estaba a punto de morir no se encontraba triste.-Si, gracias por haber venido-
Yulia hizo una breve reverencia a modo de despedida, se volvió y se dirigió a la puerta.
Fin flash back----------------------------------------------------
Yulia Volkova, hija del dueño de la editorial más grande de Rusia “Volk” había leído tantas veces las cartas de Lena. Con algunas se había divertido y con otras había llegado a sentir lastima, algo extraño en ella.
Después de la muerte de su padre, desde el día en que Yulia se había trasladado a vivir a la casona familiar, se había sentido inexplicablemente arrastrada por las inocentes divagaciones de la joven cuyo lacivo padre había pretendido convertir en su prostituta
Al recordar la imagen del Señor Volkov, Yulia apretó la mandíbula. Su padre había sido un hombre licencioso y arrogante que únicamente pensaba en sus propias necesidades egoístas. No pudo evitar sentirse satisfecha ante aquel extraño giro del destino que la había convertido en la heredera de Oleg. Durante gran parte de sus 24 años la había ignorado. Para Oleg Volkov, Yulia Volkova no había sido más que un costoso error, el fruto bastardo de una de sus relaciones con prostitutas.
Cinco años atrás, Oleg había buscado a Yulia para ofrecerle la única cosa que no podría rechazar. La legitimidad de su nombre. Incluso el atractivo de la fortuna Volkov, el poder y el prestigio de un imperio no había resultado suficiente tentación. Era el nombre que siempre había querido, el nombre por el que había suspirado desde niña. Yulia había aceptado, la oferta de adopción de su padre y se había convertido sencillamente en lo que era ahora, Yulia Volkova, dejando de ser la hija bastarda de la que tanto se habían burlado.
La morena ojeo las catas, extrajo una y le echo un vistazo:
“Mis estudios van muy bien. Por suerte mis escritos me han sido muy útiles, he ganado muchos premios a nivel escolar, me habría gustado que mis padres estuvieran presentes pero no puede ser. Espero no le moleste, pero envíe una invitación por mi graduación, no se si asista pero me gustaría tener a alguien presente en un momento así, sino asiste lo comprenderé debe tener millones cosas importantes que hacer…”
Yulia esbozo una sonrisa. Doblo la hoja y coloco la carta en el lugar que le correspondía en el momento. Yulia había cumplido la promesa que le hizo a su padre y también había quedado prendada de Elena Katina. Desde que se había convertido en su benefactora, había intentado miles de veces imaginar cual seria el aspecto de Lena. Estaba segura que era guapa, su padre siempre había tenido un gusto exquisito con las mujeres. Y cuando la vio Por primera vez le quedo más que claro, Elena Katina era de lujo.
Continuara. ...

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