Hojas escritas

20- Tal vez

20- Tal vez "08-08-2014"

Todos odiamos esa sensación que sentimos al recordar cosas que ya no volverán a pasar jamás por más que lo desees y es que no sabemos el valor de los momentos hasta que se convierten en recuerdos. 

Nuestras vidas dependen de las decisiones que tomemos, podemos cambiar nuestra vida en cuestión de segundos, y es cuando me pregunto "¿mi vida depende de lo que haga como adolescente?" Tal vez, probablemente sí, puede que aquellos errores que he hecho como adolescente me persigan toda mi vida, pero supongo que todo el mundo aprende a convivir con ellos y con el tiempo se irán y solo serán recuerdos que jamás volverán a pasar.

Llego el punto en el que todos se aprovechaban de mi estado para utilizarme, y como una idiota hacia lo que ellos querían simplemente porque quería ser perfecta, pero no me di cuenta de que yo no era, ni soy el salvavidas ni la salida de emergencias de nadie. Sentía miradas, miradas de pena, de odio o incluso de asco, no sé porque se molestaban en mirarme, porque si su función era dañarme más se olvidaron que no pueden romper a algo que ya está destrozado, y estaba destrozada por la presión que aguantaba cada día y por exigirme tanto acabe medio loca porque hiciese lo que hiciese no era suficiente y mi cabeza me torturaba con eso.

Nuestra cabeza y mente nos juegan malas pasadas, con el tiempo esta va madurando y es curioso la forma en que lo hace, porque en la infancia crees que puedes ser cualquier cosa que quieras, ir donde tú quieras. No hay límites. Esperas lo inesperado, crees en la magia. Luego te haces mayor y la inocencia se hace añicos. Las realidades de la vida se interponen en tu camino y caes en la cuenta de que no puedes ser todo lo que querías ser, que tal vez tengas que conformarte con un poquito menos. ¿Por qué dejamos de creer en nosotros mismos? ¿Por qué permitimos que los hechos y las cifras acaben gobernando nuestra vida en lugar de los sueños? Es posible que mi mente vaya cambiando y tengo diferentes etapas en ella, pero no quiero volver donde estuve, si así se puede llamar, y mucho menos quiero volver a pensar lo que pensaba.

Tuve demasiada presión en el pecho, eran demasiadas lágrimas guardadas, demasiados recuerdos en común sin salida. Tal vez la historia se me fue de las manos...