Hojas escritas

45- La caja de los recuerdos

45- La caja de los recuerdos "30-01-2015"

Lágrimas caen lentamente y empezamos a nadar en ellas, nos preocupamos de lo que dirán los demás y por eso dejamos de lado nuestros sueños. Aun así los guardamos con delicadeza en la caja de los recuerdos que tenemos bajo la cama (porque todos tenemos una, y si no tienes una tendrías que pensar sobre hacerla) ya con una leve capa de polvo.
¿Cuantos sueños han ido a parar ahí por miedo?
¿Hace cuento no abres esa caja y miras todo lo que hay dentro?
No lo hacemos porque duele, duele ver como abandonamos las cosas sin más, simplemente para tener algo nuevo que buscar o con lo que jugar.
Te propongo que abras esa caja y mires tus recuerdos de la infancia:
Observa el cochecito con el que pasabas horas jugando a pesar de su simpleza, o aquel muñeco que utilizabas para dormir pensando que él te protegería ante todo.
Relee las cartas de amor que te daba el chico mono de la escuela y ríete por las tonterías que decía y lo inocente e ilusos que erais.
Mira y abraza ese objeto especial y valioso que te regalo un ser querido que por desgracia ya no está contigo, recuérdale, porque los recuerdos nos mantienen vivos incluso a los que ya no están.
Coge las pulseras desgastadas que un día te quitaste cuando te peleaste con tu amiga, siéntela ahí y recuerda cómo cuando las llevabas junto a ella siempre decías que no te la ibas a quitar pasara lo que pasara.
Mira las fotos que ya empiezan a coger un color sepia por el desgaste del tiempo, mira el contenido de ella, mírate a los ojos y dile a esa tú de la foto "Mira hasta donde he llegado, y pensabas que no llegaría lejos".
Coge el tirapedos (porque todos tuvimos uno) que guardaste allí como señal de que ya eras madura, de que ya no eras un niño, cógelo y vuélvelo a hacer sonar, ríete de ese espantoso ruido con el cual hacías mil y una travesuras.
Contempla con admiración las medallas o diplomas que tengas guardados, recuerda que te esforzaste para obtenerlos y que para ti fue todo un mérito.

Soy una persona partidaria de guardar estas cosas, aún que parezcan tonterías, son tonterías que marcaron mi vida y que viene bien de vez en cuando recordar. Creo que es muy difícil recrear el pasado y mucha más recordarlo con detalle, por eso me guardo todo esto en mi caja de los recuerdos, junto con los sueños que nunca se cumplirán, lo bonito es ver que ellos me ayudaron a seguir teniendo esperanzas y que si algún día me siento mal, cojo mi caja de los recuerdos junto con mi álbum donde guardo cualquier cosa significativa, fotos, cartas, entradas para conciertos, los tiquetes del avión de aquel mágico viaje, el diario de cuando era pequeña, la camiseta de fin de curso donde todos mis compañeros firmaban, todas estas cosas y más. Que puede que alguien que no sea yo cuando la abra solo vea papeles y fotos viejas o trapos, pero como es mi caja de los recuerdos solo yo la entiendo, y por eso conviene que todos tengamos una.