Hojas escritas

24- Siempre

24- Siempre "05-09-2014"

Todo vuelve a ser como antes, mis noches de tormenta vuelven a mi habitación, no tengo ganas de seguir con esta tontería a la que llamamos vida, porque somos monstruos, todos somos monstruos odiándonos a nosotros mismos y haciendo odiarse a los que no lo hacían. Necesito llorar durante horas para aliviar lo que llevo dentro, porque pensaba que todo iba a ir bien, pero me equivoque, como siempre hago, no puedo evitarlo, siempre lo tuerzo todo. Es como el efecto bumerán, lo lance todo bien lejos, mi maleta de recuerdos la deje ir como tanto quería, pero parece que no duro mucho perdida, ha vuelto y me ha abofeteado en la cara de lleno y ahora me doy cuenta de que no tenía que haber dejado crecer el problema, yo soy el problema. Porque si esto va a seguir así durante toda mi vida no quiero seguir debido a que la vida no tiene sentido, tarde o temprano morimos, de una manera u otra lo hacemos.

Pero hay una diferencia en todo esto y es que todos sois tan perfectos y luego estoy yo que... Bueno soy yo, el mayor desastre existente, la bocazas que siempre la caga en todo, la que a veces le da miedo decir según qué cosas, la segunda opción de todos, esa persona que mantiene una conversación difícil, la chica que paso de ser cariñosa a ser fría, la que de pequeña quería ser alguien importante y ahora no es nada. Pero no puedo hacer nada al respecto, simplemente seguir como pueda.

Me gustaría que todo fuese bien, que nada ni nadie me detuviera, no sentir que mi vida es una rueda y que no avanzo ni si quiera un centímetro, dentro de poco comienzo de nuevo el instituto, y no lo voy a negar, no esta vez, tengo miedo, miedo a no estar con esas personas que me mantenían a flote, quiero evadir cualquier pensamiento de mi mente que me está destrozando, pero tengo que aceptarlo ahora, aunque no quiera y no esté preparada, ya no podrán estar ahí siempre, tengo que aceptarlo porque si no luego será demasiado tarde. Intento hacer como si no me importara pero es lo mejor, tengo que creérmelo, pero las echare de menos, a ellas y a sus tonterías inocentes, a ayudarnos mutuamente en clase o liarla parda en los exámenes, lo prometo, lo echare muchísimo de menos. Siempre.