42- Somos un desastre

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42- Somos un desastre "09-01-2015"

El único motivo real por el que queremos desaparecer es para que alguien nos eche en falta y nos pida que volvamos. Por eso nadie quiere morir, porque nadie quiere estar solo, nadie quiere no poder volver. Y por eso siempre volvemos, aunque no queramos. Hace tiempo aprendimos a buscar problemas donde no los hay para no tener que solucionar nada en absoluto y sentirnos orgullosos de nosotros mismos porque si. Hemos descubierto el método de herir a alguien tan profundamente que cuando nos perdonan no hay palabras que valgan un gracias. Hemos encontrado la formula de la calma después del caos.
Nos inventamos motivos para estar tristes porque hemos llegado a encontrar el punto de placer en el dolor y la destrucción y por eso destruimos lo que nos rodea, eso se nos da muy bien, lo hacemos a posta y también sin querer, porque nunca está de más sacar pecho cuando terminamos de reconstruir algo y es que nos pasamos la vida perdiendo cosas, pero gracias a ello sabemos lo que se siente cuando recuperamos algo, pero sobretodo retrasamos lo que no queremos que llegue, porque nos hemos convencido de que no somos capaces de hacerlo. Porque así , cuando inevitablemente llega, somos también capaces de demostrar que no éramos tan débiles . Que somos capaces de todo. Es por eso que constantemente buscamos una meta para mantener nuestra esperanza con vida, porque ella nos mantiene vivos a nosotros, para sentir de alguna manera que tenemos una meta en esta vida, para sentirnos útiles ante este gran mundo del cual nada es cierto pero todos tienen que creer en algo, ¿Por qué no podemos creer en la nada? ¿Por que no podemos tener nuestras propias hipótesis sobre el mundo y la vida y poder soñar con ellas? Podemos, y por eso no debemos dejar que nadie nos diga como tenemos que vivir nuestra vida, porque es nuestra, y si nos equivocamos pues ya nos espabilaremos a hostias si hace falta para seguir adelante, y este es otro mensaje esperanzador que no llegara muy lejos, pero solo tenemos que tener presente que podemos cambiar el mundo, y que cada uno tiene algo que aportar en este infierno para que podamos convertirlo en algún lugar bonito, porque simplemente podemos si de verdad lo queremos.
Somos la generación de los "te quiero" en silencio, de las declaraciones de amor nunca dichas, de los sentimientos y emociones atrapadas en nuestra cabeza, de los que nos ahogamos con las palabras nunca dichas, de las mentes caóticas, de hecho, somos un desastre, pero los desastres pueden ser bonitos y porque a pesar de todas las incoherencias que hacemos somos felices a nuestra manera.

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