33- Guerras y silencios

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33- Guerras y silencios "07-11-2014"

Un día alguien me dijo que la guerra estalla cuando menos te lo esperas.
Que el enemigo nunca avisa, y que si puede te pilla cuando eres feliz, cuando no estás preparado para la catástrofe. El ruido sólo existe donde hay silencio.

El silencio es algo inmenso, hay silencios que matan, silencios que enamoran, silencios incómodos o al revés, totalmente cómodos. Pero yo hablo de esas personas que son silenciosas, y como he dicho antes el ruido solo existe donde hay silencios, las personas silenciosas son las que tienen la mente más ruidosa y quien tienen más que decir y que cuando estallan y rompen el silencio lo hacen de tal manera que con ese sonido forman una estampida que silencia a los demás estruendos.

Un día alguien me dijo qué hacer cuando suenan las trompetas y se cargan los cañones. Me dijo que no hay mejor plan de ataque que conocer como la palma de tu mano cuáles son tus fortalezas, pero sobre todo cuáles son tus debilidades. Porque cuando sabes dónde está una cosa, también aprendes a esconderla donde nadie pueda encontrarla. Esa misma persona me dijo que fuese a mi arsenal y que, de entre todas las espadas, arcos, escudos y ballestas, cogiese lo mejor.
No importa que sean armas viejas y oxidadas, uno siempre encuentra la manera de sacarles brillo. Y eso es lo que hay que hacer, sacarle brillo a las espadas, afilar las flechas y poner a punto las ballestas. Quitarle el polvo a la armadura y dejarla reluciente. Y los soldados. También me habló de los soldados.
Me dijo que con el paso del tiempo aparecen personas que, llegado el momento, siempre estarán dispuestas a formar parte de la primera línea de batalla. Me contó que las más grandes guerras no se han librado en los campos de batalla. Que a luchar se aprende luchando, que hay heridas que se cierran, y otras que no. Dijo que amigo es el que avisa y que en esta vida no te avisa casi nadie. Y así fue cómo aprendí que en la vida hacemos dos carreras, y comprendí cuál era la importante.

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