Imperdonable (Cherik)

Capítulo Seis: Ayuda

Imperdonable

Capítulo Seis: Ayuda

Después de descubrir que Mystique había destruido Cerebro para no ser rastreada(*), Hank les enseñó a Charles y a Logan unos videos de noticias donde explicaban que gracias a Magneto, Task había conseguido muestras de sangre de Raven y así, con ella o sin ella, sería posible fabricar a los Centinelas temibles. El joven expuso vencido una teoría de física cuántica angustiante, según la cual el tiempo es inmutable y sin importar cuánto trates de evitar los hechos, estos terminarán ocurriendo. Una definición exactamente contraria a la idea de esperanza.

Charles se mostró en desacuerdo y rememoró la frase que su yo del futuro y Sarah le habían enseñado.

-Solo porque alguien tropiece y pierda el rumbo, no significa que esté perdido para siempre.

Hank y Logan pensaron en Raven, pero él pensó además en Erik. Tal vez podría perdonarlo y darle una oportunidad más. No quería que volvieran a estar juntos, pero sí deseaba ayudarlo a encontrar el camino. Solo sin resentimientos, Charles podría empezar a sanar en el corazón y en la mente.

Viajaron a Washington los tres y Charles le dio por primera vez la libertad a Raven de elegir. Ella escogió y salvó el futuro de todos. Antes de retirarse, le quitó el casco a un inconsciente Erik y se lo entregó a su hermano en bandeja.

Con el encuentro con Sarah latiendo en su corazón, Charles le perdonó la vida y lo dejó huir. Magneto se despidió de él y se elevó por los aires sin dejar de quitarle los ojos de encima. Charles lo observó con la mirada relajante que brinda el perdón y se preguntó si sería la última vez que lo vería.

Hank lo ayudó a subir al coche rentado y enfilaron hacia el avión. Al pasar por un parque, Charles se llevó la mano a la cabeza y soltó un gemido ligero. Hank detuvo la marcha preocupado.

-¿Qué sucede? ¿Estás bien?

Charles respiró profundo para acomodar las ideas.

-Erik está cerca – suspiró y cerró los ojos para concentrarse -. No se siente bien. Está herido y asustado.

-¿Asustado? – repitió Hank, incrédulo -. ¿Magneto está asustado?

-Está herido, débil y pueden atraparlo – explicó Charles, abriendo los ojos -. Si esta vez lo capturan, con el daño que causó, sería ejecutado como terrorista. Sí, Hank. Erik está asustado.

-¿Qué quieres hacer? ¿Buscarlo?

Charles asintió.

-Tenemos que encontrarlo y llevarlo con nosotros.

Hank esperó un momento para procesar la orden.

-Entonces, vamos a ayudar a Erik – repitió para que no quedaran dudas -. Bien, Charles. ¿Puedes decirme dónde encontrarlo?

Charles se concentró nuevamente y tras unos segundos lo localizó.

-Retrocede, Hank. Debemos entrar en el parque.

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Erik voló lo suficiente para dejar la Casa Blanca atrás. Le costaba mantener el equilibrio por el dolor en la herida que cada vez se agudizaba más. La bala solo le había rozado la piel pero tenía que desinfectar la lesión urgentemente. Tal vez podría colarse en algún hospital, pero en los hospitales había televisores y él no tenía la habilidad de Mystique para cambiar de aspecto y pasar desapercibido. Ahora mismo todas las pantallas del país estarían reproduciendo su imagen y esta no tardaría en volverse global. Comenzó a sentirse mareado producto de la herida y el cansancio. De repente, oyó ruidos de motores y se dio cuenta que el ejército podía haber enviado aviones para derribarlo.