Destinada a ser... (Flozmín)

Capítulo 6 "Fantasmas?"

Mis ojos no se apartaban de aquella fría lápida, sin entender nada analizaba cada letra del nombre que allí ponía. J A Z M... si Jazmín, allí decía Jazmín. Era su nombre, pero no lograba entender. En ese momento me fijé en el día de su muerte 11/3/2014, hacía cuatro años de eso.
¿Qué significaba? ¿Dónde estaba Jaz? ¿Acaso eran la misma persona?
   En ese momento Vir puso su mano sobre mi hombro. Estaba helada y su cara estaba totalmente pálida -¿Flor?- sin saber qué decirme
Ambas nos quedamos en silencio sin decirnos nada, todo era demasiado surrealista como para buscarle una lógica en ese momento.
-¿Vir, me dejas sola?- le pedí, realmente lo necesitaba
  Vir me miró y me dio un beso en la frente. El miedo y la preocupación reinaban en su cara, pero ella sabía que necesitaba esos segundos para mí, por lo cual se retiró.
   Una vez sola me dejé caer de rodillas desconsolada. No entendía, todo parecía una pesadilla. ¿Cómo era posible? ¿Si Jazmín del Río estaba muerta quién era la pelirroja con quien había compartido todo ese último mes? ¿A quién había besado? ¿Era una farsante? O acaso era... No, Dios, no quiero ni pensar en eso, es imposible. Se me erizaba la piel de solo pensar en esa posibilidad.
  A pesar de mi confusión mis sentimientos hacia ella no habían desaparecido, al contrario eran más fuertes. Solo quería verla una vez más no me importaba si estuviera viva o muerta, la quería sentir otra vez. Con el corazón roto y sintiendo un vacío en mi  alma escondí mi cara entre mis piernas en busca de un refugio.
  Tras estar un rato así, de repente sentí un leve toque sobre mi cabeza. Al sentir ese tacto pensé que era Jaz y levanté mi cabeza llena de esperanzas. Pero no, no era ella, era nada más y nada menos que una de las señoras.
   La del medio, aquella que vestía chándal y llevaba un cigarrillo en la mano. Tirando la ceniza a un lado se me acercó y me dijo muy seria -¿Ya lo descubriste?-
Al oír esto abrí mis ojos sorprendida -¿El qué?- sin entender  a la anciana
-¿Su secreto?- con una leve sonrisa
-¿Qué secreto? Señora, ¿qué sabe?- curiosa,  pues sin duda esta señora sabía más de lo que contaba
-Yo sé de todo. Tienes que ser más específica- vacilándome
-¿De Jazmín le hablo? ¿Qué sabe de ella?- molesta y ya desesperada
La señora soltó humo de su boca y me miró sonriente -Que está muerta- siendo muy fría
-¿Qué?- le dije asustada a pesar de que ya tenía mis sospechas era diferente al oírlo de su voz
La señora se acercó a mí y me dijo mientras me soltaba todo el humo en la cara -Chiquilla, llevas un mes hablando con una muerta-
  Al oír esto algo en mi mente estalló y el sentimiento de miedo se apoderó de mi cuerpo. ¿Será verdad? No puede ser, los fantasmas no existen, pensé. De todas formas todo era lo suficientemente escalofriante como para que saliera de ahí corriendo, dejando a una sonriente señora recostada a la tumba.
  Virginia ejerciendo su labor de hermana me contuvo y me llevó a casa. Una vez allí me acostó en la cama y me hizo tomar un tranquilizante. Esta se sentó frente a mí y preocupada me preguntó -¿Cómo te sientes?-
-Confundida- contesté agotada
-Será mejor que te duermas. Has pasado por mucho hoy. No sé bien por qué pero lo averiguaremos- me dijo dándome la mano
-No, no quiero- le contesté sorprendiéndola -No voy a indagar en ese asunto. No sé bien que fue lo que pasó hoy o si Jaz es real, pero no estoy dispuesta a averiguarlo- le dije, pues realmente tenía miedo ante esta situación
-¿No le vas a creer a la señora? ¿Sobre qué la chica era un fantasma?- me dijo preocupada por mi estado mental
Yo solo la miré mostrando mi confusión. Esta me abrazó y me dio un beso de buenas noches. Luego se acostó a mi lado y me abrazó bien fuerte para contenerme.
Pude sentir como mis ojos caían lentamente hasta que se cerraron del agotamiento.
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¿Dónde estoy? ¿De nuevo aquí? Dije sosteniéndome a una pared. Estaba nuevamente en aquel laberinto, todo era igual, los espejos, el vestido de novia, el sonido irritante de aquel reloj, todo.
    De pronto como en el primer sueño se abrieron las paredes para mostrarme un camino. Al ver allí estaba ella al fondo, con ese bello pelo naranja. Al verla sentí un gran gozo en mi pecho, ya extrañaba verla. Esta extendió su mano como llamándome y como la primera vez la seguí. Ya estaba llegando a donde ella se encontraba, cuando de repente un niño se metió en mi camino.
    Era muy chico de unos seis o siete años, tenía el cabello castaño claro casi rubio y una linda sonrisa. -¿Quieres jugar conmigo?- me preguntó dándome una pelota
Yo miré a Jaz y luego al niño. Me daba mucha ternura como para decirle que no, por lo que extendí mi mano para que me diera la pelota. Al ver mi decisión el niño sonríe y me da la pelota
-¿Qué hago con ella?- le pregunté. De pronto sentí una viscosidad en mi mano. Asqueada miré para darme cuenta de que era sangre, la pelota estaba cubierta de sangre. En ese momento el reloj se detuvo, lo cual hizo que me asustara.
El niño me miró y me dijo angustiado llorando -Yo solo quería mi pelota-
   En menos de un segundo las lágrimas del pequeño se transformaron en sangre. Esto me asustó mucho, traté de limpiarlo pero se me era imposible. El niño de pie sangrando ahora de sus oídos  solo repetía -Yo solo quería mi pelota- hasta que cayó al suelo
Traté de socorrerlo pero ya era demasiado tarde, ya estaba muerto. En ese momento recordé a Jaz y levante mi vista para descubrirla tirada en el suelo.
  Desesperada corrí hacia ella a través del mismo pasillo lleno de cuadros cubiertos por lonas negras. Al llegar a ella me di cuenta de que estaba sangrando y sus ojos se iban cerrando poco a poco.
-No, por favor, quédate, no me dejes- le dije llorando desesperada tratando de contener el sangrado
- ¿Por qué no te diste cuenta antes?- y cerró sus ojos
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Ah, la puta, de nuevo ese sueño. Me levanté de la cama asustada. Ya Vir no estaba a mi lado, seguramente estaba haciendo el desayuno.
  Llena de miedos y con trabajo para respirar fui al baño donde me eché agua en la cara. Ya bien despierta me miré en el espejo. ¿Qué había sido todo eso? ¿Qué significaba? ¿Quién era ese niño? ¿Qué me quiso decir Jaz con lo de te diste cuenta tarde? No entendía nada, solo sabía que si quería aclarar mi mente debía comenzar buscando quien era la verdadera Jazmín del Río.
  Decidida fui a la cocina y tomé mi ordenador. Allí busqué el nombre de Jazmín del Río, pero no era capaz de encontrar nada. Llena de bronca casi rompo mi ordenador de la sacudida que le di. Al sentirme tan alterada Vir se acercó -Eu, ¿qué pasó?-
-Nada, que esta mierda* Um... no funciona- molesta por mi torpeza
-¿A ver qué querés buscar?- me preguntó tomando ella el control sobre mi ordenador
Yo no sabía cómo decírselo así que baje la vista y se lo dije muy bajito -Jazmín del Río-
Al oírme esta me miro y me preguntó -¿Estás segura?-
  Yo asentí con la cabeza y ella tomo mi palabra.
   Al darle buscar aparecieron un montón de artículos y fotos. Al verla no podía creerlo, era ella, era mi Jazmín. No era una pesadilla Jazmín estaba muerta. ¿ Acaso me había enamorado de un fantasma?