Mentiras /Plance/

Paladines.

Pidge miraba a su alrededor, la sala estaba decorada como si fuese un castillo, Allura le sonrio.

—¿Cómo te llamas? — la castaña dio un brinco y casi suelta sus cosas, carraspeo otra vez tendiendo su mano a la mas alta.

—Pidge Gunderson. — Allura estrecho su mano de forma suave, amable.

—Bienvenido, este es el castillo de los paladines, este club esta dedicado a todo aquel que quiere hacer un bien en este universo. — los ojos de Allura brillaron —Lo funde junto a mi mejor amigo y ya graduado primo; Koran, a veces viene a dar una vuelta por aquí. — Lance le tendió una silla y Hunk puso galletas en su regazo, Pidge sonrió para sus adentros.

—¿Y que hacen en especifico? — pregunto, esperando alguna respuesta como "jugamos calabozos y dragones" o "leemos de caballeros y la época medieval" incluso "solo estamos aquí charlando" pero la respuesta la saco de onda.

—Todo depende. — Lance fue quien dijo aquello —Yo, por ejemplo, soy el paladín azul. Recaudo dinero para una fundación dedicada a la preservación de animales marítimos y en mi tiempo libre, me dedico a limpiar la playa que esta a dos horas de aquí. — ¿Enserio ese era el chico rompe corazones tan malo que debía de romper ella? Porque no le parecía nada malo.

—Yo, voy a casas hogar y cocino, también hago la comida de obras de caridad y reparto mantas a los sin casa en época de frió, básicamente, trabajo social. Soy el paladín amarillo.— Hunk inflo su pecho con orgullo.

—Tenemos otros dos paladines, son el paladin negro y el paladin rojo, el primero se dedica a pasar el rato en los hospitales, leyendo cuentos o pasando el rato con enfermos terminales, su color significa su luto. El paladin rojo, se la pasa siendo cartero, a el le pagan dinero para llevar paquetes o cartas de un lado al otro de la ciudad, asi como encargos pequeños o viajes largos en su moto. Todo el dinero que recauda lo reparte a los otros paladines y a mi para poder seguir ejerciendo las actividades del club. —Pidge estaba maravillada, ¿Cómo es que no había escuchado de ellos antes?

—Y yo, Allura, soy la princesa de este club, mi trabajo es la administración y organización, como tesorería de todo lo que entra y sale de estas cuatro paredes, trabajo en hacer también que todos estos actos sean completamente en anonimato. — y, claramente, esa era la respuesta, con la boca llena de galletas, la miro confusa.

—¿Por qué mantenerlo en secreto? — pregunto a duras penas, dos de ellos se rieron, Allura no.

—Porque no debemos alardear de las buenas acciones, esa es la regla principal, dar a conocer todos estos actos desinteresados por popularidad es asqueroso.

—Hacemos esto porque queremos Pidge, no porque nos paguen o queremos atención. —Finalizo Hunk.

Lance se encogió de hombros —Cada uno tenemos nuestros motivos, pero oye, si una nena se me acerca en traje de baño mientras hago mi trabajo, no dire que no a una bebida. — Pidge vio esa parte que sus compañeras le dijeron, y la odio.

—¿Y que puesto esta disponible? — Allura sonrio dulce ante Pidge

—Koran se graduó, ahora es el consejero real pero dejo libre el puesto de paladín verde. Te encargarías de las áreas verdes, como bosques o cuidar aquí mismo las flores de la escuela, podrías también recaudar dinero cada tanto tiempo para donar a la reserva natural que esta en el país. Y por supuesto, hacer uso de tu autonomía y sacar tus propios planes a relucir. — Pidge parecía encantada con la idea, asintió.

—¿Tengo que hacer algo para rito de iniciación? —Lance sonrio ante su pregunta —Claro, debes donar algo que sea importante para ti. — Pidge le miro atemorizada.

—Hunk dono un suéter que era de su bisabuela a los pobres, Allura dio su muñeca favorita cuando inicio esto, el paladín negro entrego sin dudar su viejo celular, el paladín rojo dono su cabello y Koran dono una llave inglesa. Todas eran cosas sin importancia para los demás, pero para ellos tenían memorias y méritos personales, debes estar dispuesto a renunciar a algo importante para ti, para poder ver a la cara a los demás y poder hacer un acto de "caridad". Código de paladines. — Lance levanto las manos, como si él no hubiera hecho las reglas, Pidge le miro con el ceño fruncido.

—¿Y tu que donaste, Lance? — Pero Lance no respondió, solo sonrió.