La verdad

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Veronica estaba molesta, gruñendo por lo bajo, Keith los seguía con Allura en su moto, mientras el silencio llenaba la camioneta, Pidge daba despacio indicaciones para ir a su casa, incomoda.

Pero esa incomodidad se fue cuando Lance en los asientos de atrás, entrelazo sus dedos otra vez, y le dedico una sonrisa.

Cuando llegaron a la casa de Katie, ella se despidió de todos de forma educada y cortes, Lance de un salto, logro escaparse de la camioneta y no soltar la mano de la chica —Ire a dejarla a la puerta, y hablaremos todo lo que quieran. — dijo mientras se iba con Katie, ella lo miraba, ahora triste.

—No me parece justo que enfrentes solo algo que hicimos juntos. — se freno a medio camino, pero Lance solo apretó su mano, dándose cuenta que aun se sostenía de esta, bufo.

—No, esta bien, creo que es tan bien hora de que les diga algo que estuve pensando desde hace tiempo, no es tu culpa Katie. — volvió a caminar, ambos se detuvieron en la puerta de la chica, antes de que Pidge pudiera sacar las llaves, la puerta fue abierta de golpe, con Matt abrazando a su hermana menor —¡Se tardaron! ¡Son las dos de la mañana con cinco minutos! — grito a todo pulmón, Lance parpadeo atónito y Katie se rio. Tratando de separarse de el.

—Lance, este es mi hermano mayor Matt, Matt este es Lance. — Matt solto a Pidge para examinar al cubano, sonrio y le dio una palmada en su hombro. —Bueno, ya están aquí, si quieres quedarte...—

Lance negó —Me están esperando, pero gracias por la invitación. — Matt dio una mueca y asintió, beso la frente de Pidge —Te deje la cena caliente ya servida, ire a decirle a mamá y papá que ya llegaste, si me necesitas, estaré en mi cuarto. — volvió a entrar a la casa, dejando la puerta abierta, Pidge sonrió asintiendo y abriendo un poco mas la puerta, viendo a Lance todavía.

—Supongo que eso es todo. ¿No? — pregunto, Lance la miro y asintió, sus ojos ahora eran verdes en el centro con un contorno café. Le gustaban.

—¿Nos vemos el lunes en la biblioteca? Despues de clase, digo, no es necesario si no quieres, pero es solo un encuentro como amigos, además de que tratare de hacer que puedas volver a Voltron y me gustaría verte, pero si no quieres...— fue silenciado por un dedo que Pidge puso en sus labios, paro de hablar y la vio reír

—El lunes en la biblioteca después de clase. — confirmo, Lance asintió, tomo la mano de Pidge y la alejo de su boca, para poder besar también su frente —Hasta el lunes entonces. — murmuro.

Caminando de espaldas, cruzando el jardín sin dejar de verla.

—¡Mándame mensajes! — pidió sin detenerse —o llámame, no se, soy capaz de aprender señales de humo. —

Katie se rio —¡Fíjate por donde caminas, Lance! — pero el cubano seguía caminando de espaldas.

—Soy un experto en el fino arte de caminar de espaldas. — puso las manos en sus caderas, hasta chocar con  la barda de madera que separaba el jardín de la calle, termino en el piso.

—¡Lance! ¿Estas bien? — Katie se llevo las manos a la boca, tratando de aguantar la risa.

—¡Claro, estaba planeado, quería volver a ver las estrellas! — se excusó, mientras se ponía de pie, ya con una mueca de dolor, solo miro a Katie con una sonrisa, sin saber que 6 pares de ojos los miraban atentos.

—Hasta el lunes, Lance.

—Hasta el lunes, Pidge.

Apartaron la mirada, por fin, el azul y el verde se desconectaron cuando la puerta de la casa y de la camioneta se cerro, Katie suspiro tratando de calmar los latidos de su corazón, Lance sonrió ignorando las miradas curiosas.

Mentiras /Plance/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora