Misterio.

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Una semana llevaba Pidge en Voltron, al final lo que decidio donar, fue un libro.

El libro que la acompaño toda su infancia, y que sus padres y hermano le leían cada noche antes de dormir, Hunk llevo personalmente a Pidge a una casa hogar y le dio el libro a la encargada, para después jugar con los niños.

La semana había sido atareada en el club.

Allura le mostro como hacer las cuentas, organizar las tarea de la semana y le dio a entender que cada uno tenia un símbolo especial que obtenían después de un tiempo como paladines, por ahora, ella tendría solo su sudadera verde con blanco y bordes naranjas, como única prueba que era de ese club.

Pero no le molestaba, al contrario, la enseñaba con orgullo.

Cuando conoció al paladin rojo, por poco muere de un infarto. ¿Es que acaso todos en ese club tenían una visión mala ante toda la escuela o que?

El paladín rojo no era otro mas que Keith Kogane, quien era conocido por los rumores de ser un delincuente juvenil.

Cuando Pidge dijo aquello, todos se destornillaron de la risa, incluido el mencionado "lo mas malo que hice, fue descargar música en youtube" fue lo que le respondió, despeinándolo débilmente, ese día lo acompaño a hacer las entregas de la ciudad, conoció partes nuevas y conocio una parte del chico que los rumores no decían.

Keith Kogane era demasiado dulce.

Al principio era hostil, mantenía su distancia y evaluaba a las personas, pero a medida les tomaba cariño, te dejaba hasta conocer a su perro "cosmo" quien había sido rescatado por el entre sus entregas y ahora parecía haber jurado lealtad al club.

Keith se la pasaba discutiendo con Lance, pero nada que no pudieran solucionar, al final de las actividades, y si Keith estaba disponible, Lance se subia a la moto del azabache e iban por malteadas.

Al conocer al paladin negro, también se llevo una sorpresa, de ver a Shiro Takashi. Se rumoreaba que salía con una mujer mayor de edad y por eso se iba corriendo al terminar la escuela, ahora, Pidge sabia la verdad, Shiro se iba corriendo para aprovechar bien su tiempo en el hospital, y para aumentar su sorpresa; Shiro era homosexual y su pareja era Adam del club de videojuegos.

Para ese punto, Pidge ya no estaba tan segura de creer los rumores que rodeaban a Lance.

Hunk quien siempre había sido llamado marica y cobarde, era un amoroso cocinero con una linda novia de otro instituto llamada Shay, quien a veces les ayudaba.

Allura quien era tratada como una mamona de lo peor, era la persona mas dulce y gentil que pudo conocer, entusiasta y maternal.

Keith el delicuente juvenil, no podía ser mas que un pequeño rollo de canela que hablaba con cosmos como si se tratara de un igual, atento y serio, terco como el solo, pero leal.

Shiro el que no lo bajaban de macho, era en realidad un joven enamorado de otro joven y que pasaba sus días leyendo cuentos infantiles o preocupado por sus amigos de mayor edad entre paredes blancas.

Todos dulces a su manera.

Por dios, incluso Koran que era extrovertido y raro, era un pan de dios, dispuesto a ayudarles y quien había estado guiando a Pidge en su camino a ser el paladin verde de forma adecuada.

Pero Lance seguía siendo un misterio.

Las pocas veces que habían hablado, había demostrado ser el imbécil que todos decían que era, vanidoso, coqueto, estúpido y hasta desesperante.

Pidge quería creer que esa era la verdad, pero después, lo observaba cuando nadie estaba, y veía en el un semblante triste, derrotado, cansado.

Lance, el chico del que solo sabe tres cosas.

1-Es el paladín azul.

2-Le gustan las malteadas de chocolate.

3-Suele sonreir cuando bromea con la muerte.

Y aquello era bastante tenebroso.

Hunk y Allura, quienes estaban mas tiempo con el, se la pasaban repitiendo las mismas frases ante sus chistes, frases como "Lance, no seas bobo" o "Lance, no digas eso" incluso "Lance, deja esas ideas".

Pero Lance no se detenia, era como si no supiera como parar.

No sabia que había donado para entrar a Voltron, no sabia porque su distancia a ella, ¿Y si en realidad sabia todo el plan? Desecho esa idea por todas las veces que Lance se a referido a ella como "el"

Pero aun asi, el latino era todo un misterio para ella.

Eso hasta ver los horarios que correspondían a las actividades del club. 

La suerte parecia estar de su lado.

Mentiras /Plance/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora