Lance tenia ahora ese problema, sus amigos habían tomado distancia de el, a excepción de Hunk, todos los demás parecían analizar y aceptar sus palabras, incluyendo su familia, todos parecían desear encontrar ese balance que estaba entre "cuidarlo y protegerlo" y "confiar en el y darle libertad"
A Lance no le gustaba mucho la ausencia de todos en su vida, pero ese problema se minimizaba cuando veía a Pidge llegar a la biblioteca.
Ambos tomaban algún libro, siempre uno diferente cada día, y se perdía en las letras y el silencio, sus manos se entrelazaban bajo la mesa, mientras Benito Taibo contaba anécdotas o Chris Pueyo les recitaba poemas, a veces dejaban a Jaime Sabines impregnarlos de mas rimas y otras, permitían a King aterrorizarlos, en ocasiones eran responsables y hacían tarea, pero ambos eran algo irresponsables y terminaban con el cuento del principito entre ambos.
Lance nunca fue fan de los libros, ni de las bibliotecas, pero le había encontrado el placer al silencio, a las letras e historias y al adquirir mas conocimiento por Katie.
Incluso, en un arranque de valor, se animo a ese viernes meter su cuento al concurso escolar, Katie era una increíble influencia para el, animada, divertida, inteligente y muy fuerte.
Lance había encontrado en ella una inspiración para mejorar.
Pero una inspiración para mejor, no era una cura a su depresión.
Había días, en los que no salía de cama y no contestaba mensajes, donde se sentía tan derrotado y cansado que no sabia ni siquiera porque seguir tratando, donde sentía que todo lo que hacia era nada y no tenia ni las fuerzas para levantarse. Esos días, sus amigos estaban sobre el, parecían haberle abandonado, pero como un rayo de luz llegaba Hunk y Shay, con pizza y videojuegos para alegrarlo.
A pesar de todo, nunca descuido sus tareas como Paladin azul, Lance se había vuelto de nuevo en esa ola de mar que arrasaba todo donde pasara, aun con Katie o sin ella, el seguía con sus actividades como de costumbre, pero su humor mejoraba cuando de la chica se trataba.
Aunque claro, confundido, se pescaba constantemente observándola, aprendiendo nuevos datos de ella como si de un acosador se tratase, ahora sabia que se mordia el labio inferior cuando no entendía algo, o que sus cejas se movían mucho cuando procesaba la información, sabia que era visceral cuando se trataba de su familia y sabia que le gustaba la crema de mani, las galletas de maní pero odiaba el mani. Le parecía muy seco.
Le gustaba ver sus ojos, cambiantes, dependiendo de la luz y la emoción de la chica, a veces le parecían de un verde muy intenso, otras eran dorados y miel, en ocasiones ambos colores se combinaban, pero esos ojos eran sus favoritos.
Pidge no lo sabia, pero esos ojos eran su otoño, y el otoño era la estación favorita de Lance.
Lance también había comenzado a tocar mas la guitarra, su familia estaba sorprendida, hacia muchísimos años que no la tocaba, pero había vuelto a hacerlo desde aquella noche, Hunk tenia mas que claro lo que ocurria, lo supo desde la primera noche, pero era paciente y dejaba a ambos ir a su tiempo.
En pocas semanas, el paladin amarillo se había unido a ambos, pero no en la biblioteca o la playa, si no que en la cafetería o en algún restaurante barato cercano a la escuela.
Hunk había vuelto a confiar poco a poco a Pidge, y Pidge se lo agradecía eternamente.
Las cosas para ella eran difíciles, tal y como pensó, las burlas crecieron en su contra, asi como las ofensas, pero no le importaba cuando veía los ojos azules de Lance esperarla paciente en la silla de madera con un monton de letras aguardando por ilustrar un momento juntos.
ESTÁS LEYENDO
Mentiras /Plance/
Fiksi PenggemarKatie estaba harta de no tener amigos y ser tratada como una nerd por sus compañeros, Matt, había sugerido que encontrara la forma de entrar uno de los tantos grupos que las preparatorias solian tener. Claro que para ello, Katie tenia que hacer un...