Katie se había puesto un vestido lila aquel día, pasado toda su mañana tratando de bajar la hinchazón de sus ojos y mejilla morada, su madre la trato de convencer de usar maquillaje, pero ella ya estaba harta de todas las mentiras que hizo, el maquillaje no dejaría ver a Lance como realmente era.
Iría a esa playa, se plantaría frente a Lance y le diría toda la verdad.
Cuando lo diviso de espaldas bajo la sombrilla del día anterior, viendo el mar con nostalgia palpable, se sentó junto a el en silencio.
Noto que traía la guitarra consigo.
El chico la miro de reojo y le sonrió.
—Al final, si eres una chica linda. — adulo en un susurro, mientras tomaba de su refresco, Katie se sonrojo, pero no desvió su mirada de el.
—Lance, yo...lo siento, se que eso no arregla nada y lo que hice estuvo muy mal pero, ¡No quiero hacerlo mas! — Lance la miro a los ojos, azul y verde se encontraron, los verdes se llenaron de lagrimas —Se que tomara tiempo, pero aun quiero...¡Quiero estar con ustedes! —
Lance sonrio, tomando las mejillas de Pidge entre sus manos para limpiar las lagrimas ajenas.
—Esta bien. — Murmuro juntando sus frente, despacio —No estoy enojado, en realidad, es raro. Es la primera vez que alguien se disculpa, me dan ganas, de pedir perdón también. — se rió, pero Pidge no lo hizo, sin parar de llorar.
—¡No! Ni se te ocurra hacerlo, aquí la que se equivoco fui yo. — Katie no lo detuvo, la cercanía no le incomodaba, y a Lance, parecía no importarle.
El la solto solo para acariciar su cabeza, su cabello en especifico. Sonrio triste.
—Aun asi, debi ser mas rápido, Katie. — tomo la guitarra entre sus manos, cerro los ojos y no vio la cara de confusión como de sorpresa de la niña, ella aun no le decía su nombre real —Había una chica en la biblioteca, la vi una vez que Allura me pidió ayuda para acomodar unos libros, traía una camiseta verde y un listón en una coleta que peinaba de lado y pensé "Wow, es la niña mas linda que eh visto" así que...comencé a ir a la biblioteca antes de ir al club porque creí...creí que esa niña odiaba estar sola. — Katie abrió los ojos, cubriendo sus labios con la palma de su mano—Hace unas semanas, me dije "Esta vez, definitivamente le voy a hablar, por mi cuenta, sin Hunk. Sin Allura, sin nadie..." pero cuando fui a la biblioteca ella no estaba, la busque mucho rato y un maestro me dijo que "Katie Holt" se había ido, al otro día, no fui a clases, porque me sentía mal de no haberle hablado, aquello había ocasionado unas pesadillas por el peso de la culpa, que graciosa es la vida, yo pensando que nunca te podría conocer y apareciste a fuera del aula del club, que sorpresa, ¿Verdad?. —
Pidge lanzo un suspiro cortado —¿Siempre lo supiste? — Lance negó
—Nunca supe que tu eras Katie hasta ayer que todo cobro sentido con la explicación de Hunk, es decir, tenia mis sospechas al inicio de que venias por parte de ellas, pero confié en ti. — otra vez, azul y verde se cruzaron, como un pequeño jardín que busca agua —No me arrepiento. — Sonrió otra vez, dejando su cabello.
Katie se arrojo a sus brazos, la guitarra termino en la arena otra vez y Lance la sujeto de la cintura, apretándolo contra el.
Se rompió en llanto y disculpas aquella chica, mientras Lance solo cerraba los ojos nuevamente y la dejaba desahogarse, murmurando débilmente "Esta bien" una y otra vez contra el hombro de Pidge.
—Lamento haber sido la causa de tu corte de cabello. — Lance comenzó, mientras Pidge se secaba las lagrimas, con cada pierna a cada lado de la cadera de Lance, sin morbo o maldad, negando.
—Lamento nunca haberte visto en la biblioteca.
—Lamento jamás haberte hablado.
—Yo lamento haber creído en los rumores.
—Lamento que ayer tuvieras un mal rato con los chicos y que Keith te dejara un moretón.
—Siento tanto no haberte dicho la verdad antes.
—Lo intentaste— Lance la interrumpio —¡Eso era lo que querias decirme aquí, antes de que mi celular sonara, ¿Verdad? — Katie asintió y Lance mostro sus colmillos en una risa —¡¿Lo ves?! ¿Cómo puedo estar enojado contigo? ¡Te diste cuenta de tu error, trataste de enmendarlo y ahora estas disculpándote! Muy dulce. —
Lance gruño, jalando su mejilla buena, Katie lo dejo, sentía que era lo menos que podía dejarse hacer después de tantas cosas.
—¡Miren quien habla! — Levanto la voz Katie, volviendo a juntar su frente con la de Lance, cerrando ahora ella los ojos.
El muchacho se quedo viéndola, vio su piel blanca, sus pecas esparcidas en las mejillas, ese morete, que aun cuando no le gustaba, le quedaba extrañamente bien, vio sus ojeras por estudiar y esas pestañas largas, aun con algo de lagrimas, cuando Katie se separo y abrió los ojos.
Esos ojos verdes eran perfectos y únicos, como diseñados por los ángeles para ser específicamente de ella, con el atardecer a su espalda y el mar chocando en el horizonte con un suave sonido.
La vio sonreir, y demonios, amo esa sonrisa.
—Lance, enserio me gustas. — su corazón se detuvo, por un segundo, ¿Acaso eso era?...No, no podía ser, jamás lo había experimentado antes, así que no estaba seguro —Enserio, me gustas como un gran amigo y no quiero perder eso. — ¿Por qué se sentía tan decepcionado? No entendía.
Pero aun asi sonrió, porque...¿Eso era lo que vino a recuperar, no?
Katie ya no era esa chica que le causaba curiosidad en la biblioteca, quien al creer lo peor le causo tristeza, no, cambio, y era esa chica que sonreía para el, pidiendo perdón y su amistad sincera, con un vestido lila y los ojos bien abiertos dedicando una mirada dulce para el.
Lance no pudo evitarlo, la tomo de los hombros y la abrazo con toda su fuerza —También me gustas, me gustas muchísimo...como amiga Katie. — murmuro contra su cuello.
Dejando al sol llevarse todo su dolor y fundiéndose en los brazos de su ahora, nuevamente y honesta amiga.
Deseando hacer ese momento eterno.
—...¿Te das cuenta de la posición, verdad? Quiero decir, traes falda, y tus piernas están a cada lado de mi cadera, uff, no me molesta si quieres ser también una de mis novias, Pidge— un golpe, eso fue lo ultimo que recibió de Pidge cuando la noche llego.
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Mentiras /Plance/
FanficKatie estaba harta de no tener amigos y ser tratada como una nerd por sus compañeros, Matt, había sugerido que encontrara la forma de entrar uno de los tantos grupos que las preparatorias solian tener. Claro que para ello, Katie tenia que hacer un...