Azul y otoño.

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Lance hablaba calmadamente con Katie, ambos habían cerrado la sombrilla para dejar las estrellas cubrirles, se habían quitado también los zapatos para sentir la arena en sus pies y vieron a Romelle irse, se quedaron ellos platicando, como si nada hubiera pasado. Katie no lo sabia, pero Lance estaba rompiendo una regla sagrada que le pusieron sus amigos y familia.

A Lance no le importaba, le había inventado a sus amigos que se quedaría en casa todo el fin de semana y a su madre, que estaría con sus amigos.

Katie le contó la historia a Lance también, el plan y los rumores, Lance cada tanto decía o preguntaba algo, pero con el paso del tiempo se aburrió y cambio el tema a la chica.

Completamente interesado en ella.

Le gustaba mucho escucharla hablar, como Pidge o como Katie, le resultaba infinitamente interesante, aun mas ahora que hablaba y se expresaba como quería, era una combinación rara de chica y chico, pero sin ser ninguno de los dos, incluso le confeso que se sentía mas cómoda con la ropa de niño y Lance no le discutió.

A Pidge le gustaba escuchar a Lance también, le gustaba reírse de sus chistes y señalar constelaciones, le encantaba la tranquilidad que estaba en la playa, con estrellas y el sonido del mar a unos metros de ellos, ambos acostados en la arena sin importar nada mas en el universo.

—Y entonces, Hunk tomo la mano de Shay y la invito a salir. — termino de contar Lance, entre risas, Pidge también se estaba carcajeando, de cierta manera se sentía un poco mal por hacerlo, Hunk ya no era su amigo, y sentía que invadía su intimidad con esas historias, pero dejo de importarle cuando Lance le aseguro que tarde o temprano los demás le perdonarían.

—¿Y para que trajiste tu guitarra, Lance? — se aventuro a preguntar, cuando el silencio comenzaba a acunarla para dormir, el cubano se llevo la mano a la barbilla

—Creí que le gustaría ver las estrellas, tu sabes, además que me hace ver cool— bromeo, sentándose para tomarla y afinarla. —No te rias, no canto nada bien. —

Katie se sento para escucharlo, cuando Lance comenzó a rasgar las cuerdas con sus dedos, era un sonido igual de tranquilo que el ambiente.

A menudo me molesta no poder enamorarme, pero supongo eso me ahorra el estrés de que me rompan el corazón.

¿Estas ya cansado de mi?

Estoy un poco cansado ahora mismo, pero prometo que cuando este listo nos sacare volando de aquí. —

La voz de Lance era tan tranquila como varonil, acunaba a Pidge y le mostraba constelaciones que sus ojos nunca antes habían contemplado, quería cerrar los ojos y dejarse llevar por esa canción al universo que fuera, pero al mismo tiempo, quería seguir viendo a Lance.

Sus ojos se posaron en su rostro, tan fino y lindo a su manera, un encanto natural como extraño.

—Me cortare el pelo,

Para que te fijes en mi.

Esconderé mi pecho,

Y encontrare la forma de sacarnos de aquí.

Lance parecía realmente centrado en su canto y en la guitarra, Pidge sentía que todo había desaparecido para Lance, y la canción dio un vuelco a su corazón, se sentía tan triste, pero tan especial.

Trato de apartar la mirada, pero se sorprendió así misma sin pensamientos cuerdos o ganas de hacerlo en realidad.

¿La canción de quien hablaba?

Mentiras /Plance/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora