Capítulo 5 - Un poco más de ti

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Sus ojos ciegos estaban enfocados hacia donde él creía que estaba yo ¡Dios! Su mirada tenía un enorme poder sobre mí... ¡Y sabía que no podía verme! Respira, Sakura, no olvides respirar, me dije. Necesitaba calmarme para poder aprovechar esta oportunidad.

«¡Di algo!»

—Yo... yo... ¡Lo siento mucho! —dije casi gritando y corrí detrás de la profesora Mitsuki toda sonrojada.

¡Rayos!  ¿De verdad había hecho eso? Era la peor de las cobardes... ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Me habría reconocido? ¡Diablos! ¿Por qué tenía tan mala suerte? Este no había sido el encuentro que yo había esperado tener.

«Es que no puedo ser más distraída porque sería un pecado» pensé mortificada.

—No te preocupes, querida —dijo la profesora cuando me acerqué a ella—. El profesor Li es algo frío, pero es una persona maravillosa. No tienes de que preocuparte.

¡Qué vergüenza! La profesora había visto lo que ocurrió. Bueno, si lo pensaba mejor ¿Quién rayos no se había dado cuenta de semejante encuentro cuando había gritado de esa manera?

—Yo... bueno yo... Lo siento, es que... me sorprendió. Es todo.

Ella volvió a observarme con fijeza, pero sin borrar su sonrisa. Era como si estuviera intentando resolver un enigma que solo se encontraba en mi interior. Después de unos segundos, negó con su cabeza y tomó mi mano para guiarme al hermoso piano blanco que había en la sala.

—Ya te lo dije. No debes preocuparte por ello. Te aseguro que no se molestara. Además, necesito que estés tan activa como cuando llegaste para aprender como tocar el piano —dijo sonriéndome.

—Yo... me esforzare y daré lo mejor de mí —dije palmeando mis mejillas y ella rio por mi actitud.

—Me alegra escuchar eso. Ahora... necesito que me digas si tienes algún conocimiento acerca del piano —Y así comenzaba la clase.

—Mi madre lo tocaba y mi hermano lo aprendió de ella, pero yo... digamos que no tuvo el tiempo de enseñarme —dije en tono triste—. Falleció cuando tenía ocho años...

—Entiendo —dijo colocando su mano sobre la mía—. Bueno... eso significa que debemos empezar desde cero. Por cierto ¿Puedo llamarte por tu nombre?

—Claro, no veo problema, profesora Mitsuki —le respondí con una sonrisa.

—Muy bien. Entonces comencemos...

Inició enseñándome el significado de cada nota musical y donde estaban ubicadas en el piano. También, debía aprender a leer las partituras y en ese momento me enteré que había una línea para la mano derecha y otra para la mano izquierda.

—Debemos lograr que tus manos se independicen uno de la otra —dijo—. Ya que estarán tocando ritmos completamente diferentes en algunos casos. Para ello, debemos hacer muchos ejercicios, en especial escalas, arpegios y acordes en todas las octavas ¿Entiendes?

Seré la luz que te guíeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora