Capítulo 19 - Novios por un día

813 103 40
                                    

Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza apenas lo vi y cuando me saludó sentí como si fuera a hacer erupción

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza apenas lo vi y cuando me saludó sentí como si fuera a hacer erupción. Shaoran se veía... mucho más atractivo que de costumbre. Llevaba puesta una camisa blanca al muy estilo chino y unos jeans que le quedaban... ¡Dios! ¿Por qué de repente hacía tanto calor?

En su muñeca izquierda vi unas cuantas pulseras marrones que le daban un aire completamente juvenil y... cielos... ¿Cómo no suspirar cuando lucía tan bien? Nunca lo había detallado, pero con esta ropa se notaba que Shaoran se ejercitaba.

—¡Sakura! —gritó Meilin casi en mi oído y grité igual—. ¡Deja de fantasear un momento!

—Lo... Lo siento, Mei.

¡Dios! Que vergüenza. Mis mejillas se encendieron horriblemente y cuando me giré hacia Shaoran para responderle, noté que tenía esa condenada sonrisa que me derretía ¡Rayos! ¡Él lo sabía! Sabía que yo lo había estado observando como estúpida.

Aclaré un poco mi garganta y respiré un par de veces. No podía dejarle saber cuan nerviosa estaba.

—Ho... hola, Shaoran —¡Maldición! ¿Mi cerebro no podía apoyarme en momentos como este?

La suave risa de Shaoran se escuchó y sentí como el calor de mis mejillas se incrementaba por diez mil. Un día de estos iba a hacer combustión...

—Déjenme decirles que lucen muy hermosas hoy —dijo Eriol—. Por cierto, es un gusto verte de nuevo, Tomoyo.

Mi prima, que se había mantenido callada todo este tiempo, se sonrojó violentamente y más cunado Eriol se inclinó para besar su mano.

—Lo... lo mismo digo... —dijo casi en un murmullo.

—Los disfraces los diseñó Tomoyo —dije colocando mis manos en los hombros de mi prima—. Aun pienso que están algo cortos y... no se que otra palabra utilizar para describirlos.

—La palabra "sexy" se me viene a la mente—dijo Meilin moviendo sus cejas—. Son sensuales y atrevidos, me encantan ¿Podrías hacer uno más corto para mí?

—¿Para que diablos quieres un vestido más corto? —preguntó Shaoran frunciendo el ceño.

—Porque quiero usarlo para Jiang.

—¿Estás loca?

—Ya, ya... no seas tan celoso, cariño —dijo, dándole un beso en la mejilla... y aunque fuera su prima... sentí celos.

—No son celos...

—Claro que son celos... y es peor cuando están juntos. Por lo menos tú no estas allí para presenciarlo... A veces me gustaría que el maldito me diera razones para odiarlo.

—¡Eriol!

—¿Qué? Es la verdad, tu novio es nuestro amigo y siento celos porque no puedo hacerle nada malo para alejarlo.

Seré la luz que te guíeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora