Promesas.

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Mis pulmones empezaban a arder, ya estaba oscureciendo y sentía el sudor mojando mi espalda.

-Taxi!!!!!.-grité lo mas fuerte que pude haciendo que mas de un taxista frenara sobre la avenida.

Al subir le di la dirección del departamento, si mi orientación no me fallaba estaba todavía a varios kilómetros de distancia, no se cuanto mas me habría tardado de seguir corriendo.

(*)

-Llegamos.- me dijo el señor deteniéndose frente al edificio.- Son diez dolares.

-Tenga.- le di mis aretes.

-Hey quiero el dinero!

Pude escuchar al conductor gritándome groserías, sin embargo me importo poco.

-Por favor que estén bien.- subía los escalones corriendo solo pensando en eso.

Al llegar al pasillo donde se encontraba mi departamento pude notar que la puerta estaba entre abierta.

-No... no....- camine de prisa negando con la cabeza, esperando que nada malo les hubiera pasado a mis amigas.

Al estar frente a la puerta me detuve y la abrí lentamente. Todo estaba apagado, pero lo que mas me preocupo es que todo estaba en silencio, como si todo el lugar estuviera conteniendo la respiración.

-Tardaste mucho Nina.

Voltee hacia la ventana de la sala y pude ver su sombra entre las cortinas. Llevaba una chaqueta de cuero, las luces de la calle que se filtraban en el interior del departamento iluminaban su rostro rígido. No había rastro alguno de la sangre que tenia en su boca y barbilla hace apenas unos minutos.

-Que les hiciste Velkan?.- Le pregunté y para mi sorpresa soné mucho mas valiente de lo que me sentía.

-No están.- dijo alejándose de la ventana, dirigiendo sus pasos hacia mi.- Lo que significa que podemos divertirnos mas tiempo tu y yo.

Me di la media vuelta con dirección a la puerta para salir del departamento cuando en una velocidad increíble lo tuve frente a mi. Sentí su puño impactar de lleno sobe mi pómulo izquierdo lo que me mando con una fuerza imposible contra la pared, sentía mi cara arder nuevamente y mi cabeza dar vueltas debido al impacto contra el muro. Me levanto del piso tomando del cuello.

-En serio pensaste que podrías correr de mi?- dijo mirándome a los ojos.- En serio pensabas que te dejaría ir?.

-Yo no quiero estar contigo Velkan. Estas loco.- le dije llorando pero con tono decidido en mi voz.

-Fui amable contigo Nina... respete el hecho de que no quisieras intimidar conmigo, respete tu humanidad!!.- Pude notar el dolor en su mirada y en su voz.- Y aun después de ofrecerte el mundo,  tu me dejaste, me abandonaste... cuando solo he sido devoto a ti.

 Sentía terror al escuchar sus palabras.

-A la mierda el cortejarte Nina... puedo vivir sin tu amor!.- grito con los ojos cargados de odio.- Solo debo convertirte para que estés conmigo para siempre y seremos uno, no solo podrás sentirme en tu mente si no también en tu cuerpo, este amor, esta necesidad sera mutua y mi dolor sera el tuyo.

-No!- grite zafándome de su agarre, no se de donde saque la fuerza para soltarme.

-Yo no quiero ser como tu Velkan.- le grite con lagrimas en los ojos.- No hay nada para mi en pasar una eternidad junto a ti. Yo no quiero vivir para siempre.- le escupí.- No puedo hacerlo! No puedo darte lo que tu pides..

-Que te aferra a esto Nina?.- Me dijo tomándome de la cintura, enterrando sus dedos en mi piel.-Estas rota, algo se rompió dentro de ti esa noche, con ese accidente en Rumania... podía sentir tu dolor. No hay nada para ti aquí.- pude escuchar como se quebraba su voz.

- Perdóname Velkan....- dije ignorando las palabras que me acaba de decir.- Pero no puedo ir contigo y si no lo aceptas, acabamos con esto aqui, ahora.....y matame porque solo muerta podre ser tuya.

Soltó mi cintura y sus facciones se endurecieron, su mirada tomo ese color rojo carmesi que veia en sueños.

-Escúchame bien Nina.- dijo aprisionandome contra la pared con sus brazos a mis costados.-Puedes venir conmigo por las buenas o por las malas pero te quitaré todo, cada persona que ames, cada persona que forme parte de tu vida.... y al acabar te sentirás tan vacía que en verdad querrás estar muerta.- hizo una pausa para ver el efecto que tenia en mi lo que estaba diciendo.- Pero ahí estaré yo  y te daré la oportunidad que a otros les he negado... Te daré la gracia de la vida eterna porque solo yo podré curar tu dolor... y veras por primera vez, que conmigo tendrás al mundo a tus pies.

Sus palabras me habían roto por dentro.

-Y dado que soy un hombre de palabra.- dijo tomándome del brazo para guiarme a mi habitación.- Debemos mostrar con hechos, no crees?.- me dijo con una sonrisa.

Al ingresar al cuarto pude verlo, sus ojos se iluminaron al verme al punto de estallar en lagrimas y a pesar de estar amordazado  supe que se alegraba de verme.

-Daniel!.- grité corriendo a su direccion y cuando lo tuve entre mis brazos me solté a llorar.

-Perdóname Daniel!.- le dije con lagrimas en los ojos tomando su rostro entre mis manos.

-Suficiente.- dijo Velkan al mismo tiempo que me tomaba de la cintura para alejarme de Daniel.- Ya lo abrazaste Nina. Ahora despídete de el.- dijo sin mirarme.

-Que? pregunté desconcertada.

-Veras cuando llegue el departamento no estaba del todo solo, Daniel.- lo miro con una sonrisa.- Te estaba esperando por si regresabas. Momento equivocado en el lugar equivocado.- dijo dando un apretón en su hombro.- Lo siento Amigo...ahora despídete Nina.

-No...- negué con la cabeza, suplicante. Las lagrimas salían como cascadas de mis ojos. - Por favor no lo hagas.

-Dije que te despidas de el Nina, no me hagas repetirlo.- ordenó.

-No Velkan no tienes que hacer esto.- dije levantándome del piso y corri hacia el para que me mirara a los ojos.- No tienes que matarlo por favor... No lo hagas...Iré contigo si quieres pero no lo lastimes.

-Aun cuando te fueras conmigo Nina... te advertí lo que pasaría y a pesar de todo asumiste el riesgo....estas son solo las consecuencias.

Sonaba como si fuera un monstruo.

-No... por favor Velkan.- y por un breve momento pude ver compasión en sus ojos, sin embargo desapareció así como había llegado.

Me tiro en el piso de tal forma que volví a estar frente a Daniel y le retiro el pedazo de tela de la boca para que pudiera hablar.

-Nina...- dijo sonriéndome mientras lagrimas salian de sus ojos.

-Daniel... perdóname...yo.... lo siento tanto.- le dije en medio de sollozos.

-Hey hermosa rumana...- nos miramos el uno al otro.- siempre estaré contigo.

Fue lo ultimo que dijo.... cerré los ojos en el momento en que Velkan rompía su cuello.

-Te lo prometí Nina...te dije que la próxima vez no seria compasivo.- Lo escuche hablar en mi oído.

Su voz sonaba tan distante, todo a mi alrededor me daba vueltas.

 - Ahora ven conmigo, debemos irnos.- Extendió su mano para que la tomara; sin embargo yo no podía reaccionar.

Se escuchaban sirenas a lo lejos cada vez mas cerca de nosotros.

-Regresaré por ti Nina... Lo prometo.- beso mi mejilla y al poco tiempo sentí una ráfaga de aire frío recorrer mi cuerpo. Se había ido.

Comencé a sentir mi cuerpo cada vez mas lejano y poco a poco pude escuchar pasos apresurados acercarse. Eran policías, podía escucharlos ya en el departamento, incluso escuchaba a Nikki y Sadja llamándome.... solo podía pensar en Daniel que yacía frente a mi, mirándome.

 Con unos ojos carentes de vida.




Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora