La Cena. Parte 1

366 42 4
                                    

La puerta se abrió de golpe, y Velkan entro en la habitación.

-Gracias por cuidarla Sadja.- hizo un gesto para que saliera del cuarto.- Ahora necesito estar con ella, a solas.

Sadja me miro y con su boca articulo la palaba L-O S-I-E-N-T-O para luego dedicarle una sonrisa de complicidad a Velkan y posar un breve beso sobre la comisura de sus labios.

Me sentí traicionada.

-Su lealtad ha cambiado.- dijo Velkan sacándome de mis pensamientos.- Al ser yo su creador, su lealtad, confianza y amor son hacia mí. Es parte del vínculo. El nuestro será mil veces más fuerte.- dijo tomándome entre sus brazos para besarme con intensidad. Sus manos arrancaron la bata de mi cuerpo, dejándome completamente desnuda.

-Te amo Nina.- susurro, dejando besos húmedos en mi cuello.- Eres perfecta y eres solo mia.- sus manos apretaron mi trasero.

-No puedo permanecer lejos de ti.. mi alma, mi cuerpo, yo te necesito.- pasó la yema de sus dedos sobre mis labios.

Esas palabras me enchinaron la piel. Su concepto de amor estaba muy distorcionado.

Podia sentir como mi cuerpo me pedia estar con el. Queria sentirlo dentro de mi, sin embargo el dolor, el sufrimiento hacia mi y a los mios estaba muy clavado en mi interior, parecía rosarme el alma.

-No Velkan.- dije luchando contra su cuerpo.- No me toques, aléjate de mi!.- grité, le dí una bofetada en el rostro y mi esfuerzo dio resultado, pues retrocedió solo unos pasos.

No quería que me mordiera otra vez, no quería que esto se hiciera mas fuerte, la necesidad de sentirlo crecia cada vez más. Sabia que sería cuestión de tiempo, quizás días para que le pidiera que me hiciera suya completamente.

Sonrió. Sabia que había escuchado mi pensamiento. Limpió con el dorso de su mano la sangre que salía de su labio. La bofetada fue fuerte, aun me ardía la mano.

-Te lo dije una vez. No estás en posición de negociar.

Se abalanzo sobre mi y caí de espaldas al piso, sentí un dolor fuerte en mi espalda pero lo ignore, toda mi atención estaba enfocada en Velkan y sus colmillos que iban directo a mi hombro derecho.

-Ah!!!!.- grité al sentir sus colmillos perforar mi carne, al mismo tiempo que se despojaba de su ropa para profanar mi cuerpo....

Y todo volvió a pasar como esa noche en Denver...


(*)

El frío que calaba mis huesos me hizo despertar. Sentía mis parpados pesados, poco a poco mis ojos se fueron acostumbrando a la poca iluminación del cuarto.

Intenté levantarme y sentí el jalón de la aguja dentro de mi brazo. Gire la cabeza y vi suero conectado a mi cuerpo, unas delicadas manos volvieron a acostarme con cuidado. Era Sadja quien me miraba sin ninguna expresión en su rostro.

Tenía dolor de cabeza, pero mi cuerpo se sentía recuperado, me sentía fuerte.

-Cuanto tiempo llevo así?.- pregunté, mientras retiraba de un jalon la aguja de mi brazo.

-Cuatro días.- contestó Velkan, estaba recargado en la puerta, la iluminación de los últimos minutos del atardecer le daban un aspecto macabro a su rostro.

-Veo que te sientes mejor.- dijo suspirando.- Me tenías preocupado.

A pesar de sentirme mejor, mis ganas de pelear abandonaban mi cuerpo.

-Necesito un baño.- dije saliendo de las sabanas de la cama. El piso dio vueltas, estuve a punto de golpearme la cabeza cuando unas manos fuertes me sostuvieron de manera suave.

Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora