El Inicio.

1K 71 0
                                    

-Siempre era el mismo sueño, sabe?, todas las noches soñaba que estaba con él...ese cuarto era tan frío, tan solo.

-Que cuarto Nina?.-pregunté dejando salir el humo del cigarro de mi boca.

-Supongo que debo ir desde el Inicio... donde empezó todo. Cuando lo ví por primera vez en persona.

 Cuando lo ví por primera vez en persona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Nina Santino)

Narra Nina Santino.

Todo empezó el viernes cuatro de Noviembre del 2016, tenia veintiún años....

Me despertó el sonido del reloj despertador.

Inicio del flashback.

-Dios! No quiero levantarme!.- me tape la cabeza con la almohada e intente dormirme otra vez.

-Vamos! Levantate ya! O iré por ti y te sacaré de la cama.- Escuché a Nikky gritar desde la sala.

Nikky era mi amiga desde que llegue a Estados Unidos hace mas de cinco años. Tenia el cabello chino, era de un tono rojizo oscuro y su cara estaba llena de pecas, le daban un toque de inocencia a su fino rostro. La conocí en una tienda de ropa. Yo era la encargada, recuerdo que ese dia un grupo de muchachas quisieron robar unas prendas, las enfrente y casi me golpeaban cuando Nikky salió en mi defensa. Desde ese día fuimos inseparables. Ella siempre fue la valiente del grupo.

-Ya voy... ya voy.- Me quede sentada fijando la mirada en mis tennis para ir a correr. Me dirigi a mi armario sintiendo mis ojos aun pesados del cansancio y tome los primeros pantalones de ejercicio y sudadera que tenia enfrente. 

Abri la puerta de mi cuarto y camine hacia el baño que estaba cruzando el pasillo. Encendí la luz y vi mi reflejo en el espejo.Tenia el cabello hecho un desorden y mi ojos estaban rojos por mis largas horas de sueño. No importaba cuanto tiempo durmiera, nunca descansaba. Podía despertarme a mitad de la noche deseando soñar algo mas, algo diferente, algo mejor pero siempre era lo mismo.

Me encontraba en un cuarto, parecía abandonado no había mas que una lacena y una pequeña estufa llena de grasa y un sofá cubierto de agujeros que dejaban ver los resortes y relleno. Las paredes tenían moho, la húmedad había hecho de las suyas. Pero a pesar de no ver a nadie mas en el cuarto no me sentía sola, lo sentía a El, sabia que estaba cerca. Comenzaba a gritar pidiendo ayuda, pero nadie contestaba. Lloraba...no podía estar encerrada, me daba fobia. Cuando escuchaba una respiración, giraba hacia la dirección de ese sonido y podía ver... en la esquina como unos ojos color rojo carmesi estaban clavados en mi, ese brillo, ardían como si fueran de fuego vivo.

-Dios Mío!.- decía entre sollozos.

Estaban a una gran altura del piso y ni siquiera parpadeaban. Me levantaba y me dirigía a la esquina mas retirada de esa mirada, me recargaba contra la pared y me dejaba caer en el piso, juntando mis rodillas a mi pecho, tapándome los ojos.

Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora