El bar.

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El autobús no tardo en llegar a la parada. A pesar de ir casi vacío, tomé asiento en la parte de atrás, no quería sentir la mirada de alguien mas a mi espalda.

-Cálmate ya, no eres una niña.- pensé intentando tranquilizarme. Frotaba mis manos entre si, sintiendo el sudor frio bajar por mi espalda. Estaba muy nerviosa.

Mi celular sonó provocando que diera un pequeño brinco, desbloquee la pantalla y lei el nombre de Sadja.

Ya vienes? Te estamos esperando desde hace un rato. No puedes quedarnos mal.

Llegue treinta minutos después, me calme solo hasta que vi el edificio del departamento. Abrí la puerta y ahí estaban Nikki y Sadja sentadas en la sala, me dedicaron una mirada cargada de enojo.

-Hasta que llegas.- me dijo Sadja levantándose del sofá mientras se acomodaba su corto vestido azul.

-Perdón. Se me hizo un poco tarde, tuve mucho trabajo.- Aun me sentía distraída por el encuentro con ese hombre.

-No importa, aun estamos a tiempo para la reservación.- dijo Nikki mirando su celular.

-Que reservacion?.- pregunté distraída.

-Es en serio? Nina es mi cumpleaños! Debes estar jugando. Nikki y yo hicimos la reservacion en Death and Company.- me dijo Sadja mientras se acomodaba un mechón de su rubia cabellera detrás de su oído.

-Cierto!... yo... yo estaré en un momento.

-Estas bien?.- Me pregunto Nikki con los ojos entrecerrados, sabia que seria mas facil para ella notar si algo no estaba bien.

-Si claro, solo estoy cansada.- me dirigí a mi habitación esperando que no hiciera mas preguntas.

-Solo denme diez minutos, tomare una ducha y me  visto.- grite.

Entre al baño y abrí la regadera. Nuestro baño era pequeño, quizas de tres por tres, paredes blancas, el tapate era de color gris al igual que el juego del baño. Habia un espejo de forma ovalada arriba del lavamanos. Siempre me gustó ese espejo. Deje que el vapor llenara el baño, me quite mi ropa y me meti a la regadera. Dejando que el agua caliente lavara el cansancio de ese dia.

Sali de bañarme, seque mi cuerpo y comence a arreglarme. Tenia un vestido plateado de tirantes con escote V a la espalda, al frente el escote era mas reservado por encima del busto, me llegaba arriba de la rodilla, entallado revelando mi cuerpo bien trabajado gracias a las desmadrugadoras pero agradecidas carreras con Nikki,  me gustaba cuidarme pero no era constante en el ejercicio.Termine de vestirme, puse mousse en mi cabello y encendí la secadora, me gustaba el estilo que le daba a mi cabello, un poco despeinado pero mantenia las curvas. Use un poco de sombras negras y delineador del mismo tono en mis parpados, mis ojos verdes resaltaban aun mas, un poco de labial rojo y estaba lista.

Sali directo a la sala.

-Vaya!.- dijo Sadja con una sonrisa en los labios.

-Wow! Nina!.- dijo Nikki.- Deberías pagarme por ser tu entrenadora personal, prácticamente si esta noche tienes sexo es gracias a ese trasero que tienes gracias a mi.- Pude ver como aguantaba la carcajada. 

Sadja soltó a reír.

Senti como me ardian las mejillas.

Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora