El primer día de clases en cualquier universidad, es realmente como lo pintan en las películas estadounidenses. Estudiantes corriendo de un lado a otro, saludando a sus amigos, presumiendo bronceados, alardeando de lo que hicieron en el verano. Parejas de novios recobrándose y besándose como si no hubiese mañana.
Él estómago se me revolvía solo de ver a un par de novios devorándose el uno al otro en un beso ardiente y apasionado.
Cepille mis dedos entre mi cabello y me quede con la mano enredada en las puntas. Estaba acostumbrado a alizar mi indomable melena. Camine por él campus, sin dejar de sentirme nervioso. Yoandri, mi mejor amigo de la vida, me había dicho que él había aprobado su examen de ingreso. Me había dicho que él estudiaría en la misma universidad que nosotros y, a pesar de saber que él lugar era terriblemente grande y que había una posibilidad en un millon de encontrármelo por los pasillos, me sentía aterrado. No estaba listo para verlo una vez mas. Mucho menos para encararlo, saludarlo u hablar con el. Había pasado el verano entero en Corea del Sur, en el departamento de mi tía, junto a un montón de asiáticos desconocidos, con los cuales había convivido alegremente; y en ningún momento había abandonado mis pensamientos.
Joel Pimentel era y siempre seria mi perdición.
Habíamos terminado hacia casi tres meses. Un mes antes de las vacaciones, y aun me afectaba la idea de no estar con el.
—¡Tu, pequeño idiota!—escuche una vida horriblemente familiar gritando detrás de mi. —¡Cuando dije cambio, me refería a algun tinte, una despuntada, un nuevo estilo. No me referia a que dejarás crecer tu cabello e imitarás a un vagabundo!
Una sonrisa estúpida se deslizó por mis labios y me gire para mirar a Yoandri, abriéndose paso hacia mi entre la multitud. Unos musculosos brazos me abrazaron con fuerza antes de que pudiera procesarlo y le devolví él abrazo antes de decir:—¡Estaba en Corea!, ¡No sabia a que clase de cambio te referías!
Me aparté de el un poco y note el color rosa pastel y fucsia de su cabello. Mis cejas se alzaron con incredulidad y dije—¿Me hablas a mi de cambios extremos?, ¡Mira el color de tu cabello!, ¡Es tan rosa como una vagina!
Una carcajada broto de su garganta mientras enredaba su brazo en mi cuello, guiándome por la multitud.
—Este semestre, mi queridisimo Erick, estoy decidido a hacer de todo.
—Si Ivan te lo permite—acote.
—Si Ivan me lo permite.—acordo el.
Caminamos hasta él edificio principal, donde veríamos nuestros horarios de clases y el edificio de nuestras clases. Yoandri y yo compartíamos carrera: ambos habíamos decidido estudiar letras. Sin embargo, él se inclinaba mas por él periodismo, yo era del tipo escritor. Ivan, por otro lado, estudiaba ciencias sociales y, su edificio al lado oeste del campus. Joel, se había matriculado en Derecho, su edificio estaba al lado norte del campus. Bastante retirado del mío: el sur.
—Me dijo Ivan que te vio en él Red Night el fin de semana pasado.—dijo Yoandri.
Yo me tense un segundo antes de asentir repetidamente.—Si. Fui ahí.
—A verlo...—afirmó.
—A verlo...—concorde.
—¿Y?—inquirio.
—¿Sabias que realmente sabe cantar?, quiero decir, ¡Canta!, ¡Muy bien!
—Lo se. Es talentoso.—dijo mi amigo, con una sonrisa suficiente.—¿Hablaron?
—¡Infiernos, no!—dije, aterrorizado ante la idea.
Yoandri se detuvo en seco para mirarme reprobatoriamente.—¡No puedes huir de el para siempre!, algún día tendrás que enfrentarlo y hablarle ,Erick.
—¡Lo se!, ¡Lo se!, aun no estoy listo para eso.—dije, recordando el momento en el que la mirada de Joel y la mía se encontraron en el bar, un par de segundos.
—Nunca estarás listo, y lo sabes. Quiero decir es, Joel. El hombre que amas. Fue tu primer amor verdadero. Jamas estas listo para enfrentar algo asi, sin embargo, te las arreglas. No puedes vivir tu vida mirando hacia todos lados, intentando encontrar el modo de ocultarte de un chico.
Me mordi él labio inferior con fuerza.—Ni siquiera me conoce, Yoandri. No necesitó esconderme de nadie porque no me conoce físicamente. No sabe como luzco y, probablemente cree que soy tan bonito como tu.—dije, haciendo una mueca.
Yoandri resoplo antes de mirarme con irritación—¡A Joel no le interesa!, ¿Sabes cuantas veces hemos coincidido en alguna fiesta y me pregunta por ti?, ¿Sabes cuantas veces me ha preguntado: “¿El chico con el que charlabas es Erick?”?, ¿Sabes cuantas veces me ha dicho que te extraña?, ¿Sabes cuantas veces me ha repetido una y otra vez que si pudiera cambiar lo que paso, lo haría?, ¡Joel te ama, Erick!, ¡Tu lo amas a el!, ¿Que esta mal contigo?—me regañó.
—¡Todo!, ¡Todo esta mal conmigo!, no soy capaz de acercarme a el. No soy capaz de mirarlo a los ojos. No soy capaz de aceptar que me equivoqué y que debi haberle dado una oportunidad mas a lo que sentía por él. Pero no puedo. No... No estoy listo. No estoy listo porque ahora todo ha cambiado. Ahora todo es diferente y no quiere aferrarme al pasado.—solté.
Tenia mucho tiempo pensándolo.
Tenía mucho tiempo sintiéndolo, pero no lo había dicho. A nadie.
No le habia dicho a nadie que me aterraba él rumbo que la vida de Joel y la mía habían tomado. No le había dicho a nadie que me sentía perdido sin él. No le había dicho a nadie que todas las noches me preguntaba si había hecho lo correcto.
llegué amiguis;)
