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¡Erick, maldita sea, detente!—bramo la voz de Joel a mis espaldas, pero yo ni siquiera quería mirarlo.

Estaba tan asqueado y herido que no podía pensar en otra cosa que no fuera salir de ahi. ¿Cómo se atrevia a seguirme cuando lo había visto todo?, ahora comprendia porque quería habar conmigo. Iba a rechazarme. Iba a decirme que lo de la noche anterior había sido un error.

Me abri paso entre el tumulto de gente a empujones mientras seguía a Yoandri y de pronto, alguien me detuvo tomándome de los brazos fuertemente. Yo alce la vista para gritarle a esa persona que se apartara de mi camino y me vi de frente con un par de ojos oscuros. Seung me miraba con la angustia claramente pintada en el rostro.

¿Qué demonios...?—comenzó a preguntar.

¡Erick, por favor, déjame explicarte!—dijo la voz de Joel detrás de mi.

Cerre mis ojos con fuerza antes de hundir la cabeza en el pecho de Seung y aferrarme a su torso delgado.—Dile que se vaya—le susurre, suplicante.

Seung envolvió sus brazos en mi cuerpo y escuche su voz abriéndose paso entre el escandalo de la fiesta—Creo que lo mejor es que te vayas de aquí, Pimentel.

Erick, por favor, déjame explicarte...—suplico Joel a mis espaldas.

Dile que se vaya—solloce entre los brazos de Seung. Estaba empapando su camisa con mis lagrimas pero a el no parecía importarle.

Joel, vete—pidió Seung. El tono de su voz era neutral. No era agresivo, pero era firme.

¡Erick, por favor!—pidió Joel.

¡Largate de aquí, idiota!—chillo la voz de Yoyo. Estaba furioso.

¡Yoandri, no lo entiendes!, ¡No es lo que parece!, ¡Yo no sabia...!—comenzó Joel excusándose.

¡Si lo sabias!, ¡Lo sabias perfectamente!—espeto Yoandri.

Quiero que se vaya, por favor, Seung, has que se vaya—suplique en un susurro.

Joel...De verdad, no es momento, vete—dijo Seung con serenidad.

¡No voy a ir a ningún jodido lado, mierda!—bramo.

Sacame de aquí—susurre.

Seung, sin decir una sola palabra mas, guio mis pasos hacia afuera de la casa.

¡Erick, no es lo que piensas!—grito Joel.

Su voz sonaba peligrosamente cerca. Unos dedos calidos se enredaron en mi muñeca y entonces explote.—¡No me toques!

Me volvi sobre mis talones y tire mi brazo del agarre de Joel. Lo mire fijamente a los ojos y lo único que podía sentir en ese momento era asco, repulsión, coraje, decepcion. —¡No me vuelvas a tocar!, ¡Dejame en paz!, ¡No quiero verte!, ¡No quiero saber absolutamente nada de ti!—grite.

Mis manos temblaban del coraje. Mi respiración era agitada, tanto que crei que me iba a dar un ataque de asma en ese momento. Las lagrimas pesadas caian por mis ojos pero no iba a amedrentarme frente a el. Ya no. Joel Pimentel había roto todo lo que yo alguna vez había sentido en menos de tres minutos; en una sola noche. En ese momento, lo que sentía era tan cercano al odio.

La mirada de Joel estaba fija en mi. Parecia herido. Parecia incrédulo y al mismo tiempo angustiado.—Erick, por favor...—suplico, pero note la derrota en su mirada.

Sin decir una palabra mas, me gire sobre mis talones y sali de la casa a paso veloz.

Erick, ¡Erick, espera!—la voz de Seung me hizo detenerme a medio camino.

Me gire para encararlo y espetar.—¡Necesito estar solo!

—¡No!, ¡No lo necesitas!, ¡No voy a dejarte solo!, ¿Qué demonios paso?—espeto de vuelta.

—Se lo dije, le dije que era yo.—frote mi cara con angustia, conteniendo los sollozos que amenazaban con salir de mi garganta.

Con el repentino ataque de ira, las lagrimas había cesado y no quería volver a traerlas a mi.

¿Y?—inquirio Seung mirándome con cautela.

—Le importo una mierda. Fue tras Ji Yong, sin importarle que yo estuviera justo en la habitación...—no pude continuar. El nudo en mi garganta me hacia doler toda la traquea y pulmones. Queria gritar de frustración y al mismo tiempo sabia que no merecia la pena.

Entonces es un imbécil, Erick. Afrontalo y vive con ello.

¿Era mi imaginación o lucía furioso?

Yo abri la boca para replicar, pero inmediatamente me calle. No podía hablar acerca de lo que había pasado la noche anterior. No sin que me doliera en lo mas profundo de mi alma. Sin decir una palabra, Seung se acerco a mi y envolvió sus brazos en mi cuerpo de forma protectora y dulce. Aprete los ojos con fuerza, reprimiendo mi llanto, y el me presiono contra su cuerpo.

Entonces, envolví mis brazos a su alrededor y me deje ir. Deje que el llanto fluyera hasta que mis ojos ardieron, deje que las lagrimas cayeras hasta que no podía pensar en nada que no fuera el ardor de mis ojos y el dolor de mi pecho.



Fin.























ahreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee olaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssss, sigo esperando a k lean Cute Rabbit mugrosas.


Blindly 2 »joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora