Una semana después de haber entrado a la escuela, tenia a Yoandri rogándome al teléfono que fueramos juntos a la fiesta de bienvenida de la fraternidad a la que Ivan pertenecia. Yo sabia que, donde estaba Ivan, estaba Joel, asi que estaba bastante renuente a ir. Sobre todo cuando había oído mil y un comentarios acerca de "Joel Pimentel: la nueva conquista de Kwon Ji Jong". Habia intentado hacer oídos sordos con el tema, pero era casi imposible cuando se escuchaban rumores en cada pasillo del campus. Joel no había intentado comunicarse conmigo después de que le dije que no debía explicarme nada.
Yo tampoco había intentado enviarle ningún texto o llamarle. Una parte de mi, esperaba que decidiera buscarme el. Que llamara, que me enviara un texto o preguntara por mi, pero no lo hacia. Cada dia que pasaba me convencia a mi mismo que todo había terminado y que, por mas que intentara, nada nunca volveria a ser como antes.
—¡No puedes pasarte la vida entera encerrado en tu casa por miedo a encontrarte a Joel en la calle, Erick!—me regaño Yoandri, por teléfono.
Yo rode los ojos al cielo mientras tecleaba el nombre de una de mis viejas canciones favoritas en el buscador.—No pienso pasarme la vida entera encerrado en mi casa ocultándome de Joel. Sera solo hasta que la universidad termine.—bromee.
—En una hora paso por ti, Er. Iremos a esa fiesta, y no voy a discutirlo mas contigo.—espeto.
Antes de que yo pudiera reprochar algo, Yoandri me colgó el teléfono. Por un momento, la idea de pedirle a mi madre que le dijera a Yoyo que me había quedado dormido rondo por mi cabeza, pero entonces, una voz dentro de mi cabeza me grito: "¡Superalo!, Nunca huyes de tus problemas, ¿Qué te pasa ahora?"
Fue entonces cuando me decidi a asistir a esa dichosa bienvenida, y me meti a la ducha rápidamente. Me coloque una remera holgada junto a unos jeans extremadamente entallados, pero no me importo. Mi lapso de valor había comenzado e iba a aprovecharlo al máximo. Me calce unas zapatillas y baje rápidamente a la planta baja. Justo en ese momento, Yoandri entro por la puerta.
—¡Santo Dios!, ¡Esos jeans si que resaltan tu trasero, Erick!, Estoy orgulloso de ti—se burlo mientras se sentaba en uno de los respaldos del sofá.
—¿Me veo bien?, ¿Luzco vulgar?, ¿Crees que deba cambiar mis jeans?, ¿No son muy ajustados?—solte angustiado.
—Tranquilo, son ajustados,, pero te luces sexy, no eres vulgar y te ves precioso, Erick. ¡Vamonos!—dijo acomodando su polera.
Tome una chaqueta antes de salir, no sin antes besar la mejilla de mis padres y subir al viejo auto de mi amigo.
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Cuando llegamos a la enorme residencia, la música electrónica ya retumbaba en todo el perímetro. Caminamos por el paso hasta la entrada principal y, al entrar, nos topamos de frente con una turba de personas apretujadas, con bebidas en sus manos.
La música se hizo mas intensa mientras nos abríamos paso entre la gente hasta hasta un DJ mezclaba canciones de moda. Una improvisada pista de baile estaba abarrotada y Yoandri brinco emocionado, mientras buscaba con la mirada a Ivan.
—Hola...—una voz detrás de nosotros nos hizo volvernos sobre nuestros talones.
Un chico de cabello oscuro, ojos marron intenso y piel morena nos miraba tímidamente. Era mucho mas alto que yo; delgado, con aspecto intimidante pero nada aterrador. Una pequeña sonrisa— se dibujo en sus finos labios rosados. Bastante atractivo.
—Hola—respondio Yoandri, sonriéndole abiertamente. Pero puedo notar su postura defensiva.
—Soy Seung—dijo el chico, metiendo ambas manos en los bolsillos de su chaqueta.—Choi Seung.