El sol me dio de lleno en la cara.
Me lleve las manos a la cara y gemi. Estaba tan cansado...Me dolia el cuerpo entero. De pronto, los recuerdos me golpearon fuertemente: Joel bebiendo, yo llevándolo a la habitación de Ivan, la charla que tuvimos, como le confese mi verdadera identidad, los besos de Joel, el aroma de Joel, las caricias de Joel...
Levante la cabeza de golpe y entrecerré los ojos para acostumbrarme a la luz matuttina que se filtraba por la ventana de Ivan. Barri la habitación con la vista y me sente en la cama, cubriendo mis desnudez con la sabana. Estaba solo. Solo en la cama.
Me mordí el labio inferior con nerviosismo y me puse de pie rápidamente, envuelto en las mantas. Recogi mi ropa del suelo y me di cuenta de que faltaba la ropa de Joel. Mi ceño se fruncio notablemente, pero me obligue a concentrarme en la tarea que me había asignado: vestirme e ir a casa.
Rápidamente me puse mi ropa interior, para después enfundarme en los jeans y mi sueter . Tome mis zapatos y baje las escaleras intentando no hacer ruido. Los musculos de mis piernas dolían particularmente aquella mañana.
Una vez abajo, observe todo el desastre que había, desviando mi mirada hasta Ivan, quien dormia en un sillón en una posición a mi parecer bastante incomoda. Una sonrisa idiota se deslizo por mis labios y me lleve ambas manos a la boca para no reir. Tome mis cosas a toda velocidad y sali por la puerta principal sin hacer ruido. Me eche a andar por la calle a paso veloz. No me importaba ir descalzo con el cabello hecho desastre y mi sueter sucio a causa de las bebidas de la noche anterior. No me importaba nada porque llevaba la sonrisa mas grande y estúpida que jamas había tenido en mis labios. Por primera vez en mucho tiempo era feliz.
Al llegar a casa, subi las escaleras lentamente, intentando no hacer ruido. Tome el cepillo de mi tocador y desenrede los nudos de mi cabello antes de tomar una toalla. Mi celular comenzó a timbrar y lo tome casi al instante. Era un texto de Yoandri.
¨¡Tienes que contarme todo!, Ivan me dijo que los vio a ti y a Joel acurrucados, desnudos anoche. ¡Como es que no me has contado nada de eso!, ¡Eres un terrible amigo!, ¡Exijo saber los detalles ahora!¨
Una sonrisa se deslizo por mis labios y lance el celular a la cama. Primero necesitaba ducharme. Treinta minutos después, estaba en pijama, recién duchado, dispuesto a contarle a Yoandri todo lo que había pasado. Lo llame por teléfono y le conte absolutamente todo lo que había pasado aquella noche y ni siquiera el podía creerlo.
—¿Entonces quiere decir que volvieron?—pregunto, emocionado.
Mordi mi labio inferior y murmure—No lo se. Espero que si. Es que, ya te lo dije, cuando desperté no estaba.
—¡Seguro fue a buscarte el desayuno y tu te fuiste a casa!—bromeo.
Yo rei ante su comentario.
—Esta noche habrá una fiesta en la fraternidad de Ivan, ¿no seria buena idea ir?, es seguro que Ivan ira, y si va Ivan...
—Va Joel—termine por el.
—¡Exacto!, ¿Vamos?—pregunto.
Yo cerre los ojos con fuerza—No se si me dejen. Ya fui a una fiesta ayer, y no llegue a dormir, no se si mis padres quieran dejarme.
—¡Oh, vamos!, Diles que vamos al cine y a un café por la noche y volveremos temprano. A las 12 ya estas en casa—me incito.
—¡Si me castigan será por tu culpa!—bromee sonriendo como boba.
Aquella tarde, no tuve señales de Joel por nada del mundo, en cambio, recibi un texto de Seung.
¨Tu y yo en una fiesta de mi fraternidad, esta noche. Piensalo.¨
