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Seung aferró sus manos en mis mejillas y disminuyó el ritmo de nuestro beso hasta que fue dulce y cálido.
Se apartó de mi un segundo antes de volver a besarme con energías renovadas. De hecho, pudo haberm llegado a parecer agradable de no haber sido por la opresión que sentía dentro de mi pecho. Esto no era correcto.
Seung se separó de mi y me miró a los ojos. Ví duda en su mirada, pero me sonrió suavemente mientras tiraba de mi hasta la pista de baile. La música electrónica retumbaba en todo el lugar pero el me tomó por la cintura y comenzó a balancearse al ritmo de la música, como si estuviéramos bailando una balada romántica.
Estaba aturdido, un poco borracho y confundido, así que solo me dejaba balancear entre sus brazos.
Algo en su mirada hacia cambiado por completo. Algo esas cambiando entre nosotros y el miedo se instalo en mi pecho al darme cuenta de que no iba a volver a ser lo mismo nunca más.
Sin decir una palabra más, Seung apartó un mechón de cabello de mi cara y beso mis labios una vez más. Esta vez no pude corresponder su gesto, pero él no siquiera pudo notarlo porque se apartó en un segundo.
Estaba sudoroso, abrumado, aterrorizado y avergonzado de mi mismo. Esto no tenía que ser de esta forma. Esto no podía estar pasando asi. Seung merecía una persona que pudiera entregarse al cien por ciento y yo, en ese momento, no podía. No supe e que demonios pensaba antes.
Seung deslizó su mano pori mejilla de forma cariñosa y mi corazón se estrujó dentro de mi pecho. Era un chico realmente dulce. No podía hacerle esto.
Abrí la boca para hablar, pero volvió a besarme. Esta vez con mas urgencia. Todo me daba vueltas, las lucese mareabab, su beso me aturdía, y de pronto me encontré aferrado a sus hombros por necesidad: me había levantado de suelo y besaba sin clemencia.De pronto, me vi arrancado de sus brazos y jadee al sentir el suelo firme bajo mis pies. Todo pasó tan rápido que ni siquiera tuve tiempo para reaccionar.
Joel golpeando a Seung, a puño limpio. Seung cayendo al suelo estrepitosamente, gritos ahogados por la música, Yoandri mirando horrorizado, como Seung caía al suelo; Iván corriendo para detener a Joel y yo en medio de todo se desastre.
Me quedé paralizado. Mirando, casi en cámara lenta, como Seung se limpiaba la sangre proveniente de su boca, como Joel se sacudía de agarre de Iván con mucha fuerza, como Ji Yong me miraba como si fuera e peor ser humano del planeta, como Yoandri corría a auxiliar a Seung.
No podía moverme. No podía hacer nada que no fuera observar el maldito lío en el que se había convertido mi vida.
Joel se liberó del agarre de Iván de un tirón y se abalanzó sobre Seung nuevamente, pero está vez, me interpuse en su camino.
Joe se detuvo en seco y me miró fijamente a los ojos. Había irá pura y cruda en su mirada; había coraje, frustración y dolor en ella, y yo no podía dejar de sentirme enfermo por todo lo que estaba provocando.
¿Acaso yo era así de mierda?, Me sentía terrible.—¡Joel, basta!—dije y me sorprendió descubrir la forma en la que mi voz temblaba. No era de coraje, sino de tristeza. Estaba destrozado y destrozando todo a mi paso.
El me miró jadeando, mirtras su ceño se fruncía. —Por favor, no hagas esto. Detente. No te hagas más daño. No me lo hagas a mi. Eres más que esto... Fuimos más que esto.—dije, intentando hacerme escuchar por encima de la música.
Joe me miró con aprehensión, sentí las lágrimas resbalar por mis mejillas mientras parpadeaba.—No quiero esto para ti. No lo quiero para mí. ¿No puedes entender que nos hacemos más un daño que un bien?
—¡Eso no es cierto!—replico con voz ronca.
—¡Lo es, Joel!, ¡Lo es!, ¡Lo único que hacemos es destruir todo a nuestro paso!, ¡Me cansé de esto!
—No quiero perderte.—su voz se quebró mientras me veía con angustia.
—¿No te das cuenta de que nos hemos perdido hace mucho tiempo?—dije, surtiendo dolor con mis propias palabras, porque eran ciertas. Hacía mucho tiempo que el me había perdido y viceversa.
—¿Estás con el?—inquirio, haciendo una seña tosca en dirección a Seung, quien estaba poniéndose de pie.
Miré a Joel fijamente y me sincere.—No lo se—me encogi de hombros.—, supongo que lo iré descubriendo poco a poco. No estoy listo para una relación, Joel.
—Lo besaste.—me recriminó.
Una risa irónica salió de mis labios.—¿Quieres tocar ese punto?—pregunté, comenzando a molestar.—, Joel, no se trata de quien ha dañado más a quien. Se trata de seguir. Se trata de... De detener esto. Se trata de superar y olvidar.
—No quiero olvidar.
—Yo tampoco...—me sincere.—, pero es necesario.
—Joven, voy a pedirle que me acompañe a la puerta.—dijo el hombre de seguridad que se encontraba en la entrada.
Joel hizo una mueca de inconformidad, pero me dedico una mirada aprehensiva antes de seguir al hombre hacia afuera del establecimiento.
Era momento de poner orden en mi vida. Era momento de olvidar y superar.
olax☺