You Can Leave Your Hat On (Tico Torres)

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Traté de ignorarlo. Como si no hubiese pasado nada. Pero hay veces que querer no es suficiente. Desearlo me era inevitable, aunque tuviese varios años más que yo.

Habían pasado unos meses cuando un día, no sé cómo, mis compañeras de departamento, me convencieron de ir a alguna loca fiesta, de esas en las que, incluso, te encuentras con famosas estrellas de rock. Donde, lo más seguro, me encontraría con él

Me prestaron un vestido negro bien apretado y ceñido al cuerpo, me maquillé los ojos bien negros, bien impactantes y me dejé el pelo suelto, largo y desordenado, con aquel pequeño toque "sensual". No sé, pero se me cruzó su cara por la mente. Tico Torres, el baterista de la ya muy famosa banda de Rock "Bon Jovi". 

-Este - señale quitandole un sombrero de su cabeza para colocar el correcto.

Sorprendido sonrió, manteniendo fijamente su mirada en mi, causo un extraño escalofrió en mi columna vertebral. Tomando otro sombrero lo llevo a mi cabeza - You can leave your hat on- susurró la canción que comenzaba a sonar en la tienda.

Sacudi mi cabeza sonriendo ante aquel recuerdo y salí. 

El tiempo había transcurrido, y la música ya había invadido por completo cada rincón de mi cuerpo, fue así como cuando comenzaba a sonar "You Can Leave Your Hat On", y con mirada divertida mire a mis amigas.

-¡Esto es lo tuyo, chica! - gritaron ellas, y riendo, y con algunos tragos que me habían dado más personalidad comencé un digno baile de aquella sensual canción. Por un momento todo dejo de existir más allá,era lo que necesitaba, distensión y diversión. Muevo mi cabeza de manera sexi, dejando que el cabello se mueva a su antojo, y que mis amigas griten con euforia. Iba a voltear cuando unas fuertes manos toman mi cintura. Cierro los ojos, sabiendo a la perfección de quien se trataba.

- You give me reason to live - Me susurra al oído.

Abro los ojos, me doy vuelta y ahí está Tico Torres, no lo pienso mucho, y digamos que el alcohol tampoco ayudaba mucho, entonces atrapo sus labios con los míos. Con esa boca que me desnuda a besos, esa boca que sabe muy bien que hacer. Y sus manos que me aprietan fuertemente contra él son la señal perfecta. No hay tiempo que perder.

-E-r-e-s u-n-a s-u-c-i-a - deletrean mis amigas en mi oído cuando me despido de ellas y los chicos niegan divertidos en dirección de su amigo.

-¡Me haz robado a mi baterista! - fue lo único que escuche de parte del líder de la banda cuando salíamos rápidamente del lugar.

Pensé en todo lo que podría pasar, yo era virgen pero no me importaba pecar con él, tenía en su ser una fuerza que me atraía extraña y profundamente. Llegamos a un edificio, se metió en la cochera subterránea y entramos. Su departamento era amplio, en el sexto piso y el balcón tenía una vista que a cualquiera podría hipnotizar. Cerré los ojos sintiendo la brisa de la primavera en mi rosto.

-Voy a hacer café- me dijo, mientras yo me quedé recitando en mi mente la letra de aquella canción mientras que la expectativa iba creciendo.

- Suspicious minds are talkin'
They're tryin' to tear us apart
They don't believe in this love of mine
They don't know what love is -

Sus labios estremecieron mi piel cuando se acercó y empezó a besar el cuello. Ladee mi cabeza dejandole acceso libre a cada rincón de el. Sentí su respiración cada vez más agitada, tanto o más que mi corazón.

Sus dedos se deslizaron lentamente por mi hombros, rozando delicadamente cada centímetro de mi piel.

No supe cómo, pero mi vestido se encontraba tirado por algún lugar de su departamento mientras que nuestros cuerpos yacían combinados en el colchón de su habitación.

Mis manos, algos nerviosas pero seguras, desprendieron cada botón de su camisa permitiéndome acceso directo a su torso. El que recorrí entre mordiscos y besos. Y no me detuve ahí, mis manos siguieron bajando, rozando la cremallera de su pantalón, permitiéndome sentir aquella erección que se hizo cada vez más viva.

De pronto el mundo fuera de eso dejo de importar, ese placer único de quién sabe bien lo que hace y lo que provoca es incomparable. Intentaba aferrarme a las sabanas de su cama o de enterrar mis uñas en sus fuertes brazos.

-Yeah, I know what love is
There ain't no way

You can leave your hat on- susurro entre mis labios, sonreí recordando aquella primera vez que nos conocimos.

- You can leave your hat on - repetí sonriendo para luego halar de su labio con mis dientes.

Acabamos poco tiempo después con las luces apagadas, solo iluminados por el neón de las luces de la ciudad.

Esa sería la primera de muchas experiencias inolvidables con él en aquella ciudad tan lejana y diferente a donde nací. Aquella que por las noches se llena de amantes, amantes que, como nosotros, develan sus pasiones bajo el neón de las luces de la ciudad. 


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Me cuesta hacer un poco one shot con Tico o David, no porque no me encanten pero bueeeeno no sé... sólo hago más de Richie o Jon. Sin embargo, aquí tienen un one shot con este hombre, ¡Ojalá les guste!.

Living in sin/ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora