¿Papi, por qué estas en el suelo?

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Había una cosa que Jon amaba más que su carrera como cantante, y era el llegar a su casa y que aquella guapa mujer lo estuviera esperando junto a sus adorados pero revoltosos hijos.

Habían sido dos semanas extremadamente largas y muy pesadas, en las que pasamos de show en show, de programa en programa, por lo mismo cuando iba camino a casa sólo pensaba en llegar a ducharme y descansar un momento para así recargar energías.

Abro la puerta de mi casa y el sonido de crazy de Aerosmtih me recibe de golpe, aun recordaba aquella vez que conocí a Sarah moviendo sus caderas al ritmo de aquella canción, estaba sola en la casa de su amiga cuando yo llegue y la pille bailando.

-¿amor? – grito intentando averiguar dónde podría estar. A veces odiaba el tener una casa tan grande, desearía una más pequeña en la que pueda dar un pequeño paso y toparme con aquella.

-¿amor? – vuelvo a gritar pero nuevamente no me contesta.

Suspiro resignado a buscarla por todos lados.

Tiro mi chaqueta sobre el sofá para comenzar la busca de Sarah Jhonson.

Entonces la encuentro. Trae una de mis camisas, una roja si soy especifico, la que definitivamente le queda mucho mejor que a mí. Está preparando lo que seguramente debe ser el desayuno. Si, los chicos no solían despertar ni aunque estuviera ocurriendo la misma guerra en el patio, ellos simplemente disfrutaban el molestar toda la noche y el dormir toda la mañana.

-amo... - hablo pero cierro la boca rápidamente. No quería interrumpir aquel sensual espectáculo que ella estaba dando sin saber que su marido la estaba observando.

Sus caderas van de lado a lado mientras prepara un jugo natural de frambuesa, muerdo mi labio, Sarah con sólo una mirada podría hacerme desear lo más pecaminoso del mundo. Sonrío cuando pasa la mano por su cabello sin dejar de mover sus caderas, lo ha hecho por el simple hecho de que le molestaba pero aun así no deja de ser sensual, doy un paso más sigilosamente –I go crazy,crazy,crazy, baby, I go crazy– canta moviendo su cabeza hacia atrás lentamente. Necesito tomarla en estos precisos instantes y llevarla a nuestra habitación.

-mierda – susurra para luego reír cuando no ha puesto la tapa de la jugera y le ha saltado jugo.

Muerdo mi labio evitando reír. ¿Era posible que hasta para limpiarse me pareciera una mujer extremadamente sensual? Lleva su mano a su boca y quita algo de frambuesa que le ha saltado. Okey ya no aguanto más.

-I need your love, honey – dice ella.

Doy los pasos restantes y la abrazo por la cintura apretándola fuertemente contra mí.

-I need your love – susurro en su oído. Sarah sonríe volteando para rodearme con sus brazos.

-loco, loco, loco por ti. Estoy perdiendo la razón, baby. Porque me estoy volviedo loco –digo sobre sus labios – crazy, crazy,crazy for you, baby – canto la ultima parte.

Ella muerde su labio – te extrañe estas dos semanas – responde besándome

-y yo a ti, cariño – respondo levantándola para apoyarla en el mesón de la cocina.

Al principio la beso con suavidad, pero no puedo negarlo, en estos momentos, lo menos que quiero es besarla con suavidad. Sonrío cuando sus labios también piden más. –Te queda muy bien mi camisa – susurro besando su cuello. Ella jadea con sus ojos cerrados.

-Si, a ti te queda bien esta camiseta negra – responde mientras sus manos van subiendo lentamente quitándomela – aunque mejor cuando estas sin ella – besa mi pecho.

-amor – me quejo cuando me ha mordido. Ella sonríe.

-yo no quería hacerlo pero me tendré que vengar –respondo con una amplia sonrisa. Amaba cuando Sarah me mordía.

Bajo besando su cuello mientras desabrocho lentamente su camisa. – sabes a frambuesa – digo mientas la beso. Ella sonríe – vi tu espectáculo en la cocina, preciosa – la miro – reclamo uno de esos show en privado – la muerdo sobre sus pechos.

-amor – dice entrecortadamente cuando subo lentamente besando su pierna – pue... - la muerdo en la parte interior de su muslo – pue-den ve-nir los niños

-deja de tartamudear – me burlo mientras mis labios besan su muslo y una de mis manos juega tirando su braga.

Iba a seguir subiendo cuando unos pequeños y rápidos pasos se escuchan venir a la cocina. Sarah ha quitado rápidamente su pierna y se ha bajado del mesón abrochando la camisa.

-¿papi por qué estas en el suelo? – pregunta Steph.

Sarah me mira y literalmente explota de la risa a la vez que se pone mucho más roja que la camisa mía que trae puesta.

-yo también quiero estar sin camiseta – dice Jesse al verme.

Nuevamente mi esposa se ha puesto roja y yo sólo río levantándome.

-¡quiero estar sin camiseta! – grita Jesse quitando la suya.

Río - debes preguntarle a mamá. Ella es la que las quita – respondo mirándola seductor.

Sarah muerde su labio sonriendo.

-¿mami por qué estas roja? – se entromete Steph.

Ella ríe – vayan a lavarse los dientes y bajan a tomar desayuno – los manda sin antes dejar un beso en la frente de cada uno.

-¿amor por qué estas roja? – la molesto besando su cuello mientras ella termina de preparar el desayuno.

Sarah golpea mi pecho suavemente.

-ponte camiseta, Jon. Tú hijo no se la pondrá si te ve así – responde sobre mis labios.

-no es mi culpa – digo mientras mi mano comienza a subir por su pierna.

-basta, bongiovi – muerde mi labio suspirando para luego separase.

-¡necesito tu amor, cariño! – grito cuando ella va saliendo de la cocina en busca de nuestros hijos.

Sarah se detiene girando sobre su eje. Me mira unos segundos, que parecen horas, entonces sonríe y corriendo salta a mí para enredar sus piernas en mi cintura.

-TE AMO, TE AMO, TE AMO – dice dándome pequeños besos por cada letra.

Sonrío – TE AMO – respondo bajándola.

Todo el cansancio que traía en un inicio se marcho al verla en la cocina y termino de esfumarse cuando luego del desayuno Steph y Jess me pidieron jugar con ellos. Esto era lo único que necesitaba para recargar energías.



Estaba escuchando aquella canción cuando llego la idea, una de mis canciones favoritas de Aerosmith 

Living in sin/ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora