Interrumpidos

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-¿Ya te vas? - preguntó cuando vio al peliplata guapamente vestido.

Extrañado la miró - ¿no me acompañaras? - se acercó al verla sólo con una camisa de él puesta. Apegandola de la cintura a él, Cata rió. 

- Hoy no - respondió sobre sus labios.

Arrugando su ceño, la miró - ¿Por qué? 

-Porque hoy no quiero ver como todas le coquetean descaradamente a mi novio - respondió divertida antes de halar con sus dientes el labio inferior de su novio.

Un gruñido animal brotó desde el interior del músico. 

-No lo harían si llegará de la mano contigo - la apretó aun más contra él. 

La morena rió y pasó su mano derecha por el, ahora, plateado cabello del cantante.

-Lo hacen igual, Bongiovi - sonrió.

Él rió divertido -Bueno, eso pasa cuando tienes un novio como yo - respondió egocéntrico.

-¡Por dios, Bongiovi! - rió - eres un egocéntrico- golpeo suavemente el pecho de él.

-Descuida, amor. Sólo tú puedes probarme - rozó su nariz con la de ella para luego besarla y sólo separarse porque el oxigeno les hizo falta en los pulmones. 

- arrugarás tu traje - habló sobre los labios de él. Aunque bastante poco le importaba hacerlo. 

-Ocuparé otro -  pronunció en tono seductor sobre el cuello de ella, produciendo que sus poros se erizaran y que todo dejara de importar. 

Bongiovi bajo sus manos al trasero de su chica, quien capto el mensaje y, sin dudarlo, enredo sus piernas en la cadera del ex rubio. Y sin separarse ni el más mínimo centímetro, ambos cayeron sobre la cama. 

-Debes irte en menos de 5 minutos - pronunció entrecortadamente cuando su novio recorría con besos húmedos su cuello.

-Sólo necesito uno - respondió divertido provocando que su chica riera.

Quitando la parte de arriba de su traje, volvió a besarla.

-Esta bien - la miró provocando que Cata se derritiera en ese preciso instante ¿en algún momento superaría aquello? - averigüemos que hay debajo de esta camisa - sonrió seductor para comenzar, con una mano, a desabrochar los botones. 

La morena mordió su labio y con la mirada fija en sus azules ojos dejó que el peliplata desabrochara uno a uno los botones de la camisa. Quemandola cada tanto con el roce de sus dedos. Fuego que sólo podía ser controlando por los besos húmedos de él sobre su vientre.

-Si, creo haber visto este lunar anoche - mordió por su abdomen provocando que la piel de la morena se terminara de erizar por completo.

Tomando su mentón para verlo fijamente a los ojos, Cata sonrió y atrapo los labios del cantante con los suyos, eran el oxígeno que ambos necesitaban. No sabían muy bien cómo comenzó todo pero si sabían muy bien que nunca se habían sentido tan bien como desde la primera vez que se encontraron.  

Y mientras sus bocas se comían de manera voraz y las manos de Bongiovi recorrían el cuerpo de ella. Cata hacia lo propio con sus manos sobre el cuerpo de su novio. 

-¡Papá! - unos golpes en la puerta hizo que ambos se detuvieran de golpe. Era Jesse.

-mierda - susurro nerviosa la morena, provocando que el peliplata riera fuertemente.

-¡Shhh, Bongiovi! - lo reprocho golpeando su pecho.

-¿Cata? -  ahora era Romeo quien hablaba a través de la puerta.

Sintiendo sus mejillas enrojecer la morena no supo qué contestar.

Riendo Jon hablo en respuesta.

-Cata se esta duchando, hijo. - respondió aun sobre su novia, quien lo veía sonrojada.

-Ah... ¡Dile que tenemos que irnos! - gritó alejándose.

El peliplata la vio alzando una de sus cejas. 

-¿Papá? - el segundo de sus hijos aún seguía tras la puerta. 

-¿Si? 

-Carlos está abajo para llevarnos - pronunció alejándose - ¡ya debemos irnos!

Jon arrugo su ceño un momento. No quería marcharse, mucho menos ahora. 

-Acaba de terminar tu minuto, Bongiovi - suspiro posando sus manos en el pecho del peliplata.

Jon se dejó caer a un lado en la cama. 

-Acompañame - pronunció cuando su novia le entregaba una nueva camisa, una que no estuviera arrugada ni tirada en el piso. 

-ya tengo una cita - arrugo su nariz. 

Halandola de la mano, Jon la acercó a él.

-¿Es más joven? - la miró hacia arriba. 

La morena rió - Sí - hizo una mueca mientras acariciaba su cabello. 

-¿Guapo? - preguntó mientras sus manos abrían la camisa de su novia y él dejaba besos repartidos en su abdomen. 

-Mucho - respondió - ti...tienes que irte - tartamudeo levemente la morena. Bongiovi sonrió disfrutando lo que provocaba en ella. 

-¡Caaataaaa! - un nuevo grito los separó. 

Ambos rieron.  

 - ¿Me has cambiado por mi hijo más pequeño? - la vio fingiendo seriedad cuando colocaba su chaqueta para marcharse. 

- Si, lo siento - me convenció cuando me dijo que era un partido de fútbol y habrían muchos chicos guapos - pronunció divertida - ahora ve a tu evento con Jesse, Bongiovi - lo besó por última vez despidiéndose de su novio.

Living in sin/ One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora