La vida da muchas vuelta cuando menos te lo esperas. Y cuando esto sucede quieres que todo vuelva a su lugar.
A pesar de todo lo sucedido nada se puede hacer cuando vives solo por una persona.
Todos tenemos un motivo por el que vivimos y ninguno es...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llevaba mas de un mes supuestamente "aprendiendo" a como manejar las drogas, y hasta ahora había probado la Marihuana, cocaína, Morfina , Hachís entre otras y hasta ahora no me he vuelto adicta.
Por el simple hecho de que lo probaba en pequeñas cantidades.
Sin embargo me enteré hace dos días que El Duque era adicto a la Heroína. Yo le digo a Bera que ya estoy lista pero ella dice que todavía, me falta por aprender, pero que lo más importante ya lo sé.
Ya había pasado otra semana y El Duque no aparecía y ya a Bera se le acababan las escusa con los clientes, que pedían verme.
Mientras yo terminada otro de mis tantos bailes, me fijé en un hombre que tenía la misma mirada de El Duque, pero la diferencia era que este es intenso, y dulce a la vez.
Y eso me puso muy nerviosa, y yo no podía dejar de sentirme así y lo más extraño era que me gustaba como me miraba.
Cuando termine ese baile me dirigí a la barra.
—Me das una botella de agua, por favor— le digo al chico que me mira con ganas de querer comerme como todos.
Mientras el lo busca veo de reojo que ese hombre se me acerca, y en eso lo nervios viene a mí
—No se supone, que ustedes beben licor en vez de agua
Dijo ya estando a mi lado, me giro para responder pero me quedo nuda por un segundo, el era realmente guapo, su mirada era intensa
—Si,...pero,...estaba esperando a que alguien me invitará uno— en ese momento se me ocurrió poner en práctica lo que me enseñó Bera —Pues, pide lo que quieras
Sin pensarlo mucho pedí una piña colada, empecemos un juego de miradas que me tenían a flor de piel; y esto dio a una grata conversación él haciéndome olvidar en donde estaba . A pesar de que era un cliente más parecía no tener otras intensión salvó hablar.
Eran casi las 1:30 de la noche.
Hasta que veo a Bera acercándose — Veo, que están bien acompañado— lo saluda con un beso pero parecía algo tensa. — Si, y tu como siempre teniendo a las mejores chicas.
Esa palabra me hicieron volver a mi realidad — Te importa, si te la robo unos minutos— le dijo Bera ya agarrando mi brazo — No te preocupes, yo ya me iba— nos dijo parándose de su asiento y despidiéndose de mi, dejándome con ganas de más.
Bera da un asentamiento en forma de despedida, y se gira para decime.
— ¿¡Se puede saber que diablos estas haciendo!?— parecía bastante molesta — Sólo trato de ser más coqueta con los clientes — Pues, dejarás de ser coqueta si el Duque se entera. — Pues él no viene hace meses— le respondió como la menor importancia — Pues, te diré que está aquí y quiere tener una reunión contigo
No puede evitar ponerme nerviosa, no me lo esperaba pero de seguro está vez no se me escapa.
Mientras caminaba para ir a la oficina de Bera los nervios aumentaron, pero igual entre encontrándome con el Duque mirando hacia donde nosotras.
— Por fin, te conozco— dijo acercándose a mi en forma seductora. — El placer se todo mío — le respondí de la misma manera. — Toma asiento
Pude sentir su mirada en lo que llegaba al asiento me sentía expuesta.
—Seré directo — me dijo mientras se sentaba
El puso delante de mi un papel.Para mi era un contrato, aunque no entendía mucho. —Solo firma, y te aseguro que...,no volverás al GinGer
No podía creerlo. No quería volver al GinGer, y si de algo estaba segura era que me iba arrepentir de haber tomado esta decisión pero aún así firmé.
